Capítulo 15

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–En fin, la razón por la que estamos aquí es porque en un par de horas comenzará la carrera de caballos.

Miré a Hannah que me sonrió con evidente alegría.

–Será la primera vez que iras a una ¿no es así? –me tomó de la mano y asentí. –estupendo, te divertirás mucho.

–Lo olvidé por completo –dijo Owen pasándose la mano por su barba, se veía preocupado.

–Qué raro –dijo Christian levantando una de sus cejas. –Tú nunca olvidas nada.

Luego por algún motivo su vista se fijó en mí.

–Oh, ya entiendo.

– ¿Entiendes qué? –preguntó Owen mirándolo fijamente y él levantó las manos.

–Nada, nada.

Se dio la vuelta y se puso a ver los juguetes para mascotas, Hannah rodó los ojos y me llevó detrás del mostrador.

–Tengo que solucionar muchas cosas ¡mierda! ¿Cómo se me pudo haber olvidado?

Owen volvió a reprimirse a sí mismo y me di cuenta que Christian lo veía por encima de su hombro con una sonrisa sin que este se diera cuenta.

– ¿Puedes quedarte con Tamara y ayudarla con las ventas? –miró a Hannah que asintió sin dudar.

Ella me puso una mano sobre el hombro.

–Esto va a ser una locura.

– ¿Qué va a ser una locura? –pregunté con preocupación.

–Chris, nos vamos –dijo Owen caminando hacia la puerta.

–Lo sabía –murmura él y luego nos señala con su dedo índice. –Nos vemos en un rato.

Y salió de la tienda para luego subir al igual que Owen a su camioneta e irse, de inmediato giré la cabeza para encontrarme con la mirada de Hannah.

– ¿Qué pasa? ¿Por qué de pronto todo el mundo se movilizó?

–Ay, mi pequeña chica de ciudad –sonrió tomándome por los hombros y yo la miré con los ojos entrecerrados, no me gustaba que me llamara así. –Lo que sucede es que hoy es una fecha importante para el pueblo, fue el día en el que fue fundado y para celebrar hacen una feria, hay carrera de caballos, rodeos, pasteles de carne y tartas, todo el mundo anda por ahí como si fuera cuatro de julio y te encantará.

Me senté en mi silla y ella se cruzó de brazos al mismo tiempo que se recargó en el mostrador.

–Eso significa que vendrá mucha gente por alimento para los animales que estarán en la feria.

Me puse las manos en la cara y ella se rio.

–No te preocupes, cerraras temprano.

–Eso espero –dije quitándome las manos de la cara. –Ayer fue un infierno, mis pies todavía lo recienten.

Ella sonrió y se pasó la mano por el cabello rubio antes de preguntarme si había comido algo ya que ayer no pude cenar porque me quede dormida, cuando supo que mi respuesta era negativa salió de la tienda para ir a comprar comida, maté el tiempo enviándole mensajes de felicitaciones a Joel, Hannah llegó veinte minutos después al igual que nuestro primer cliente del día, comíamos cada que teníamos oportunidad pues las personas llegaban con más frecuencia y fue cuando me di cuenta que ella no había mentido respecto a la gente que vendría a comprar alimento.

Un par de horas más tarde cuando salió el ultimo cliente de la manada que había entrado Hannah se apresuró en voltear el letrero para que se dieran cuenta que estaba cerrado, se recargó sobre la puerta y soltó un suspiro.

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