Pov Deidara:
Abro las cortinas de color verde agua, dejando que el sol entre al lugar, otro día donde tengo que aguantar a los hormonales. Soy el enfermero del instituto "Konoha", todavía no entiendo de por que la directora quiere en este instituto, antes trabajaba con mi abuelo por pocos años.
A veces odio mi trabajo por varios casos, por ejemplo: fingen estar enfermos para faltar a clases o se lastiman a propósito. Varios tratan de coquetearme pero lo único que reciben son golpes de mi parte, las chicas son otro caso, las trato con delicadeza por que en respetan y yo a ellas.
Levanto una ceja cuando escucho la puerta deslizarse, es muy temprano para que alguien este en la enfermería.
Uchiha Itachi, pienso cuando el nombrado ingresa, obvio que tiene puesto su informe negro con botones dorados. Él es muy popular entre las chicas, primero de la clase y es de clase alta, como lo odio.
Yo: ¿Necesita algo, joven Uchiha?-él se sienta en la camilla sin mirarme, ¡ese maldito siempre es orgulloso!. Me acerco a él con los brazos cruzados, esperando que se digne a decir algo por lo menos.-¿Y bien hum?
Itachi: solo quería escapar de las chicas.-esa fue la maldita respuesta, suspiro hondo para calmar la poca paciencia que tengo.-
Yo: este es una enfermería y no u-
¿?: ¡¡Deidara-san!!-una voz aguda me interrumpe, algo confundido miro a una joven que acompaña a otra que debe ser su amiga.- Hikari-san se cayó de las escaleras.
Yo: ven.-agarro a la nombraba para que se pueda sentar, veo su rodilla derecha que tiene un raspón, nada grabe por suerte.- estarás bien, ¿Te duele cuando caminas?-agarro las cosas necesarias para curarla.-
Hikari: no, Deidara-san.-me siento en frente de ella, le regalo una suave sonrisa mientras coloco su mechón de pelo hacia atrás de la oreja.-
Yo: eres muy valiente, Hikari-san.
Sus mejillas se volvieron como tomates, es mejor que siga distraiga y no escuchar sus quejas innecesarias. Suspiro al escuchar la puerta cerrarse de golpe, sé que fue el Uchiha, mejor que se largue y no me moleste en mi trabajo.
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.Termino de disfrutar mi almuerzo, hoy fue tranquilo, solo tuve dos pacientes. Tiro el envoltorio al tacho de basura, me levanto de mi asiento para dirigirme a la ventaba, la abro y respiro hondo al sentir el suave viento, golpeando mi cara, es una agradable sensación. Inclino la cabeza a un lado al ver un pequeño grupo de estudiantes afuera, que yo sepa falta algunos minutos para que termine las primeras clases, es el grupo del Uchiha quien solo se mantiene callado, escuchando las conversaciones de sus amigos, a veces me cuesta saber que tiene amistades cuando su actitud es fría y calculadora.
Me dirijo a la camilla mas cercana para sentarme al borde, bajo la mirada, apretando mis puños, últimamente me duele la cabeza y mi hermano menor me estaba molestando que baya a ver un doctor. Me recuesto y cierto los ojos, por hay pueda calmar el dolor con una pequeña siesta.
Pero como si el mundo estuviera en mi contra, no puedo tener un segundo de paz.
Siento un peso en mis piernas, abro lentamente para encontrarme con...
Yo: ¿Uchiha?-lo que me faltaba, el niño mimado molestándome además ¿Cómo diablos llegó rápido a la enfermería si hace unos minutos lo vi afuera?-¿Qué quieres hum?
Él solo me mira a los ojos en silencio, haciendo que me incomode un poco, quiero levantarme pero su mano en mi pecho me lo impide, ¿Qué quiere ahora este niño mimado?, iba a preguntar pero saca su corbata de una forma ¿sensual?, esto me esta confundiendo.