Capitulo 12

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Shailene.

-¿Por qué sonríes?- pregunto viéndome atravez de su menú.

-Esto es una locura.

-A veces las cosas más locas son las que más disfrutas- sonrió del lado. Fruncí el ceño y después negué con la cabeza. Mi celular comenzó a vibrar en el momento en el que el mesero llego a pedir nuestras órdenes.

-¿Si?

-Shaaaaai- escuche la voz de Madeleine alargarse.

-¿Qué paso Mad?- pregunte riendo. La mirada de Theo se fijó en mí.

-¿Qué haces?

-Comiendo ¿y tú?

-Oh, ¿Qué hay para comer hoy en la cafetería?, yo veo un maratón de Gossip Girl.

-Umm no lo sé, solo tome una botella de agua.- Theo sonrió divertido.

-Pff que aburrida amiga, ya quiero volver a la escuela, creo que me estoy volviendo loca aquí.

Reí.- Si, yo también.

-Bien, disfruta tu botella de agua, nos vemos en mi casa a las 5. ¡No olvides las palomitas!

-Okay

Colgué y guarde mi teléfono. Al levantar la vista ya se encontraban dos platos de alitas picantes en el medio de la mesa acompañados de dos vasos de soda.

Mire a Theo quien se encontraba enarcando una ceja mientras me miraba.

-Así que... ¿solo estas tomando agua?- pregunto divertido

-No le iba a decir "Oh Mad me salí de la escuela a comer con el chico que detestas", seria chica muerta amigo.

-¿Me llamaste amigo?

-Así llamo a todos. Es solo una expresión, no te emociones.

-Ya te lo dije Shailene, podemos serlo.

-Pero yo no quiero.

-¿Por qué no?

-Deberías comer tus alitas, pueden enfriarse- conteste cambiando de tema.

-Shailene-alargo

-Tócalas- hable tomando una de sus alitas- se están enfriando.

Theo solo me dio una rápida mirada y comenzó a comer sin decir nada, creo que se había molestado. Y se preguntaran, ¿Por qué no lo dejas ser tu amigo?, bueno, yo nunca he sido una chica de muchos amigos, en realidad solo tenía dos, Madeleine y Charlie, solo que este último se fue de intercambio a Seattle.

Theo era simpático pero pasábamos la mitad del tiempo peleándonos y la verdad no soy su tipo de amiga. Él está acostumbrado a chicas lindas y populares con espectaculares cuerpos y chicos con autos caros y miles de chicas detrás de ellos. Todo lo contrario a mí. ¿Por qué seria amiga de la chica que está enamorada del vocalista de una banda de rock y del protagonista mitad ángel mitad humano de un libro para adolescentes?

-Shailene- paso una mano frente a mis ojos- ¿Estas bien?

Oh, no me había dado cuenta de que me había perdido en mis pensamientos. Que tonta.

-Umm sí.

-Ya termine, podemos irnos si quieres-contesto seco.

-Como sea.

Me puse de pie y espere a que Theo dejara el dinero sobre el recibo de pago que después entrego al mesero.

Camine hacia su auto y subí. Theo hizo lo mismo pero no encendió el auto. Puso sus manos en el volante y después miro hacia mí.

-¿Por qué me detestas?- Oh vaya, me había tomado desprevenida esa pregunta.

-No te detesto Theo.

-Entonces simplemente no te entiendo- hablo fingiendo una sonrisa- Trato de acercarme a ti y me alejas, quiero ser tu amigo y no quieres, ni siquiera te gusta trabajar a mi lado en filosofía, ¿a eso le llamas no detestarme?, si es por lo de tu amiga ya te dije que lo sentía, y que también lo siento por haberte golpeado.

Lo mire sin saber que decir. No porque no quisiera decirle nada si no porque no tenía las palabras correctas. Tal vez y si estaba actuando un poco dura con él, bueno tal vez demasiada dura, pero tenía mis razones. O al menos eso creía hasta el día de hoy.

-Bien- contesto después de un largo silencio. Encendió el auto y comenzamos a dirigirnos a la escuela de nuevo. Todo el camino fue en silencio, no música, no palabras molestas saliendo de la boca de Theo ni contestaciones de mala gana por parte mía.

Estaciono el auto y desabrocho su cinturón.

-Ya llegamos, ya puedes bajarte.

Wow, nadie me había hablado tan cortante antes, sus palabras parecían duras rocas, todo lo contrario a como me hablaba antes.

-¿Y si no quiero?- ¿Qué estaba haciendo? no lose, ya no sabía absolutamente nada sobre esto. Estas tan mal Shailene.

-Vamos Shailene no estoy para juegos.

-¿Así que Shailene?-pregunte- ¿Ya no es Shai?

Su ceño se frunció.

-Solo te llaman así tus amigos.

-Tú eres mi amigo.

Su mirada se enfocó en mí por primera vez desde que salimos del restaurante. Podía jurar que había un brillo en sus ojos pero no estaba cien por ciento segura.

-¿Estás jugando?- Negué con la cabeza. El sonrió y rodeo el auto para llegar hacia mí. Abrió la puerta y puso su mano frente a mí. Esta vez yo fruncí el ceño.

-¿Amigos?- pregunto señalando su mano.

-Amigos- le di un apretón. Parecíamos Gus y Hazel de bajo la misma estrella, uno de mis tantos libros favoritos. Solo que esto sería algo así como "Bajo la misma amistad" Reí ante mis pensamientos.

-Andando, hay que entrar antes de que alguien nos vea- se hizo a un lado para dejarme salir.

Salí del auto y camine hacia mi casillero y Theo también hizo lo mismo. Estando ya sola en el pasillo, sonreí. Me sentía...bien, hacia tanto que no hacia amigos nuevos, siempre éramos Mad Charlie y yo.

Tome los libros de la clase que seguía y los guarde en mi mochila. Volveré a decirlo, esta semana había sido una total locura, sumándole lo que había pasado hoy, y presentía, que la locura no iba a terminar aquí.

Por mucho másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora