[𝕮𝖔𝖒𝖔 𝖚𝖓 𝕯𝖊𝖒ó𝖓𝖎𝖔] || 𝓚𝓞𝓞𝓚𝓥 ||

𝓒𝓪𝓹 37

Las gotas de agua caían de sus castaños cabellos por su frente y nuca, dibujando un delicado camino hacia su espalda, nariz y labios, dejó caer la bata por sus hombros deteniéndolos en sus antebrazos, sus ojos recorrían su piel expuesta frente el reflejo del espejo, marcas, y mas marcas por su cuerpos, algunas recientes, otras que tardaría en desaparecer, y un hematoma en su labio inferior, su labio estaba roto, recuerdos de la noche anterior, sangre en el rostro del demonio.

Su mirada cayó al lavado, con un movimiento de brazos volvió a cubrir sus hombros y parte de su pecho, salió finalmente del cuarto de baño caminando hacia la gran cama desordenada, agitó sus alas estas mismas salpicando gotas de agua, se sentó en el suave colchón expuesto a culpa de sábanas salidas y empezó a cambiarse con la ropa que había sobre esta.

El sentía su mente adormecida, al igual que su cuerpo, estaba cansado de luchar pero no podía parar, sus ganas de llorar incrementaban al pazo de cada segundo, a cada fotograma que su mente formulaba, al cambio de cada prenda sobre su sometido cuerpo, sus ojos notaron un pequeño resplandor, dirigió su vista hacia la dirección de donde venía aquella luz la cual molestaba su pupila ante la intensidad del pequeño rayo.

Acomodó su pantalón para dejarse una toalla sobre la cabeza y caminar a pasos inseguros hacia la ventana, esta no era la que llamó su atención, si no el objeto que se asomaba desde dentro de su bolso sobre el suelo.

Se agachó de cuclillas llevando su mano hacia el interior del bolso para sacar la hermosa piedra turquesa de dentro, soltó un suspiro llevando la piedra a su pecho y volver a incorporarse escaneando la habitación con su mirada, decidió dejar el diamante bajo una almohada de su cama, acomodó la dicha y salió de la habitación, la cual una vez ya desolada el búho detrás de las cortinas no tenía nada mas que observar, y solo voló fuera del aposento.

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El pequeño castaño bajó con la cabeza gacha y alas caídas, en su cabeza habían aún muchas preguntas y recuerdos, cosas que lo atormentaban y cosas que deseaba se hagan realidad.

Ｔａｅｈｙｕｎｇ

Me preguntaba que pasaría luego, que pasaría si descubría la verdad, aún que pensar en eso es afirmar que lograré encontrarla, y que tal si no, que tal si Jungkook me descubre, ¿Qué haría él? ¿Qué haría yo?, me estoy arriesgando demasiado y ya sé que no tendría su perdón, o al menos piedad, no quiero seguir, mi mente y corazón me dicen que olvide todo, que me quede callado y a su lado, pero... si mi mente y corazón dicen eso... ¿Quién esté en desacuerdo?.

Los aleteos del conocido búho me sacaron de mis pensamientos, levantando la mirada hacia el ave pasada en una de las sillas de comedor.

Mi mirada inconscientemente buscó al demonio líder, pero no di con el, estaba solo, a excepción del ave nocturna posada en el que creo es mi lugar.

Caminé hacia este terminando por sentarme y ver el plato en la mesa, un almuerzo muy pretencioso pues debería ser mas del medio día, tomé aquellos cubiertos y empecé a comer con cuidado, aún sentía aquel hematoma en mi labio inferior, y dolía cada vez que aquel tenedor chocaba sin querer con este pero no me queda mas que aguantar, como siempre lo he hecho desde que estoy aquí.

Bocado tras bocado iba tragando y mas perdido estaba en mi mente, claro, "estaba" por que luego que los aleteos del búho me distrajeran levanté la mirada, ahora el animal se encontraba en el hombro del demonio mayor en la entrada del salón.