Capítulo 22

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El día se sentía tan triste, las nubes amenazaban con una tormenta, incluso a la naturaleza le afecta la ausencia del chakra del tercero, como a mí, que no tengo las fuerzas para levantarme e ir al funeral

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El día se sentía tan triste, las nubes amenazaban con una tormenta, incluso a la naturaleza le afecta la ausencia del chakra del tercero, como a mí, que no tengo las fuerzas para levantarme e ir al funeral. 

"De que me sirve tener mi chakra ahora, si no puedo regresar el tiempo para salvarlo"

—No podremos ir juntos, tengo que pasar a otro lugar antes —habló Kakashi desde la puerta de mi habitación, regresandome a la realidad.

—No te preocupes, entiendo —respondí sentada en mi cama, intenté forzar una sonrisa, pero estoy segura que sólo me salió una mueca.

Sin más que decir, el peliplata salió de la casa, yo seguía debatiendo si debería llegar temprano, ir hasta que todos se hayan ido o simplemente no ir. Pero a mi mente llegó la imagen del pequeño Konohamaru, él necesitaba a alguien que lo apoyara.

Me armé de valor y me teletransporté, apareciendo justo en el cementerio de Konoha, las personas empezaban a llegar, todos con vestimenta negra; me acerqué al pequeño Sarutobi y, sin decir nada, tomé su mano para que sintiera mi apoyo, él la apretó con fuerza mientras seguía llorando por la partida de su abuelo.

"Seré fuerte, por el pequeño Konohamaru, o al menos, voy a pretender que lo soy"

"Seré fuerte, por el pequeño Konohamaru, o al menos, voy a pretender que lo soy"

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El funeral había terminado, no había nadie en el cementerio, estaba sola.

Empezó a llover fuertemente y fue en ese momento que deje de fingir, las gotas de lluvia se mezclaban con mis lágrimas, una fuerte presión se presentaba en mi pecho, estaba pasando de nuevo, estaba perdidendo a mi familia sin poder hacer nada para impedirlo.

Ya no vería al viejo Sarutobi, ya no tendría que ayudarle a acomodar todos esos papeles, ya no volvería a oler el horrible olor de su pipa, ya no me daría una lección de vida.

"Incluso los cielos lloran por tu partida, viejo ... ¿qué debo hacer?, ¿cómo puedo ser fuerte?, no soy más que un fracaso"

Comencé a sentir la presencia de alguien acercándose, cuando estuvo a mi lado las gotas de lluvia dejaron de mojarme, el paraguas del azabache no les permitía tocarme.

A través del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora