Capítulo 29

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Las siguientes dos semanas no fueron más que llamadas por parte del empresario que estaba interesado en el crecimiento del negocio de Owen, él concurría a cenas con el señor varias veces a la semana para arreglar un par de detalles del contrato, Christian también asistía con él a dichas reuniones y aunque no había estudiado leyes Hannah aseguraba que sabia cosas que un abogado podría decir para cerciorar a un cliente debido a que su tío si era dedicado a esa profesión, Owen y yo nos veíamos con menos frecuencia, algunas noches me quedaba en su casa pero incluso después de que pasáramos una increíble velada al día siguiente se levantaba de la cama a primera hora de la mañana para irse, al principio fue algo que entendí por completo pero después se había vuelto al que no podía manejar.

—Aún recordaba la conversación que tuve con él hace unos días.

¿Te iras otra vez?

Él descolgó una camisa de su armario y comenzó a ponérsela.

Creme, tampoco me agrada esta situación.

Casi no nos vemos. tomé la sabana para cubrir mi cuerpo desnudo. ¿Sabes cuantas horas nos hemos visto esta semana? Cinco.

Me miró por encima de su hombro mientras abotonaba su camisa, su cabello castaño aun estaba despeinado debido a que anoche no había dejado de pasar mis manos por él.

Tamara...

Olvídalo. me levanté de la cama, tomé mi ropa que estaba en el suelo y después me encerré en el baño.

Me había vestido tan rápido como pude y una vez que termine salí para tomar mi bolso, no quería tener esta conversación otra vez, así que decidí que era mejor irme, pero él me tomó del brazo para que me detuviera.

Muñeca, no lo tomes así.

Levanté la cabeza para ver sus ojos.

Voy a preguntarte esto solo una vez Owen. ¿Estas comprometido en esta relación tanto como yo?

Por supuesto que sí. respondió. Pero tienes que entender que esto es importante para mí.

Y lo entiendo, pero también necesito saber que yo soy importante para ti.

Levantó su mano y acarició mi mejilla con lentitud, contempló mi rostro por unos segundos y fue suficiente para que el corazón se me acelerara.

Eres importante para mí Tamara, no sé cómo explicarte que sin ti no hay manera de que pueda volver a sonreír otra vez.

Asimilé sus palabras, las cuales hicieron que mi molestia disminuyera un poco, Owen no solía abrir su corazón muy a menudo y el hecho de que lo haya hecho en este momento me hizo entender que de verdad le importaba.

Después de aquella noche tratamos de mantenernos juntos todo el tiempo, incluso iba a casa a cenar conmigo y con el abuelo una cuantas veces, funcionó por otras dos semanas hasta que un día llamó para decirme que desafortunadamente no podría acompañarme a la boda de Ana, la decepción se apoderó de mi en un segundo, traté de sonar bien cuando le respondí que no había problema, pero si lo había, deseaba con todo el corazón que me acompañara, por suerte logré ocultar mis sentimientos muy bien.

En este momento me encontraba empacando mi ropa en una pequeña maleta, estaba ansiosa y un poco nerviosa de regresar a Nueva York, afortunadamente no me enfrentaría sola a la ciudad ya que mi abuelo me acompañará, la boda seria pasado mañana, pero teníamos que llegar esta misma tarde porque Ana nos necesitaba, nos quedaríamos un par de día, pero, aunque me emocionaba la idea de volver a verla después de casi un mes, por dentro deseaba no quedarme mucho tiempo. Owen y yo habíamos estado pasando por momentos no muy buenos y quería regresar pronto para que nuestra relación regresara a la normalidad, aunque estaba segura que esto se podía superar, no era mas que un pequeño percance que pronto desaparecería y cuando menos lo esperáramos se habría solucionado.

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