Después de meses, finalmente Deidara ya puede dibujar como lo imaginó en su mente, quedaba sastifecho con cada dibujo y todavía no puede agradecer como se debe al Uchiha, por eso quería darle un dibujo pero cada vez que quería hacerlo se quedaba en blanco, es como si toda su inspiración se fuera lejos para volver en el momento menos indicado.
Ahora tienen una linda amistad, puede que el pelinegro no hable mucho y la sea más serio pero al rubio no le importaba mientras sienta su presencia cerca de él es suficiente. La variedad de veces se comunican al través del dibujo, sacando varios sonrojo como sonrisas, es como un lenguaje de ellos.
El rubio está tan concentrado en el regalo para Itachi que se cae una hoja sobre él, algo confundido, lo agarra para ver que es un dibujo de él.
Itachi: espero que te guste.
Deidara: ¡¿Qué?!-chilla, mirando a un costado donde el cierto azabache se sienta sin mirarlo, abriendo su libro.-¡Me asustaste hum!
Itachi: ¿Te gustó?
Deidara: si hum...-susurra, mirando el dibujo donde está firmado en una esquina, haciendo que se sonroje un poco.-yo no tengo nada.
Itachi: mientras estés a mi lado, no me importa lo material.
Con solo esa frases encendió todo el rostro del Namikaze, después de eso se mantuvieron en silencio, un leyendo con tranquilidad y el otro tratando que no le vea el rostro y progresar en el dibujo.
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Chico1: escuché que Uchiha-san se junta últimamente con Namikaze-san.
Chico2: ¿Se dieron cuenta que ese rubio se ve tan femenino?-se recuesta en su asiento, colocando los pies sobre el pupitre y escucha las risas de sus tres compañeros de clases.-¿Será gay?
Chico1: amigo no digas eso.-un escalofrío recorre en su cuerpo mientras se sienta sobre un pupitre.-yo me siento a su lado.
Chico3: cuidado que podría violarte.
Chico2: yo creo que Uchiha-san será el violado.
Todos empiezan a reírse, después de todo estaban solos en el aula y nadie podría escucharlos o eso creían, un cierto rubio escuchaba todo, apretando fuerte sus cuadernos antes de empezar a correr la salida.
Solo volvió para buscar algo que se olvidó pero lo hará mañana, ahora quería alejarse de esas risas de sus compañeros que lastiman su corazón.
El azabache estaba recostado sobre un poste de luz, esperando a su amigo para ir juntos. Levanta la mirada al escucha pasos que rápidamente se acercan a él pero solo pasó de largo, es su amigo Deidara quien corría sin siquiera mirarlo, haciendo que desconcierte un poco el mayor.
Itachi: ¡Deidara
Seguía corriendo, al límite que sus piernas lo permiten. Itachi no entendía el por que lo hace, su mente hacia preguntas pero la única conclusión que llegó es que se le hacia tarde para llegar a su casa.
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Itachi: ¿Qué te pasa?
Le preguntó apenas lo encontró en la biblioteca, el rubio solo buscaba un libro para la tarea pendiente que tendría que dar mañana. El rubio solo escoge los hombros, recibiendo un suspiro del azabache, este último pasaba su mano sobre su cabeza, mirando otro lado unos segundos antes de cruzar sus hermosos ojos azules.
Itachi: ha pasado días, no vas a verme y se puede decir que me evitas.
Deidara: y-yo n-
Itachi: ahorrate las típicas palabras de negación que usan todos.-lo acorrala contra el estante de libros, poniendo las manos a cada lado para que no se escape y se acerca un poco más al rostro.-solo dime.
El silencio reinó en segundos, Deidara no tenía pensado decir las palabras de los demás, sabía que su amigo no le importaba pero él si, no quiero arruinar la reputación de azabache, no quería eso para su único amigo. Itachi lo miraba fijo, esperando que esos labios carnosos y suaves se separen para que diga una palabra pero la paciencia se le agotó muy rápido.
Itachi: bien.-se aleja un poco pero igual lo mantiene acorralado, no pensaba soltarlo todavía.-no me digas, tarde o temprano lo sabré. Deidara, solo no me ignores o te juro que te mantendré una correa si es necesario.
Deidara: rumores.-el pelinegro levanta una ceja por lo dicho, el rubio suspira hondo antes de seguir.-¿No escuchaste los rumores de mi hum?
Itachi: si.-una simple respuesta que sorprendió a su amigo quien lo mira con los ojos tan abiertos.-¿Y?
Deidara: ¿Cómo que y?-se contenía para no gritar en un lugar inapropiado, aprieta más el libro y frunce el ceño.-arruina tu reputación.
Itachi: no me importa eso.-escoge los hombros, sonriendo de lado.-por lo que veo no te molesta que uno de los rumores digan que eres gay, ¿Lo eres?
Deidara: no idiota hum.
Itachi: una lastima.-finge estar doliendo. Deidara trataba de entender la palabra, hasta que siente la respiración del mayor, chocando en su rostro.-por que yo me enamoré de ti.
En ese momento su mente se quedó en blanco, no sabía que decir, estaba tan cerca y el escenario no ayudaba mucho, ya saben, las ventanas abiertas, dejando que ingrese el viento que mueve las cortinas con lentitud, la luz del atardecer chocaba en el rostro del mayor y pequeños pétalos Asakura caigan al suelo, un escenario digno del romance ¿No?
Lo que más lo dejó shockeado es al sentir los labios de Itachi contra él, dejando sentir ese sabor dulce y un cosquilleo que recorría todo el cuerpo. Itachi con su mano derecha, acaricia la mejilla del rubio. Ambos corazones empiezan a latir con fuerza y rapidez.
Al separarse, se miran a los ojos, el mayor no dejaba de acariciar su piel, regalando una sonrisa que nunca mostró, un gesto que solo su hermano menor Sasuke conocía.
Itachi: no me importa que pienses o lo que digan los demás, quiero estar contigo ¿Entiendes?
El rubio solo asiente mientras entre sus cuadernos saca una hoja, extendiéndolo a él y así mostrar un dibujo hermoso de un cuervo, haciendo que este último se sorprenda por solo unos segundos antes de agarrarlo.
Deidara: si no te gusta, tiralo hum.
Itachi: me encanta.
La cara del rubio parecía un tómate, valió la pena estar noches despierto y finalmente una idea pasó en su mente, nunca sabría el por qué esa ave, solo una voz en su interior dijo que lo haga por que Itachi le encantaría, lo que no sabía es que cualquier dibujo que sea de ese rubio, el azabache le encantaría por que es de la persona que ama.
Amaba el arte de Deidara.
