Capítulo 13: Un Viernes y un fin de semana de locos

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Capitulo 13: Un viernes y un fin de semana de locos

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Capitulo 13: Un viernes y un fin de semana de locos

Siempre hay un "no estoy bien", en cada "estoy bien"

Pov Molly

¿Cómo se tiene que sentir alguien que descubre un cadáver? ¿Mal? ¿Horrible? ¿Preocupado? Yo, mas bien, estaba devastada, no tenía ganas de hacer nada. Ni siquiera de hacer bromas. Y eso, para mí, era algo extraño.

Durante la fiesta de pijamas que hicimos el otro día, yo mostraba una sonrisa tratando de hacer ver que no me había afectado tanto. Pero realmente me estaba mintiendo a mí misma. Sí. Así era. Yo, Molly Weasley II, estaba devastada internamente.

En las noches me encerraba en mi cama, hacía un hechizo silenciador y me cobijaba bajo las sábanas. Sacaba el relicario que tengo con una foto de mi hermana Lucy. Ella, a pesar de que es más como nuestro padre, siempre ha sabido cómo calmarme. Deseaba poder hablar con ella, contarle lo que pasaba por mi mente y mi corazón.

He sido siempre una chica con una faceta divertida y relajada, pero en mi interior era -y todavía sigo siendo- una chica sensible. Solo había pocas cosas que me ponían de esa forma. Una de ellas era que siempre me decían: "Sé como tu padre y menos como tus tíos" Esos eran los compañeros de mi padre en el ministerio que a veces venían a vernos a casa. Ellos decían que yo no tendría futuro. Y llegó un punto en que lo llegué a pensar.

Hasta que, mi hermana pequeña, decidió que era suficiente y habló con papá. Él al principio no creía lo que sus compañeros decían a sus espaldas sobre mí. Percy Weasley pareció recapacitar sobre ese tema cuando Lucy le mostró una grabación de audio de esas palabras.

A parte de esos altercados con los otros miembros del departamento de transportes del ministerio, mi infancia ha sido la mejor. Recuerdo la primera vez que vi las películas de Marvel. La primera que vi fue Capitan América, el primer vengador y a partir de ahí me enganché. Y lo mismo me pasó con DC Comics, aunque debo admitir que me gustan más las series de DC que las películas.

También me gustan las películas de Disney. Recuerdo haberme pasado, al menos, un mes con el disfraz de Mérida puesto. Mi madre lo tenía que lavar cada día porque me lo ensuciaba cada vez que íbamos a la madriguera.

Llevaba días tratando de disimular mi sufrimiento. Sin embargo, creo que la chica nueva, Daniela, se había dado cuenta de ello. Le agradezco, de corazón, que no dijese nada al respecto. En las clases trataba de concentrarme pero llegaba un punto en que mi mente divagaba a otras cosas.

***

Esa mañana de viernes me había despertado con Amarok acostado con su cabeza en mis pies. A mi me parecía una posición incómoda, pero ¿quién soy yo para criticar su forma de dormir si yo me remuevo por las noches? Y estos días aún más. Por suerte tengo a ese lobo a mi lado para apoyarme.

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