La Tercera Generación en España

Extra Capítulo 8: Candados y Leyendas

Pov Molly

El sol calentaba mi rostro sentada en aquel puente en el que habíamos ido a parar en nuestra salida turística.

Aprovechando que era Sábado, decidimos por fin salir y visitar la ciudad en un tour creado por Lorcan y Scarlet. Estaban tan emocionadas que no pudimos negarnos y desde muy temprano estábamos aquí, en la villa olímpica de Barcelona.

Después de hacernos muchas fotos y recorrer todas las rutas culturales a propuesta de Rose, decidí sentarme en lo primero que viera porque si daba un paso más, mis pies que hasta ahora habían podido resistir, terminarían como dos lenguados asados. Y digo asados porque el calor me abrasaba los pies. "Gran idea la de ponerte zapatos cerrados hoy, Molly" pensé mientras me dejaba caer en uno de los bancos del puente de la villa olímpica intentando escapar del sol en todo su esplendor.

Lorcan y Scarlet seguían emocionadas como el minuto uno y no tardaron en reflejarlo por trillonésima vez.

—Siento que estoy en una novela épica y que en cualquier esquina podría aparecer un gallardo caballero con su corcel— Mencionó emocionada Scarlet subiéndose en los barrotes del puente y observando el horizonte.

—¡Eso sería totalmente maravilloso!— Coincidió Lorcan—¿Tú qué piensas Rosie?

Rose que hasta ahora había estado con la Nariz pegada a un mapa turístico, levantó su cara y sonrió extasiada.

—¡Es increíble, chicas!— Rodé los ojos porque Rose ni siquiera estaba escuchando sino que estaba pensando en otra cosa que no dudó en expresar.

—¿Sabéis que aquí las parejas enamoradas se juran amor eterno?

—¿En serio?— Preguntó Scarlet con el rostro iluminado por la información.

—Sí, sí. De hecho, desde que llegué aquí me lo he estado preguntando....

—¿El qué, Rosie?-Cuestioné intrigada por la pausa de mi prima.

—Los candados— señaló ella—El puente está lleno de ellos.

Miré a nuestro alrededor y era cierto, había estado tan sofocada y decidida en ocultarme del sol que ni siquiera me había dado cuenta de todos los candados colgados en el puente.

—Por lo visto el candado simboliza la promesa de amor y las llaves son las guardianas— Aclaró Rose que ya también agotada se hizo un sitio a mi lado.

No pude evitar pensar en ello, yo aún no me había enamorado y sinceramente no creo que alguna vez me pase. No es que no crea en el amor, de hecho lo hago tanto que a veces me da miedo que algún día llegue a mi vida y lo que soy ahora, cambie. Porque, a pesar de que digas que el amor no te influye, si que lo hace y de maneras inimaginables. Y eso me aterra. Saqué mi blog de dibujo y esbocé un boceto que llevaba teniendo en mente desde hacía un tiempo. Pretendía crear un cómic y para ello captaba ideas de las personas que me rodeaban, esta vez había elegido a las chicas. Me enfoqué en Rosie, en su pelo rizado de color pelirrojo cobrizo, su sombrero que la protegía del sol y los lazos del mismo que volaban con la brisa del mar. Era una imagen perfecta.

— Molly, tus torposoplos andan agitados. ¿Acaso estás enamorada?— Preguntó Lorcan con expectación.

—Siento desilusionarte, Lor pero mi amor es hacia las bromas y algún día superar a Fred— Dije divertida trazando las líneas del contorno de mi dibujo. Rose, se levantó buscando algo con la mirada y se detuvo en mi mochila que había dejado bajo el banco.

—Molls, ¿Trajiste agua?

—En efecto, Rosie. Toma — le pasé la mochila y ella sacó las botellas que habíamos preparado para la ocasión. Lorcan y Scarlet también se acercaron y sin darme cuenta la risa se me escapó, lo disimulé lo mejor que pude y seguí observándolas desde mi posición de chica entretenida con su retrato. Las chicas abrieron sus respectivas botellas y al momento de cada una salío disparada a presión todo el agua de su interior.