Capítulo 28 : Unidad

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Al mismo tiempo en que Lucius y Atlas empezaron su batalla, el par de hermanas de ambos bandos se encontraban frente a frente sin decir una sola palabra, tan solo se miraban fijamente.

Tras unos breves instantes de un silencio incomodo, Alcyone dio un par de pasos al frente.

—Parece que después de todo nuestro gran reencuentro no podía ser de otra forma. —La chica voltea hacia su derecha y observa con detenimiento a Lucius que se preparaba para atacar. —Solo hay una cosa que me tiene un poco inquieta. ¿Qué demonios hacen del lado de ese patético humano?

Frente a ella se encontraba Merope y esta última no hizo más que esbozar una gran sonrisa.

—Si fuera tan patético como mencionaste, no tendrían que haber actuado e interponerse en su camino. —Avanzo un poco más hacia su hermana hasta que quedó a un metro de distancia y se detuvo. —Asterope fue quien lo eligió para esta tarea, ella sabe lo que hace y yo no soy nadie para juzgar sus decisiones.

Alcyone sujeto el pomo de su espada con suma delicadeza y desenvaino su espada lentamente y con elegancia.

—Tal vez estés en lo correcto, pero te recuerdo que no siempre se encuentra en sus cabales. Dejando todo eso de lado, supongo que no tenemos otra opción que enfrentarnos una vez más luego de tantos años, hermana.

Alcyone apunta su espada a Merope y la posiciona a tan solo unos centímetros de su cuello.

—Sería tan fácil rasgar tu cuello en este mismo instante, pero eso no tendría ningún sentido. —La chica retira su espada y la vuelve a envainar. —Sé muy bien que no tienes intenciones de luchar y si te soy sincera yo tampoco estoy de ánimos, así que nos evitare esa molestia.

Mientras las hermanas mayores continuaban con su aparente platica pacífica, Electra y Maia no dejaban de verse fijamente sin siquiera parpadear. Cuando ambas chicas se preparaban para realizar sus primeros movimientos fueron interrumpidas por las dos hermanas más pequeñas, Selene y Taygeta.

Ambas jóvenes que interrumpieron a las cuatro jóvenes que estaban a punto de entrar en combate, se posicionaron en medio de todas para tomarse de las manos y empezar a recitar en voz baja.

"Tú que existes desde antes que el mismo universo existiera, tu que fluyes con todos nosotros y que nos acompañas hasta el final de nuestros días... Chrono Atemporal."

Antes de que terminaran de recitar, Electra desenvaino su espada y arremetió contra ambas, pero antes de que esta estuviera lo suficientemente cerca, una luz emergió de Selene y Taygeta, lo cual indicaba que su trabajo estaba hecho.

—Nuestro trabajo está terminado, ahora descansen hermanas que el nuevo mundo nos espera con los brazos abiertos.

El resultado de aquellas palabras fue que Maia, Alcyone, Electra y Merope quedaron congeladas en el campo de batalla sin poder mover un solo dedo.

Cuando Selene y Taygeta se disponían a retirarse del campo de batalla sintieron los efectos secundarios por haber utilizado dos ritos de un poder incalculable en pocos días.

El cuerpo de ambas empezó a sufrir grandes estragos y empezaron a sudar con mucha abundancia, las piernas empezaron a fallarles y cayeron al suelo sin poder hacer nada.

—Maldición... —Murmuró Selene antes de caer desmayada completamente al suelo.

~

Al mismo tiempo en otro lado del campo de batalla, Adrián que acababa de salvar a Lucius de su inevitable final consiguió que Atlas se desconcertara por unos segundos y lo aprovechó para seguir con su plan.

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