Capitulo 23

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Theo.

Me encontraba afuera de la casa de Shailene esperándola. Tenía algunos mensajes de Mason diciéndome que debía pedirle a Shailene que fuera mi novia ese día pero sabía que ella iba a rechazarme porque no estaba lista. Al levantar la mirada de mi celular mire a Shailene salir de su casa. Se veía hermosa, no tenía unos jeans rasgados ni una camiseta de sus bandas, tenía unos lindos shorts azules y una blusa blanca que hacia resaltar sus curvas y su buena figura. Sonreí como un tonto.

-Hola.-saluda Shailene al momento en que abro la puerta del carro para que suba. Duda unos segundos pero me da un pequeño y corto beso en los labios.

-Te ves hermosa.-digo al momento en que cierro la puerta.

Shailene se sonroja y sé que estoy haciendo un gran trabajo y que podre ganar la apuesta.

-Tú también.-sonríe y luego niega con la cabeza.-No me refiero a que te veas hermoso, digo...luces bien.

Sonrió y le guiño un ojo. Después pongo el auto en marcha mientras conduzco tomo la mano de Shailene. Mason me había dicho que las chicas pensaban que eso era "un gesto romántico" así que decidí ponerlo en práctica. Por la sonrisa de Shailene, supe que este gesto me había hecho ganar unos cuantos puntos con ella.

-¿A dónde vamos a ir?-pregunta.

-A un lugar secreto.-contesto sonriéndole.

-¿Y si me das una pista?

-Mmm...-finjo que estoy pensando.-Solo si me das un beso.

Shailene frunce el ceño.-Mejor que se quede en secreto.

Sonrió y le robo un beso. Después me golpeo internamente por actuar como un idiota enamorado si esto es solo una mentira aunque bien podría sacar algo de provecho de esto. Ya saben, los besos con Shailene no están nada mal. Llegamos a un restaurante al aire libre que se encuentra alejado de la ciudad. Es de la hermana de Mason y es un lugar muy reconocido.

-Wow.-dice al momento en que bajamos del auto.-Este lugar es asombroso.

-Sabía que iba a gustarte.-le guiño un ojo.

Entramos y tomamos una mesa que estaba libre. Un mesero tomo nuestra orden y después nos dejó a mí y a Shailene solos.

-Esto es tan...lindo.-Dice Shailene sonrojándose.

-Lo vales.

Shailene sonríe incomoda.- ¿Por qué?

Frunzo el ceño.- ¿Por qué?

-¿Por qué yo?, hay cientos de chicas lindas en la preparatoria y por alguna extraña razón me elegiste a mí.

"Por una apuesta" es lo que debería contestar pero no me creo capaz de decírselo nunca, al menos no en persona.-Porque eres genial, no eres como las demás, tu eres difícil y te gustan cosas diferentes.

Shailene frunce el ceño y después sonríe.-Supongo que eso es algo bueno.

-Shailene, me gustas.

Shailene se quedó en silencio. No parpadeaba o algo parecido.

-Hey, ¿estas respirando?-pregunto sonriendo.

-Yo...uh... si...-contesta nerviosa.

-Hablaba enserio.-digo tomando su mano.-Me gustas.

Shailene suspira.- ¿De verdad?

-De verdad.-esas dos palabras han sido las más difíciles de decir. ¿Cómo podía decirle toda esta mentira sin sentirme como una escoria?

Shailene se mordió el labio inferior y sonrió.-Tú a mí también, creo.

-¿Creo?-pregunto fingiendo estar ofendido.

-Bueno, no creo, en realidad me gustas también.

Sentí una presión en mi pecho. Ese sentimiento de culpa. Shailene ya estaba haciéndome ganar la apuesta al admitir que le gustaba pero no estaba enamorada de mi, no aún y un "Te amo" era lo único que faltaba para poder dejar todo ese asunto de la apuesta. Trate de fingir una sonrisa, lo cual Shailene no noto y me sonrió de vuelta.

-Entonces, ¿que se supone que pasa después de que dos personas admiten que se gustan?- pregunta Shailene mordiendo su labio.

Volteo a verla y me asombró al ver lo hermosa que se ve. Y más culpa llega hacia mi.

-Se supone que se besan.-le guiñó un ojo.

-Oh.-contesta y se sonroja.

El mesero llega con nuestra comida y mientras comemos observó a Shailene. Es tan diferente de las otras chicas con las que realmente eh salido. Todas eran tan...plásticas si así se les podía llamar y ella no. Ella era natural y no fingía nada de lo que hacía o decía. Eso la volvía irresistiblemente adorable.

-¿Qué?- pregunta Shailene tocándose el rostro levemente.

-Nada.-sonrío.-Es solo que eres hermosa.

Shailene se sonroja y eso la hace ver como una niña pequeña.

-Gracias.-murmura avergonzada.

Lo que resto de nuestra "cita" hablamos de Shailene. De su banda favorita, de los libros que le gusta leer, su película favorita y todas esas cosas. Terminamos y regresamos a mi auto para ir de regreso a su casa.

-Gracias.-mumuro mientras me detenía frente a su casa.-Fue divertido.

-Si, lo fue.-contestó observándola.-Espera no te muevas.-le digo acercándome a su rostro.

-¿Qué?-pregunta.-¿Qué tengo?

-Espera.-susurro.

Me acerco a su rostro y la beso en los labios. Siento como Shailene no responde al principio pero después se deja llevar. Tanto que me permite besar su cuello y posiblemente dejar unas cuantas marcas.

-Mama está en casa y ella...-habla entrecortadamente.-Ella podría vernos.

Me separo de ella sonriendo.-Bien. No quiero que seas una chica en problemas.

Shailene sonríe y golpea mi brazo.-Que considerado.

-Si, me lo han dicho.-contestó guiñándole un ojo.

-Debería entrar.-dice sonriendo.-Nos vemos mañana.

Asiento y Shailene baja de mi auto. Mientras corre hacia la entrada de su casa puedo ver a una minera asomándose por la ventana. Se que se trata de la madre de Shailene por lo que la saludo. La madre de Shailene se sonroja y me regresa el saludo.

Mientras manejo de regreso a mi casa por alguna razón me siento satisfecho. No sé si por el hecho de que la apuesta está avanzando rápidamente o por qué en realidad es agradable pasar el tiempo con Shailene. De igual manera las dos opciones eran agradables y estaba seguro de una cosa:

Shailene pronto sería mi novia

Por mucho másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora