Pov Autora:
Itachi nunca pensó que terminaría en este problema, creyó que su destino estaría en el infierno cuando su hermano menor terminara con su vida, volver a ver esas almas que no le dejarían descansar por la eternidad.
Pero su destino no era ese.
Terminó enamorado de la persona que nunca pensó sentir algo por él, un mocoso que solo se dedicó a odiarlo por obligarlo a estar en una organización. Deidara es su pilar de su vida, si alguien se ánima a destruirlo, Itachi se haría cargo de mostrar a todos que nadie molesta a un Uchiha. Después de la guerra, ambos se unieron en matrimonio, uno pequeño que minimo cinco personas estaban presentes y fueron testigos, después llegó los niños, cada uno con personalidades diferentes, sus sueños, deseos, es la combinación de sus padres.
Hoy cumplían 15 años de casados, tiene que ser perfecto, pensó el Uchiha y ahora patriarca del clan casi extinto, camina por las calles, viendo cada tienda para buscar el objeto que sea signo para su amado. Los primeros días de "paz" fueron varios días de juzgado, estar encerrado en sus celdas correspondientes por separado, fue lo peor para ambos aunque más para Deidara quien no controla su temperamento, años trabajando para la aldea como forma de pagar sus pecados y separase de su rubio...
La gota que derramo el vaso.
Saco sus sentimientos, expresó en frente de los superiores y eso hizo que el orgullo que tenía el Uchiha en ese momento se fue, todo por su amado.
Itachi: ahg-coloca una mano en su cabeza y otra en la cintura, la búsqueda del regalo perfecto se esta volviendo frustrante para nuestro personaje-esto es peor que estar atrás de las rejas por tres años.
¿?: ¿Pasa algo Itachi-Kun?-el nombrado se da media vuelta para encontrarse con su cuñada, es la ultima persona que quiere ver en estos momentos-¿Necesitas ayuda?
Itachi: no-lo que me faltaba, mantiene su expresión serio y cortante, él quiere encontrar el regalo sin ayuda-
Sakura: lo estaba buscando por que Deidara me dijo que llegue a la casa antes que oscurezca-el mayor confirma con la cabeza-adios Itachi-Kun.
El peli negro solo retoma su camino, todavía no aceptaba del todo que esa chica fuera la esposa de su hermanito, preferiría mil veces que este con el Hokage actual, Uzumaki Naruto, viene de un gran Clan, no es loco por su hermano y podrían buscar la forma d-
Deja de caminar al mirar algo que le llamó su atención o mejor dicho alguien, desde lejos un joven que no debe pasar a los 30 años, tiene puesto una gorra que tapa sus ojos aunque esta concentrado en su retrato, pintando sin que nadie lo moleste, la curiosidad del Uchiha era grande que sin darse cuenta esta detrás del artista, admirando su dibujo que es la torre del Hokage con las caras de ellos, las personas, los edificio de su alrededor, todo es perfecto.
Ya sé que puedo regalarle, sonríe de lado por ese pensamiento por unos segundos, mira al pintor quien terminó su trabajo hace unos segundos.
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.Abre la puerta de su casa que esta silenciosa y eso es raro ya que siempre sus hijos rompen la tranquilidad del hogar, se quita sus zapatos mientras deja algunas compras que hizo, solo agarra una caja que esta forrado de color negro con un moño amarillo, camina por el corto pasillo. Deidara esta sentado en el sofá con las piernas cruzadas como la diva que es, el mayor sonríe al verlo mientras se acerca, sabia que le dará un sermón y de paso un buen golpe.
Itachi: lo siento por llegar tarde-se sienta al lado de su pareja-
Deidara: son las 20:38-levanta una ceja-es raro que justo hoy tengas que venir tarde.
Itachi: tengo un buen motivo-le extiende la caja en frente del menor, este solo ladea la cabeza mientras agarra el objeto-feliz aniversario.
Deidara: te acordaste -susurra, dejando el obsequio en sus piernas para después abrirlo lentamente-esto...-mira que es un dibujo de ellos con sus hijos-es hermoso-lo agarra para admirarlo más-pero...-desvía la mirada algo triste-no tengo nada para darte ya que tra-trate de cocinar y...
Itachi: no es necesario-sonríe aunque algo preocupado por lo que hizo en SU cocina-estoy contigo y eso es lo que importa.
Deidara no puso evitar probar una vez más esos labios que lo vuelve adicto, deja el retrato a un lado para colocarse en las piernas del mayor sin romper el beso, tenían una batalla para saber quien iba a ganar, las grandes y pálidas manos recorren la espalda del rubio. Itachi hizo un movimiento para que su pareja estuviera abajo suyo, reparte varios besos en el cuello de su artista.
Itachi: ¿Y los niños?-susurra, quitando su remera para volver a besar su piel-
Deidara: solo-muerde sus labios inferiores para ahogar su gemido, cierra los ojos y acaricia el pelo de su amante-olvida a todos.
Tal como dijo, itachi se dedicaba desnudarlo, haciendo caso lo que dijo su pareja. No necesitaba un objeto para mostrar lo que siente, ellos podían demostrarlo.
Y esta noche no era la decepción.