Capítulo 4

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Por más que intento bañar al perro no puedo, me paso la mano por mi frente y retiro el sudor de este mismo. No creí que este perro me odiara tanto, incluso no ha dejado que me le acerque en cuanto vio que tenía la cubeta con agua, ya debe saber que quiero bañarlo pero todo lo que hace es llevarme de un lado a otro y lo único que provoca es que me moje.

– ¡Lindo tatuaje!

Desvío mi atención del perro para ver a Christian recargado en la cerca de que no separan de los caballos, tiene su cabello rubio despeinado, lleva unos vaqueros desgastados y una camisa sin mangas de color blanco, de hecho luce muy de rancho, incluso hasta tiene una pequeño palillo en sus labios.

–No creí que fueras de las chicas que llevan tatuajes.

Me limpio las manos en mi short y tomo un profundo suspiro.

–Soy todo lo contrario a lo que crees. –me pongo las manos en las caderas. –¿Qué haces aquí?

Levanta las suyas mostrando inocencia.

–Tranquila, solo estoy aquí por Hannah, esta con tu abuelo y la estoy esperando.

Asiento.

–De hecho me quedo muy claro que no eres como yo creía...

Junto mis cejas al no entender lo que quiere decir.

–No imagine que serías el tipo de chica que se acuesta con alguien el mismo día que lo conoce.

Mi mandíbula se aprieta ante su comentario. Sabía lo que pasó entre Owen y yo aquella noche.

–Y yo que planeaba esperar –murmura pero logro escucharlo y eso solo me molesta aún más.

Sé que no es muy maduro de mi parte pero me inclino para tomar un poco de heno y arrojárselo, este se ríe ante mi acto de furia.

–No desperdicies la comida –mira al caballo café que está cerca de él, extiende la mano para acariciarlo –ellos no tienen la culpa de tus aventuras nocturnas.

–Como sigas diciendo algo de eso juro por Dios que...

–¡Christian! –Hannah camina hasta llegar a nosotros y mira algo raro a su hermano –No sabía que vendría por mi... –luego ella junta sus cejas – ¿Porque tiene heno en tu cabello?

–Larga historia –dice alejándose del caballo pero me lanza una mirada rápida. –Como sea ¿Quieres ir a comer? Tengo una vuelta al pueblo.

Hannah por alguna razón se gira para mirarme.

– ¿Quieres ir?

Primero abro mi boca pero no sale nada, luego vuelvo a cerrarla y repito el movimiento.

Christian mira su muñeca, fingiendo que ve un reloj.

– ¿Si? ¿No? Tengo tanta hambre que podría comerme el alimento del caballo.

Su comentario me hizo sonreír.

–Pues hazlo –le digo y Hannah se empieza a reír.

Christian rueda sus ojos.

–Solo debo ir a cambiarme –les aviso frotando mis manos para quitar la tierra que tengo.

–No hay tiempo –me dice Christian –vámonos.

Como no me queda de otra porque Hannah me tomo de la mano me llevo con ellos a la camioneta, antes de arrancar veo a mi abuelo asomarse por la puerta.

– ¡Me la llevo un rato! –grita el hermano de Hannah asiendo sonar el claxon.

Mi abuelo asiente y nos dice adiós con la mano.

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