El Deseo Del Saber

Ex V : La última vez

Hai Kara miles de años antes de los acontecimientos actuales.

—Asterope...Asterope, despierta. Hija...

Eso fue lo último que escuche de mi madre antes de que despertara en las afueras de mi hogar. Cuando al fin desperté, mi madre se encontraba frente a mí con lágrimas en sus ojos y con un rostro de desesperación.

—Lo siento hija, pero tendrás que ser muy fuerte de ahora en adelante. Tus hermanas te están esperando en la entrada de la catedral.

Después de eso me beso en la frente por última vez y desapareció en la oscuridad de aquella terrible noche.

Como me indico mi madre, mis hermanas se encontraban en el lugar donde me indico, sin embargo, algo más también lo hacía.

Cuando entre a la catedral, Merope la cual es nuestra hermana mayor se encargaba de tranquilizarnos a todas.

—Me alegro de que te encuentres bien, Asterope. Ya que nos encontramos todas reunidas nos dirigiremos a los túneles subterráneos que llevan al centro de la ciudad.

Sin pensar dos veces lo que nos indicó Mero, corrimos hacia el pasadizo secreto y empezamos a recorrerlo.

Al llevar media hora transitando aquel oscuro túnel nos percatamos de que algo más nos seguía, pero fingimos no haber escuchado nada. Tras recorrer por una hora más aquel camino, empezamos a divisar la luz de la luna, además de luces artificiales.

—Ya casi llegamos a la salida.

En ese momento Alcyone y Merope voltearon de reojo cuidadosamente hacia atrás para averiguar si lo que sea que nos seguía detrás nuestro y para nuestra sorpresa, parecía haberse ido.

Al volver sus miradas al frente nos topamos con uno de los amigos de mi madre el cual nos estaba esperando para llevarnos a un lugar seguro, sin embargo, antes de que esté pudiera decirnos alguna palabra fue asesinado por la espalda.

Retrocedimos ante aquel impacto y cuando el otro sujeto que mató al hombre que nos esperaba apareció alguien más hizo su aparición y acabó con él.

—Siento mucho la tardanza niñas, su madre me contactó hace poco y las cosas en el centro de la ciudad no están yendo muy bien.

Luego de ser salvadas, nos vimos envueltas en una incertidumbre al notar que el hombre que nos acababa de salvar era igual al amigo mi mamá que había muerto hace unos momentos.

—¿Qué sucede chicas? —Se acercó con precaución hacia nosotras, pero antes de que hiciera algo más, Merope lo detuvo.

—No te acerques, no sé quién eres, pero no puedo confiar en ti.

Nuestro salvador se notó un poco confundido ante esas palabras, así que, dio un paso hacia atrás.

—No sé muy bien lo que está pasando, pero tenemos que irnos lo más pronto posible, su mamá me encargó su seguridad, así que, tenemos que irnos. ¡Ya!

Tras terminar de reprocharnos, nuestra hermana menor Taygeta señaló al cuerpo del hombre que se encontraba en el suelo.

—¿Qué quieres que vea?

El sujetó volteó y se mostró igual de sorprendido que nosotras.

—No puede ser, por supuesto que se han de sentir confundidas. Es igual a mí. No sé preocupen chicas, yo soy el verdadero y tengo una manera de demostrarlo.

Se acercó al cuerpo y espero unos minutos mientras lo observaba.

—Ahora si se dan cuenta, el cadáver tras su muerte empieza a tomar su forma original.

Al principio no creía lo que veía, pero tras ver más y más, no tuvimos otra opción que creer completamente en él.

—Si tú eres el verdadero, entonces. ¿Quién es él?

El amigo de nuestra madre se puso de pie y susurró algo para el mismo.

—Son una especie que siempre ha existido entre nosotros la cual hace mucho estuvo en guerra con todos en Hai Kara, sin embargo, tras su estrepitosa derrota no tuvieron otra opción que ser marginados en una parte del mundo, pero ahora parece que han vuelto aprovechándose del desastre en el que nos vimos envueltos. Ustedes han escuchado de ellos muchas veces en leyendas, se hacen llamar "replicantes".

~

Actualidad.

Desde aquel día jamás volví a saber algo de ella, ni siquiera hubo algún indicio de que muriera en combate o algo parecido, por varios años pensé que volvería a entrar por la puerta principal. Hasta el día de hoy se le echa de menos, nuestra madre era el sol que iluminaba nuestros más oscuros días, sin embargo, ahora que se la verdad me preguntó qué pensaría mi yo del pasado.

Ahora que me encuentro frente al lugar que me pondrá un paso más cerca de mi objetivo, me preguntó cómo sería todo sin su desaparición.