Apostemos nuestras vidas (final)

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Pov Deidara:

Animal.

Ah que hermoso tiempo, donde podía satisfacer mi obsesión por las apuestas, con solo imaginar la cara de desesperación de los demás, ¡Por satanás!, era excitante pero bueno, desgraciadamente no todo es permanente, los años pasó y ahora me encuentro aquí, en este cuarto vacío, donde miro fijo el maso de naipes...sin tener a alguien con quien apostar.

¿?: Los niños ya se durmieron tebayo.

Uzumaki Naruto.

Mi hermanastro por parte de nuestro padre, no entiendo por qué no tiene su apellido pero nunca lo pregunté. Lo miro de reojo, este se acerca con una gran sonrisa mientras se sienta en frente mío.

Yo: ¿Quieres jugar hum?

Naruto: ¿Y see el perdedor?, No gracias tebayo jeje.

Yo: tampoco soy un gran jugador.-sonrio con burla al ver su expresión como si tuviera algo en mi cara. Sinceramente no lo soy pero me doy cuenta cuando alguien me engaña.-solo quiero matar el aburrimiento.

Naruto: ya es tarde, deberías ir con tu esposo.

Es lo menos que quiero pero tiene razón, ya es tarde y mañana tengo obligaciones por la empresa. Me levanto, levanto mi mano como despedida mientras me alejo.

Me olvidaba informa que vivo con mi hermano, en una casa japonés, él recientemente es soltero y tiene un hija, mientras yo tengo a Itachi con dos niños dentro del matrimonio. No crean que estamos juntos por amor, no, él sigue atado a mi por el contrato y yo gano muchas cosas por parte de su familia para seguir apostando.

Ingreso a la habitación, doblando la remera hasta los hombros, todavía es temprano para dormir.

Yo: tuve un día aburrido.-abro el armario, buscando una caja de zapatos. Al encontrarlo, quito la tapa y agarro el objeto que usaré.-¿El tuyo fue más entretenido?

Sólo consigo un jadeo ahogado, suspiro, cerrando el armario.

Yo: lo siento hum.-camino hacia los pies de la cama y sonrío de lado.-me olvidé que no puedes hablar, Itachi.

Se encuentra recostado en la cama, esposado de manos y pies, también teniendo una mordaza para que no haga ruido innecesario. Me da algo de placer verlo así, sumiso, rompiendo su orgullo, quiero ver como súplica y cambiar ese aspecto frío que siempre muestra a los demás.

Yo: creo que necesito entretenerme y tu me ayudarás hum. Date la vuelta.

Me obedece, dejando su vista la espalda. El objeto que tengo en mis manos es un látigo, con un movimiento doy el primer golpe contra su piel, escuchando un gruñido, eso no me convence mucho, así que empiezo a darle latigazo con mayor fuerza.

Hasta que empieza a jadear.

Por satanás, con solo escucharlo y ver esa mirada, suplicando en silencio. No puedo evitar tocarme entre las piernas, sobre la tela del pantalón, es excitante.

Yo: date la vuelta.

Dejo el látigo, colocándome arriba de él, acaricio su pelo, recorriendo hacia arriba con la punta de los dedos, al llegar la zona del cuello, lo rodeo para apretarlo un poco, como ahorcándolo.

Yo: me aburres cuando no dices nada.

Le quito la mordaza, mueve su boca, puede ser por estar horas abierta. Me mira con el ceño fruncido y yo solo me dedico a sonreír.

Itachi: me hiciste perder un día de trabajo.

Yo: eres dueño de tu pobre empresa.-inclino para sentir su respiración, sin quitar la vista en sus ojos, susurrando lo siguiente.-¿O tienes alguna queja de esto?

Él solo se mantiene callado, sabe que si dice algo puede que me enoje y tendría que afrentar las consecuencias. Sonrío, dando un corto beso para después incorporarme y quitar la parte superior.

Yo: tenía pensado irnos a vivir a otro país.-dejo la ropa a un lado y sigo con los pantalones junto con el boxer.-ya me tiene arto estar aquí.

Itachi: p-

Yo: mañana buscaré un país y sacaré los boletos, nos iremos en pocos días hum.

Itachi: los niños tienen su escuela y amigos aquí, yo tengo mi trabajo, no p-

Yo: ya está dicho.

Agarro su miembro, movíendolo de arriba hacia abajo, con mi mano libre, lamo tres dedos y así colocarlo en la entrada, preparando para lo que se viene. No soy fan de esto pero ando frustaba y de una forma u otra debo sacar todo.

Cuando creo que es suficiente, me posicionó arriba de mi miembro y lentamente su pene ingresa en mi, hago una pequeña mueca por la invasión, hace meses no teníamos y la falta de costumbre se nota. Respiro hondo cuando ya está todo completo, sintiendo tan caliente.

Mi lengua ataca sus penzones, mordiendolos con fuerza, hasta sentir el sabor metálico de la sangre. No me importaba si sus gritos despierta a alguien, tampoco que alguien entre, solo quería disfrutar un poco. Sin perder más tiempo empiezo a moverme, sacando algunos gruñidos de su parte.

Yo: vamos.-hace un gesto con la boca, sonrío con malicia por eso.-¿Tanto asco te doy?

No me responder pero no importa. Sin dejar de moverme, agarro mi miembro para masturbarme, cierro los ojos al sentir el frío de los dedos, rodeando el pedazo de carne. Necesitaba esto, quitar todo lo que guardaba este tiempo por qué si no iba a explotar.

Él solo mantiene los ojos cerrados, debe ser que está pensando en algo para que pase rápido o incluso imaginándose otra persona pero si vida me pertenece.

Yo: ¿Quien es tu d-dueño hum?

Itachi: u-usted.

Yo: ¡¿Cómo?!, ¡Quiero que lo digas bien!

Itachi: ¡Te pertenezco Deidara!

Aumento las embestidas, dejando escapar pequeños gemidos. Las gotas de sudor se hace presente, el ruido de nuestras pieles se mezclan con nuestra voces y el pelo pegando en mi.

Itachi: ya...

Yo: ¿Tan rápido?, Ahg al menos espérame hum.

Aprieto la punta de mi pene, dando un cosquilleo debajo de mi vientre, avisando que se avecina el clímax. Siento algo cliente en mis paredes internas y sabía que se corrió ya que soltó un jadeo, yo no pude evitar y me vine en su panza.

Yo; no...creas que esto se termina aquí hum.

Él solo trata de recuperar la respiración como yo, salgo de su interior y así buscar las llaves de las esposas para tener más comodidad para el siguiente ronda.

Así es mi vida ahora, casado con mi mascota, tenemos mocosos y trato de buscar un buen oponente para las apuestas por que no lo voy a negar...

Soy un apostador compulsivo.

💖𝙸𝚝𝚊𝙳𝚎𝚒🍡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora