Me repetía una y mil veces que esto tenía que ser más sencillo con el pasar del tiempo, confié en que sería así pero los animales no cooperan mucho a la hora de que los alimente, sobre todos los caballos que son los que me asustan.
Cuando he terminado de darle a cada uno su alimento de reojo veo a Perry caminar en mi dirección, retrocedo dos pasos por inercia pero él sigue avanzando hasta que decidí no moverme, si iba a morderme pues no servía de mucho que le diera vueltas al asunto, que lo hiciera y ya.
El olfatea mis pies y gruñe, mis manos se cierran con fuerza formando puños y luego el levanta la cabeza para verme, mi corazón se ha disparado de un momento a otro.
–Perrito bonito –digo entre dientes para que no me lastime. –No vas a morderme ¿verdad?
Dios mío, donde he terminado... le estoy hablando a un perro.
Luego sin previo aviso se impulsa son sus dos patas traseras y me empuja de modo que caigo de sentón en la tierra, y se coloca sobre mí, cierro los ojos y ahogo un grito, va a morderme. Carajo, lo sabía, los animales me odian.
Espero unos segundos el impacto pero cuando no siento nada me obligo a abrir un ojo y veo a Perry sentado en mi regazo y con la cabeza de lado como diciendo "¿A esta que le pasa?"
– ¿No vas a morderme?
Perry se levanta y camina un poco hasta que llega a mi rostro y me empieza a lamer la cara, me río y lo acaricio.
–Ya, ya tranquilo.
Pero el sigue lamiendo mis mejillas así que le rasco detrás de las orejas para que deje de hacerlo, lo hago a un lado y me levanto del suelo no sin antes acariciar su cabeza, al parecer tengo un nuevo amigo.
– ¡Tamiiii!
Levanto la cabeza de golpe al escuchar a mi abuelo, salgo corriendo del establo y tan rápido como me lo permiten mis pies entro a casa.
–Aquí estoy, abuelo... –busco por toda la sala y la cocina y no lo veo, mi corazón se acelera aún más. – ¿Abuelo?
–Aquí hija –mi abuelo sale de su habitación, nota mi preocupación y sonríe. –Estoy bien es solo que quería pedirte ayuda, no puedo abrir el frasco.
Me enseña el frasco de pastillas y yo suspiro de alivio, había imaginado otra cosa... no sé, que se había caído de algún lado o que le había ocurrido otra cosa, me alegra saber que solo necesita ayuda con su frasco.
Lo abro y luego lo veo dirigirse a la cocina por un vaso con agua.
– ¿Necesitas ayuda para otra cosa? –pregunto antes de que regrese al establo.
Me he dejado las croquetas allí y posiblemente Perry ya se las está comiendo.
–No hija, es todo.
Asiento y camino hacia la puerta pero me detengo a ver a Owen parado al final de los escalones mirando en mi dirección.
– ¿Qué haces aquí?
–Buenos días a ti también –sube los escalones que nos separaban y retrocedo un paso para verle, es más alto que yo.
Cruzo los brazos y lo miro frunciendo el ceño.
– ¿Qué? –pregunta él levantando las cejas. – ¿No soy bienvenido? Si quieres puedo irme...
–Sería lo mejor –le digo pero solo sonríe.
–Vengo a hablar con tu abuelo –mira hacia el interior de la casa y luego nuevamente en mi dirección. –Negocios, ya sabes.
–Él no tiene negocios contigo.
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Más Cerca. (+21)
RomanceAl escuchar el nombre de Owen Jones todos saben que significa problemas. Eso es precisamente lo que las chicas quieren evitar pero él es un hombre insistente, testarudo y demasiado atractivo, con la llegada de Tamara al pueblo y un par de copas desp...