Capítulo 47 : Recuerda

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—"A pesar de que conseguí deshacerme de unos enemigos tan formidables... me siento vacío. Hace mucho tiempo que no siento nada y solo vivo para satisfacer mi ambición, si tan solo no hubiera pasado eso, nada de esto tendría que estar pasando, sin embargo, alguien tiene que hacer lo que los demás no se atreven, este siempre será mi pecado y ahora que me encuentro inconsciente vagando por mis memorias aquella noche se vuelve más clara"—.

25 años antes de los acontecimientos actuales, diez kilómetros al norte de la frontera de Gilbrar.

—Desde hace algunas horas los movimientos en la frontera han cesado, parece que el enemigo se ha replegado a la ciudad más cercana, creo que es momento de hacer lo mismo y dejar que nuestras tropas descansen un poco.

El antiguo comandante de Prima Tellus y líder del ejército, un hombre de aproximadamente cuarenta y ocho años de edad ordenaba la retirada momentánea de las tropas establecidas en el sur del reino.

—Por cierto, Rein, Han ustedes dos quédense un momento más, tengo algo que charlar con ustedes dos. Lucius, tu y tus compañeros por favor sigan mis indicaciones.

Los jóvenes hermanos que en ese entonces tenían alrededor de veinticinco años esperaron la retirada de sus camaradas para oír lo que sea que tenían que mencionarles.

—¿No crees que es un poco extraño hermano? ¿Qué tendrá que decirnos el comandante?

—No lo se Han, pero si nos pidió que nos quedáramos supongo que ha de ser algo de suma importancia.

Ya que la mayoría de los hombres se habían retirado y solo quedaban algunos cuantos, el jefe del ejército les hizo una señal a los hermanos y estos fueron tras él.

A las afueras del campamento un joven Lucius y sus camaradas regresaban al bosque.

—Esperen, olvide algo en el campamento.

Uno de los caballeros se mostraba algo inquieto, así que Lucius se acercó y le pregunto qué era lo que tenía, este le explico su situación, pero el joven Vanheim le dijo que mejor esperara hasta el siguiente día para regresar, no obstante, el inquieto compañero se rehusó y se devolvió sin importarle el consejo.

—Capitán, voy a acompañar a ese idiota, no quiero que se meta en problemas si el comandante se da cuenta.

—Que sea rápido.

Los dos partieron devuelta al campamento mientras el joven Lucius le reprochaba a su compañero su falta de atención.

—Iré al grano, necesito que ustedes dos se dirigían a la ciudad más cercana a la frontera del enemigo, es una misión que solo puedo encargárselas a ustedes dos; el porqué de la misma es clasificado, tómenlo como una misión de reconocimiento, cualquier anomalía que vean háganmelo saber.

Ambos hermanos se observaron por un segundo y asintieron haciendo una reverencia a su comandante.

—Por supuesto, no lo defraudáremos.

Minutos antes

—Ya llegamos, iré rápidamente por mis cosas, tu espérame aquí.

Mientras que esperaba a su compañero, Lucius se dedicó a vigilar la zona, en caso de que algún superior los viera; aunque no pareciese haber alguien por la zona decidido dar un rondín por si acaso y al avanzar algunos metros escucho un par de voces.

—Yo se lo que te digo, el comandante planea algo extraño, es muy raro que tras nuestra intensa vigilancia en la frontera de repente decidiera que nos retirásemos, debe haber algo que no nos quiere decir y esos dos jóvenes talentosos fueron llamados a una reunión secreta, me pregunto si tendrá algo que ver con los rumores de las últimas semanas.

—¿Rumores? —Se pregunto así mismo el joven que los espiaba.

Los caballeros que se encontraban hablando a escondidas se callaron por un minuto para después seguir con su charla.

—Se dice que están en busca de algún tipo de reliquia del mundo antiguo, cual será su uso, aun nadie lo sabe, pero tengo la ligera sospecha de que esta lucha es por algo más grande, algo que se escapa de nuestro entendimiento y será mejor mantenernos alejados de esto antes de que todo explote.

Tras aquellas últimas palabras ambos se retiraron del sitio.

Lucius, decidido a saber más sobre el tema, se adentró más en la zona militarizada y cuando este se encontraba a punto de llegar a la carpa del comandante, observo dos siluetas conocidas dirigiéndose al sur de su posición, así que se dispuso a seguirlos sigilosamente.

Tras seguirlos por algunos metros, los perdió de vista, pero cuando menos lo pensaba ambos se encontraban a su espalda.

—¿Que se supone que haces? No te han dicho que espiar es una falta grave para personas como nosotros, si el comandante se enterara a saber que podría hacerte. —Han le menciono con un tono grave.

—Siento tomarlos de imprevisto, pero escuche a dos guardias hablar sobre un tema que podría ser interesante y después los vi a ustedes dos, así que simplemente los seguí sin siquiera pensarlo.

Rein realizo un largo suspiro y se acercó a Lucius, lo tomo de su hombro, después hizo un gesto con la mirada para indicarle que regresara por donde vino.

—Supongo que es lo que hare, pero aun así hay algo que me huele mal en esto, sé que no me incumbe, no obstante, he de suponer que ya están al tanto sobre lo que los guardias mencionan a escondidas en el campamento.

Reacio a escuchar las palabras de su compañero, Rein lo volvió a incitar a que se retirara del lugar.

—No nos importan los rumores Lucius, solo debemos cumplir la ordenes que se nos indican al pie de la letra, cualquier acto sospechoso de nuestra parte podría llegar a ser un acto de traición para nuestro reino, así que retírate, si no tendré que hacerlo por las malas.

Sin mencionar alguna palabra el joven se dio media vuelta y se retiró.

—Tal vez fuiste un poco duro con él, al menos debimos dejarlo hablar. —Han menciono a su hermano, intentado de que sea un poco más amable.

—Lo que digas, será mejor que apuremos nuestro paso, quiero llegar a nuestro destino antes de que llegue el amanecer.

Sin siquiera pensar en la posibilidad de que Lucius aun siguiera ahí emprendieron su camino hacia el territorio enemigo, en busca de lo que sea que estuviese en juego.

El Deseo Del SaberDonde viven las historias. Descúbrelo ahora