Extra Capítulo 18.4: El baile de la muerte

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Luna pov;

Estaba paseando por las calles del valle de las brujas, había venido con las chicas pero se pusieron a hablar sobre algo del día de San Juan no me interesaba mucho, llevaba deseando hacerme un tatuaje desde que puse un pie en la escuela.

Estuvimos caminando por las calles explorando desde afuera todas las tiendas, yo ya las conocía de haber venido con Alex, aunque no me lo dijese Rose la había pasado, lo sabía con solo verla a la cara, sufría y sabía que solo había un causante.

Scorpius Malfoy.

Cuando salí de mis pensamientos me fijé en que, delante nuestro, estaba la prensa del mundo mágico el Periòdic: El Savi Endeví y justo pasándolo había un muro de piedra y luego la tienda de tatuajes, El fantasma negre.

Por fin me iba a hacer el tatuaje de mi familiar para poder llevar a Éjszaka junto a mi al mundo normi, había costado convencerla ya que ha sido una loba viviendo en libertad y esto de meterse en un tatuaje no le gustaba nada pero al final lo había logrado.

Rose me pilló mirando la tienda de tatuajes y es que lo que más me gustaba de ella es que no necesitábamos hablar, con solo una mirada lo hacíamos. Me despedí de ella y fui casi corriendo a hacerme el tatuaje.

Al llegar a la tienda se podía ver, desde el cristal, dos sillones que daban la espalda a la gente de afuera y enfrente de estos un sofá para tres personas. Entré al lugar y en la recepción se encontraba una chica de pelo rojo con las raíces negras.

— Hola, soy Victoria, ¿tenías una cita para el tatuaje del familiar, no? —me dice sonriendo

— Sí —la digo mientras saco una foto de Éjszaka y una pequeña bolsa con algunos pelos.

— ¡¡Adeline está aquí tu cita para el tatuaje!!

Apareció una chica con el pelo azul tan oscuro que parecía negro y se acerco a mi con una sonrisa.

— Hola debes ser Luna, ¿tienes la foto y algunos de sus pelos? —le entregó ambas cosas— pues ya podemos empezar

Nos fuimos a la parte trasera de la tienda donde estaban las camas que utilizaban los clientes para que los tatuasen.

Una hora después, Adeline había terminado el tatuaje. Me levanté para verlo en el espejo y era igualita a la foto que le había sacado.

Cuando salí de la tienda, tenía pensado buscar a las chicas pero escuchaba a un montón de gente reunida en un lugar lejano además de un ligero olor a sangre, fui yendo hacia el lugar y al llegar ví a toda la gente reunida delante de Cura per Criatures.

Me acerque lo más que pude y no daba crédito, era una masacre todas las criaturas que había conocido en la tienda yacían ahí tiradas en el suelo como si no fueran nada, los aurores nos empezaron a echar hacia atrás, hablaban sobre una criatura que se había llevado la vida de dos magos y ahora de estas diez pobres criaturas.

No podía quitarme de la cabeza quién podía haber hecho eso, las criaturas de la tienda eran inofensivas además de que solían estar todo el rato en sus jaulas, las chicas después de un rato aparecieron y preguntaron qué pasaba y les conté un poco de lo que había pasado.

Las chicas decidieron que era mejor marcharse y la verdad es que tenían razón, pero no tenía pensado que la noche acabaría conmigo siendo arrastrada a la sala común de Milites donde las chicas me dijeron que íbamos a ir a una discoteca, cosa que a mí no me gustaba pero Rose iba a ir y los chicos que habían ahí se aprovechan de las chicas que ven débiles o indefensas.

Mi vestido como toda mi ropa era negro, bueno volcamos al vestido, era largo con una abertura a la izquierda que empezaba un poco por debajo del muslo y llegaba hasta el suelo. De la cintura para arriba tenía detalles y daba la sensación de ser una camisa de tirantes unida a unas mangas largas de red y la parte de abajo era de un negro mate.

La máscara era negra mate y hacía juego con los zapatos de tacón.

Cuando terminamos de prepararnos, nos fuimos a la discoteca donde me puse a bailar cerca de Rose para que no se le acercase ningún tipo con segundas intenciones. A lo lejos, divise a Scorpius mirando a Rose y luego yendo en nuestra dirección así que decidí darles su espacio.

Me fui a la barra llevándome la mirada de muchos chicos, pero es que nadie se resiste a la sangre Black, estamos hechos para eso, para seducir sin quererlo. Era nuestra arma más letal, no éramos como las veelas pero hacía mucho se pensaba que los Black descendían de las veelas.

Al llegar a la barra me pedí un cubata de Vodka negro con lima, solía beber cosas con más fuerza pero esta vez tenía que cuidar a las chicas. Cuando el camarero me trajo la bebida le pagué y empecé a beber cuando me quise dar cuenta ya me había bebido la mitad del vaso.

— Espero que me dejes invitarte a una bebida —no era ningún misterio el dueño de esa voz, la podría reconocer hasta en mi peor borrachera

— Hola Alex —me giro para verlo.

Llevaba un esmoquin negro, la chaqueta estaba abierta por lo que se podía ver su camiseta negra y una especie de cinturon negro, todo eso combinado con una sencilla máscara negra mate.

— Me concedes esta pieza —era una música lenta pero a nosotros nos daba igual.

Nos fuimos a la pista y cuando llegamos nos miramos un rato a los ojos dando vueltas mientras nos acercábamos hasta llegar a rozar con mis dedos su máscara hacia sus mejillas, baje mi mano izquierda hacia abajo hasta su clavícula derecha y le rodee pasando mi mano por su otra clavícula hasta llegar a su hombro izquierdo y me puse delante de él dándole la espalda, levanté mis brazos y Alex pasó sus manos hasta mi cintura donde aprovecho a ponerme de frente a él.

Con su mano izquierda puesta en mi espalda me hizo inclinar el cuerpo hacia atrás para luego volver a pegarme a él, nos separamos como de golpe para juntarnos de nuevo conmigo agarrada en su cintura con mis piernas y eche mi cuerpo hacia atrás mientras Alex me agarraba de la cintura, me cogió al estilo princesa y me dejó con suavidad en el suelo.

Habíamos estado tan ensimismados que hasta que no paramos de bailar por el final de la canción no nos habíamos dado cuenta de los espectadores que teníamos. Le sonreí a Alex y me señaló la barra para tomar algo, la verdad es que después de este baile que acabamos de tener lo necesitaba.

Estábamos tomando nuestra bebida cuando vi a Rose y mis colegas si se les podía llamar así en la pista de baile dándolo todo en el ganma style, cuando terminaron de bailar las luces se apagaron para dar paso a los fuegos artificiales. De repente, gracias a mis instintos lobunos, pude ver a algunos chicos y chicas empezar a sujetarse la tripa con ambas manos como si les doliera, luego se empezaron a llevar un mano a la cabeza y al minuto acababan tirados en el suelo.

 De repente, gracias a mis instintos lobunos, pude ver a algunos chicos y chicas empezar a sujetarse la tripa con ambas manos como si les doliera, luego se empezaron a llevar un mano a la cabeza y al minuto acababan tirados en el suelo

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