Capítulo 17

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Mi cabeza era un lio en este momento y el alcohol en mi cuerpo no ayudaba mucho a manejar la situación, pero estaba segura de lo que escuché.

Los dos queríamos lo mismo, más que solo sexo, sabía que esto del trato sería un problema en el futuro, no pude evitar que mis sentimientos se involucraran y este era el resultado, actuaba como una novia loca, posesiva que quería poner al chico que le gustaba celoso, mi actitud dejaba mucho que desear pero no era mi culpa, era el alcohol, bueno, eso y que estaba enamorada del vaquero que tenía delante de mí.

–Owen...

No sabía que decir, la verdad estaba tan confundida que no pude emitir otra palabra.

–Julia fue una mujer importante en mi vida, pero cuando lo nuestro terminó decidí no volver a sentir nada por nadie, me dolió tanto que pensé que si follaba con otra su recuerdo saldría de mi mente.

No entendía por qué me decía aquello, no ayudaba mucho a aclarar mi cabeza, pero él me tomó de la mano y me volvió a ver a los ojos.

–Pero tú no te convertiste en otra chica con la que podía solo follar o desahogarme, te convertiste en algo más... lo que siento por ti, a pesar de que no le he dado un nombre es mucho más fuerte que lo que sentí por ella alguna vez.

Sus palabras definitivamente me habían quitado la respiración, solo quería besarlo y demostrarle que me sentía del mismo modo, estos dos meses no solo estaba teniendo sexo con él, si no que me estaba enamorando también.

–Y no tengo idea de donde nos llevará esto, pero quiero descubrirlo contigo.

Una lágrima resbaló por mi mejilla ¿Por qué estaba llorando? No podía creer que el alcohol provocara que fuera más sensible de lo normal, abrí la boca para responderle, pero en ese preciso instante la misma chica rubia que había estado pasando toda la noche con él se acercó y puso la mano en el brazo de Owen que ni siquiera se había dado cuenta de su presencia.

–Te estaba buscando, desapareciste tan repentinamente que creí que te habías ido. –dijo con una voz de niña inocente. – ¿Vas a llevarme a casa?

Owen soltó mi mano, miró por encima de su hombro a la chica rubia y de inmediato frunció el ceño.

–Debí imaginarlo –dije limpiando cualquier rastro de sentimiento en mi rostro.

La chica rubia enfocó su vista en mi por primera vez y arrugó la nariz mostrando su desagrado, pero ella no tenía que preocuparse, el sentimiento era mutuo.

–Tamara... –trató de tomar mi mano, pero la aparte de inmediato.

–No, no dejes que arruine tu noche, diviértanse.

Y tan rápido como mis piernas me lo permitieron salí del bar, ya no me importaba estar en ese lugar, ni siquiera emborracharme, solo quería irme a casa. No entendía porque me había dicho aquello si planeaba acostarse con la rubia esta noche, sabía que no éramos exclusivos, por el amor de dios, yo misma se lo dije, pero era tan difícil verlo con alguien más.

Estúpida, eso era lo que era, sabía que no debí bajar la guardia, estúpidos sentimientos que tuvieron que arruinarlo todo.

Me recargué en la camioneta de Christian y suspiré para tratar de tranquilizarme, no podía irme a casa sola y definitivamente no quería volver a entrar y verlo.

–Soy una mujer fuerte e independiente –me dije a mi misma. –No necesito a nadie, al diablo con Owen y con todo lo que tenga que ver.

Me incorporé y me forcé a sonreír.

– ¿Qué carajos haces aquí afuera?

Levanté la cabeza y vi a Hannah salir del bar con una botella medio vacía en su mano, entrecerró sus ojos para poder verme a través de la poca iluminación y se acercó de inmediato.

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