pov Autora:
Han pasado años desde que la cuarta guerra shinobi ha finalizado, muchos tratan de recuperarse, tratan de ser fuertes por sus seres queridos que han caído en batalla, promesas de que harán un futuro mejor para las familias...
Pero no todos tienen la misma suerte de tener ese pensamiento.
Un bosque donde solo hay una cabaña, se escuchan gritos, sollozos de un niño, donde varios golpes secos se escuchan desde afuera. Un hermoso niño pelo negro como sus ojos, tez clara, tan flaco que parecía ver sus huesos. Llora desconsoladamente mientras el Hombre grande y robusto, le da patadas con todas sus fuerzas, el menor sabía que no pararía hasta verlo sangrar, no es la primera vez que es abusado de esa forma pero le gustaría evitarlo.
Cuando finalmente el hombre se fue, el niño arrastrándose, llega hacia un pequeño robo que tiene sólo un brazo, abrazandolo con desesperación, necesitaba el calor de alguien, una muestra de cariño. Uchiha Shisui, un niño que fue abandona por sus padres, sabía su identidad, sabía las historias de sus progenitores, su "cuidador" le contaba con desprecio de como sus padres acabó con su esposa e hijo pero el no tiene la culpa en nada, él no puede creer que esos sujetos que son sus padres le dejarían con ese hombre, viviendo los abusos todos los días.
.
.
.
.
.
♡
.
.
.
.
.Shisui no podía creer lo que está viendo, no podía mover su cuerpo, el miedo se ha apoderado en él, trataba de respirar con normalidad pero le era imposible, todo lo que veía es ese color carmín que tanto odiaba, ese líquido viscoso que salía del cuerpo sin vida de aquel hombre que tango abusaba. No sabia cuanto tiempo estaba en el suelo pero lo importante es saber por qué ese robot agarró un fierro con la punta puntiaguda, atravesando en su pecho, justo en el corazón.
El pequeño ni siquiera reaccionó cuando unos ninjas ingresaron en esa cabaña, tampoco entendía que estaban haciendo ahí cuando no hay nadie habitando cerca. Solo lo agarraron para alejarlo del muerto y de ese robot.
10 años después...
Finalmente pudo salir de esas rejas donde los niños que cometieron crimen, no merecían tener libertad. Su condena ya fue cumplida y eso significa que podría tener una vida tranquila aunque su consciencia decía que tenia un deber y lo iba a cumplir.
Abre la puerta maltratada de madera, viendo el desorden de la cabaña de su infancia, las cosas desordenadas que nunca fueron movida, el polvo de los años.Las lágrimas se hacen presentes, el maldito peso sobre su cuerpo como el dolor en su pecho se hace presente, deja la mochila donde tiene sus pocas pertenecías a un lado, camina lentamente hacia el sofá, donde se encuentra el robot oxidado, sus manos tiemblan al agarrar la cabeza.
Un esqueleto.
Es lo que vio al quitar la cabeza de metal, rompe el llanto mientras lo abraza con fuerzas, gritando con desesperación, pidiendo perdón, se arrodilla al suelo sin dejar de perdílo, necesitaba una señal o algo que le haga saber.
Desvía la mirada, viendo el suelo una foto, se separa un poco y lo agarra, era él y su hermano menor, el niño quien no tenía piernas, tampoco un brazo. En la guerra, desgraciadamente una bomba explotó cerca de ellos, Shisui no tuvo heridas fuertes pero su hermano...no tenía esa suerte, era apenas un bebé y su cuerpo estaba tan roto que necesitaba cuidados, no podía caminar y le faltaba un brazo. El maltratador tuvo que ponerlo ese maldito traje de metal para no verlo, tampoco podía hablar.
Shisui sabía que debía cuidarlo pero al final él le salvó de ese monstruo, su hermano menor se dió cuenta de su sufrimiento y que debería aguantar para tener un techo...
Shisui: perdón hermano...perdón por dejarte que seas...
un niño de metal.