El único para mí [EUNSAN]

Capítulo 35 | "Ayúdame..."

— EunWoo ha de estar adentro... —el menor aguantaba sus ganas de entrar corriendo en aquella casa.

Los oficiales se dirigían a rodear aquella casa, armados y en completa discreción, empezaba la operación, entrarían de golpe y MoonBin protector llevo a sus amigos detrás de una de las tantas patrullas siendo esto como precaución si algo malo llegara a pasar.

Los chicos solo observaban como uno a uno de los oficiales se adentraba en aquella casa, la preocupación y los nervios eran evidentes en ellos, pasaron unos largos y tortuosos minutos hasta que observaron salir a algunos oficiales.

— Que paso... —preguntaba preocupado MJ ya que el menor se encontraba sin palabras ante la situación.

— No encontramos a nadie adentro, examinamos toda la casa y no encontramos pertenencias, se escaparon —comunico decepcionado el oficial al mando.

Los chicos empezaban a desesperarse, la preocupación y el miedo a no encontrar a su amigo era inimaginable, el menor se empezaba a preguntar... "¿que acaso nunca podremos ser felices?" "EunWoo puede estar en cualquier parte del mundo..."

— Quiero verlo... —Sanha soltó sin darse cuenta, sin embargo, ya nada le importaba, la tristeza y nostalgia invadía su corazón— quiero abrazarlo, amarlo, hacerle reír, quiero sentir su calor... —decía estás palabras arrodillándose para abrazarse a si mismo, este sería su último paso, cada vez perdía las esperanzas de volver a verlo, era como sentirlo morir dentro suyo— quiero que regrese... —y sin más callo una solitaria lágrima.

MoonBin comprendía su dolor, los problemas que tuvieron ambos no pudieron resolverse, no hubo un perdón aceptado, ni una última caricia, si tan solo hubieran sabido que sería su último encuentro, ni un te quiero de despedida, estaban obligados a separarse, ya no era cosa de ellos, el destino sabrá si juntarlos de nuevo, si su amor es lo suficientemente fuerte para resistir tantas adversidades.

— ¡Chicos ya está el desayuno! —llamaba MoonBin a sus compañeros, quien rápidamente bajaron.

— Lo volveré a decir, ese bendito sol es el mejor despertador —decía en modo de queja Rocky.

— Ya acostúmbrate, además solo tendrás que aguantarlo unas semanas —dijo en modo de consuelo MJ para luego todos sentarse a comer.

Observando desde su asiento, el menor se encontraba mirando a la ventana más cercana viendo como las aves pasaban delante de esta, mostrando el hermoso paisaje... París, los chicos se encontraban de vacaciones después de años de arduo trabajo, quien pensaría que ya habían pasado tres años desde el secuestro de Eunwoo, las investigaciones nunca se detuvieron, nunca dejaron de buscarlo, pero el tiempo pasaba volando, las esperanzas ya eran mínimas, habían aprendido a vivir con aquella preocupación, ellos también tenían una vida, si no continuaban con su carrera como grupo quedarían desamparados. Y que paso durante estos años... MJ y JinJin se volvieron muy cercanos y casi inseparables, MoonBin era el favorito de Rocky, ya que siempre estaba ayudándolo y a veces molestándolo, pero parece que ambos lo disfrutan, sin embargo, el menor apenas continuaba con su vida, estaba feliz por sus amigos pero para el era difícil olvidar a su primer amor, tuvo suerte de tener un gran apoyo como MoonBin pero no era el mismo de antes, sin Eunwoo sentía su vida caer lentamente.

MoonBin observaba al menor notando como su expresión era la misma de siempre, desganada y triste, entonces fue que se le ocurrió una idea.

— Sanha luego de comer me puedes acompañar a comprarme ropa —propuso logrando que el menor le dirigiera la mirada, cambiando esta a una mas tranquila.

— Claro hyung —soltaba el menor serenamente.

Y tal como lo acordaron, se propusieron a terminar de comer para luego cambiarse de ropa y salir en busca de una buena tienda. Caminaban relajados por las grandes calles sintiendo el agradable calor que estaba haciendo, notaron una gran cantidad de personas caminar a su alrededor, siguieron su búsqueda hasta que finalmente encontraron una tienda que había logrado llamar la atención de su amigo, se adentraron en esta observando todas las prendas, MoonBin selecciono algunas camisas.

— ¿Qué te parecen? —preguntaba MoonBin mientras extendía dos camisas para que el menor las viera mejor.

— Me gusta el estampado, te veras ardiente hyung —decía halagándolo el menor.

— Entonces me las probare —dijo para luego dirigirse a uno de los vestidores.

El menor mientras esperaba decidió mirar las prendas a su alrededor para distraerse, sin embargo, se encontró con una camisa color beige, la cual era muy parecida a una que solía usar el mayor constantemente, la nostalgia bañaba su cuerpo, se sentía como si hubiera sido ayer que se vieron a los ojos, no lo olvidaba a pesar del tiempo, sus recuerdos estaban intactos, como podría olvidarlo. Perdido en sus recuerdos caminaba mientras tocaba las camisas, no se habría dado cuenta hacia donde se dirigía hasta que se topo con alguien.

— Disculpe no me fije —dijo rápidamente el menor haciendo una reverencia para luego observar a la otra persona, al verlo se sintió extraño a pesar de solo ver sus ojos debido al cubre bocas y el gorro— Esos ojos... —pronunciaba el menor mentalmente.

— Sanha... —soltó sorprendido aquel hombre, el menor no se había equivocado, era él.

— Eres tú... —el menor sentía su corazón acelerar, no podía creerlo, sin embargo, el mayor no tardo en observar a su alrededor asegurándose de no ser visto y llevar rápidamente al menor del brazo a uno de los vestidores— Que pasa... —cuestiono en voz baja el menor al notar la gran discreción, a lo que el mayor procedió a descubrirse para mostrar su rostro.

— Sanha tienes que ayudarme, afuera de la tienda hay unos guardias que me esperan, Jihyo me tiene cautivo en su casa, estoy vigilado las veinticuatro horas del día, no debieron dejarme ir con ella —hablaba rápidamente el mayor con miedo a lo cual Sanha estaba confundido.

— De que hablas, nosotros no te dejamos ir, ella te secuestro y por su culpa perdiste la memoria —decía con desesperación el menor.

— Que... —el mayor se quedo estático, antes de poder reaccionar se escucharon unas gruesas voces cerca de donde ellos se encontraban, al parecer buscaban a alguien— son ellos, Sanha por favor ayúdame...

— Que hago...

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