Capítulo 28 | "Crisis emocional"

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•Maratón 1/?•

Sentado sobre su cama mientras sus brazos abrazaban sus piernas, escondiendo su rostro bajo sus delgados y delicados brazos. Cualquiera pensaría que el menor estaría triste o hasta incluso deprimido, sin embargo no era así, él se encontraba sin saber qué era lo que le estaba pasando, solo sabía que la única cosa que ahora divagaba solitaria por su mente era una sola oración...

— Ya... no siento nada... —fueron estas palabras las cuales el menor pudo soltar apenas audibles, dirigidas directamente desde lo más profundo de sus emociones.

Alguna vez les ha pasado que en todo ese tiempo de felicidad, aquellos momentos maravillosos se desvanecen por un simple acto, un acto que al principio te rompe el corazón, te destroza completamente y luego de tantas lágrimas, sienten un inmenso vacío en tu interior el cual te desvanece... ya no sientes nada, ni un poco de alegría, ni un poco de dolor, ni el más mínimo resentimiento o ilusión, simplemente desaparece todo, todo perdió su color...

SanHa estaba muy confundido con este extraño y nuevo sentimiento, jamás creyó que algo así se pudiera sentir.

¿Qué fue lo que trajo este sentimiento hacia el menor? ¿Dolor? ¿Decepción? ¿Qué era?

— SanHa... —aquella voz llamó la atención del menor.

— Que... —dijo el menor sin expresión alguna.

El recién llegado soltó un suspiro por la actitud del menor, sabía que era lo que estaba pasando y por eso actuó de una forma diferente a lo que es normalmente.

Se acercó a pasos ligeros hacia el menor para tomar con delicadeza su delgada muñeca.

— Ven conmigo —fueron sus palabras para luego dirigirse al exterior de la casa con el menor por detrás.

SanHa muy confundido solo se limitó a seguirlo con pasos flojos por su parte ya que no tenía ni el más mínimo ánimo. Luego de un rato llegaron, el menor observó el lugar y cuestionó.

— ¿Qué hacemos en la agencia?

— Aquí hay algo que tengo que regresarte —dijo con una sonrisa tranquilizante para luego adentrarse en el gran edificio en compañía del menor.

Cuando ambos pasaron no pudieron evitar ganarse miradas de los trabajadores, sin embargo estos siguieron con lo suyo quitándole importancia a la repentina llegada de ambos, el menor fue guiado directamente hacia una puerta la cual llevaba a los pisos subterráneos de la agencia, y por cada escalón que bajaban el menor iba recordando cuántas veces había bajado estas escaleras en su tiempo de trainee, luego estuvieron caminando por los largos pasillos, el menor no había estado por aquellos en mucho tiempo, llegaron hasta un cuarto el cual se le hacia muy familiar al menor, y lo pudo reconocer cuando encendieron las luces, era su antigua sala de ensayo en la cual había pasado días de duro entrenamiento y largas horas ensayando.

— SanHa... 

— Dime... —dijo el menor al volver a la realidad dejando sus recuerdos de lado pero al momento de dirigir su vista hacia este se sorprendió— Mi... ¿De donde la sacaste?... —cuestionó el menor al ver la guitarra que sostenía MoonBin.

— Pues... del clóset que esta por allá —dijo señalando una puerta que estaba detrás de él, ahí anteriormente se guardaban los productos de limpieza— Bueno, en realidad lo encontré hace mucho tiempo tirado debajo de un árbol en el parque de enfrente, fue el día que tuviste una fuerte discusión con tu hermano, sin querer vi toda su pelea ese día y recuerdo que te fuiste llorando dejando tu guitarra, así que decidí guardarla por si la querías de vuelta, claro estuvo demasiado tiempo guardada ya que con lo del debut y las presentaciones no llegue a regresártela... Ten... —el mayor le extendió la guitarra para que la tomara.

El menor no estaba muy seguro de si tomar o no su guitarra, ha pasado mucho tiempo desde que la tuvo tan cerca suyo y de solo verla provocaba una ola de emociones en el.

— Vamos, no me dejes así, se cuánto te encantaba tocarla y lo mucho que te relajaba —MoonBin se mostraba muy dulce queriendo ayudar al menor así que este sin persarlo más tomó su guitarra de vuelta.

— Gracias Binnie... —a pesar de que el menor no se encontraba muy feliz que digamos, logró mostrar una ligera sonrisa o al menos lo intentaba, y sin más el mayor le dio un cálido abrazo entendiendo su situación.

— Bien, ahora que ya tienes tu guitarra regresemos a casa, ya no tardara en oscurecer y hay que comer algo — mencionó MoonBin a lo cual el menor asintió y ambos regresaron a casa.

~•~

— Ahhh... Aahhh... 

— No hagas tanto ruido... —se quejaba JinJin.

— Aaahh... Porque eres tan rudo conmigo?... —se quejaba con fuerzas MJ.

— Soy gentil contigo —decía JinJin.

— ¿Ge-Gentil?... ¿Tu crees que esto es ser gentil?... Aahhh...

— Por supuesto —expresó JinJin.

— Aaahh... Ya no aguanto... —MJ estaba a punto del colapso, realmente no podía resistir más.

— Tienes que aguantar.

— No puedo... Aaahh... —se volvió a quejar MJ.

— Ya MJ, no vas a lograr nada quejándote, yo también tengo mucha hambre y no por eso ando como tu quejándome como niño berrinchudo, de seguro MoonBin ya no tarda en regresar —trato JinJin de calmar a su amigo el cual llevaba un buen rato quejándose por su gran apetito.

— Aahh... tengo hambre... mi barriga ya no aguanta! —expresaba MJ mientras se sobaba su pancita con una mueca de dolor.

En eso se escucha la puerta siendo abierta, ambos voltean a ver y ven que se trataba de SanHa y del tan esperado MoonBin.

— MoonBin!! que bueno que regresaste —dijo MJ para luego ir a abrazar al mencionado con mucho entusiasmo— no sabes como me estoy muriendo de hambre —hizo un puchero haciéndose ver adorable.

— Ya relájate —dijo MoonBin con una sonrisa por el comportamiento de su amigo— iré a preparar algo.

Luego de este MoonBin se dirigió hacia la cocina pero no pudo evitar ser seguido por MJ mientras este le hacia preguntas de qué era lo que iba a preparar y sobre todo sugerencias para la receta.

SanHa por su parte solo prosiguió a dirigirse a su habitación, mientras su amigo JinJin lo seguía con la mirada mostrando la gran curiosidad que le provocaba el menor.

Llegó a su habitación, abrió la puerta y sin importarle la presencia de quién se encontrará en el interior, solo se limitó a dejar su guitarra reposando a un lado de su cama, para luego echarse en esta y descansar un rato.

Por otra parte, EunWoo lo observaba disimuladamente, viendo como este se recostaba sobre su cama muy plácidamente, quería hablar con él pero su intención no era presionarlo, Sanha también necesitaba su espacio y tiempo para relajarse, así que tomó por decidido dejar que el menor descansará tranquilo, mañana hablaría con el.

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El único para mí [EUNSAN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora