Capítulo 15 : Anochecer

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Nordstadt dos días después del incidente.

La noche era oscura y el frío que hacía en el exterior del recinto era tanto que ni el abrigo más grueso podía calentar el cuerpo de las personas en su totalidad.

El próximo mandatario del reino se encontraba charlando con sus subordinados en la sala del rey.

—Necesito un informe detallado de la cantidad de hombres que tenemos actualmente para poder defender el reino.

Uno de los subordinados se acerca a él haciendo una reverencia y empieza a explicarle todo.

—Actualmente solo contamos con tres mil hombres sin contar a los añadidos de las ciudades aledañas, sin embargo, estimamos que con las tropas faltantes podríamos llegar a tener cinco mil.

Asier se quedó callado por un breve momento analizando la situación, este se sujetó la barbilla y volteó hacia el techo de la habitación para después volver en sí.

—No es lo que esperaba, pero supongo que es lo máximo que podemos conseguir en tan poco tiempo. Al amanecer necesito que los otros tres mil hombres que no se han incorporado al ejército que se encuentran en la ciudad se posicionen a los alrededores.

Todos en la sala se pusieron de pie y asintieron sin decir alguna otra palabra.

En las afueras del palacio cerca de la entrada principal del mismo, Alissa se encontraba observando la sospechosa actividad.

—Esto es muy extraño, desde que mire a aquellos caballeros hablar muy sospechosamente las cosas por aquí se han vuelto algo extrañas. Será mejor que me vaya de aquí, no quiero que alguien me descubra.

Cuando la chica se disponía a dar media vuelta para irse alguien más le llegó por la espalda.

—Hola ¿Qué haces aquí?

Al terminar de darse la vuelta y asustarse por el repentino momento se percató de que su amiga Annie era la que la había saludado.

—¿Quieres matarme de un susto? Podrías haber avisado.

La amiga le sonrió con vergüenza y se disculpó.

—Lo siento, solo... es que me pareció extraño encontrarte en las afueras del palacio sola y sabes, podría ser peligroso.

Alissa que la observó a los ojos dio un leve resoplido que sacudió su copete y le sonrió despreocupada.

—No te preocupes, puedo cuidarme sola, además traigo mi espada conmigo, uno nunca sabe cuándo le será útil. Bien, basta de platica, larguémonos de aquí que hace bastante frío.

Ambas amigas se pusieron de pie y se dirigieron por el camino principal del reino hacia el sur, que es hacia donde vivía Annie.

—Entonces, qué es lo que haces aquí afuera a estas horas.

Alissa que caminaba al lado suyo la miró de reojo para después voltear hacia ella.

—Solamente me apetecía una caminata nocturna, eso es todo. Sabes, pasar todo el día en mis aposentos es bastante aburrido, si no fuera porque practico con algunos caballeros del reino y hablo contigo en ocasiones, mi vida sería un total fastidio.

Annie la observó fijamente mientras esta le platicaba todo lo anterior, el frío de aquella noche era abrumador, sin embargo, hablar con su mejor amiga era muy reconfortante para ella.

—Me alegro de ser alguien importante en tu vida, tu también eres una de las mejores cosas que me pasaron en mi vida y también eres la persona que me hizo creer que las personas normales como yo y tu una chica de la realeza pueden llevarse bien e incluso ser muy buenas amigas.

El Deseo Del SaberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora