Capítulo 22

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–Que gusto verte, Owen. Ha pasado mucho tiempo.

La pelirroja sonrió mostrando sus dientes, ella tenía unas piernas largas y torneadas que resaltaban con ese vestido beige, sobre todo su escote que no dejaba mucho a la imaginación.

–Si.

Fue todo lo que respondió él.

La verdad no sabía cómo actuar, ni siquiera que pensar, todo de lo que era consciente es que la ex de mi ahora novio estaba de pie frente a mi luciendo como una maldita diosa, era inevitable sentirse inferior a ella.

–No recordaba que fueras tan descortés... –la chica puso sus ojos verdes en mí y de pronto me sentí atrapada. –No me has presentado a tu nueva amiga.

Owen ladeó un poco su cabeza como si tratara de descifrar que era lo que ella pretendía.

–No tengo por qué hacerlo.

Julia ni siquiera parpadeo al notar la intensa mirada que le dirigía Owen, ella simplemente estaba de pie ahí en medio de la tienda mirándome fijamente.

–Así que los rumores eran ciertos... –Owen la miró en silencio. –conseguiste remplazarme muy rápido.

Mi mandíbula se tensó en cuanto la escuché decir aquello, apreté mis puños bajo el mostrador tratando de calmar la sensación que estaba colándose en mi pecho.

–No había a nadie a quien remplazar. –respondió él con simpleza.

Owen tampoco estaba contento con su visita y sobre todo con lo que salía de su boca, al igual que yo.

La comisura derecha de su boca se elevó en una sonrisa divertida y levantó su mano para retirar un mechón de su rostro, fue entonces cuando me di cuenta que tenía un anillo de diamante en su dedo anular, Owen frunció el ceño mirando lo mismo que yo.

– ¿Por qué aun lo conservas?

–Tú me lo diste.

Sentí un dolor en mi pecho, justo en mi corazón.

–Eso fue antes, ahora es solo un anillo vacío.

Ella bajó la mirada hacia su dedo y después me miró.

–Me gusta.

Sabía perfectamente lo que estaba haciendo, quería provocarme, quería hacerme ver que Owen la prefirió a ella primero, pero estaba muy equivocada si creía que me iba a intimidar con sus indirectas, si creía que me haría sentir mal, yo podía hacerla sentir peor.

– ¿Quién eres tú?

Ella entrecerró sus ojos y pude darme cuenta que le disgustó escuchar mi voz, sobre todo que no supiera quien era ella, aunque claramente lo sabía.

–Soy la prometida de Owen.

–Ex querrás decir.

–Tamara. –Owen me llamó, pero lo ignoré porque esto estaba siendo muy divertido para mí.

–Oh. –asentí mientras movía mi cabeza afirmativamente. –Ahora lo recuerdo, tu fuiste quien lo engañó ¿verdad?

Sus fosas nasales se abrieron un poco y sonreí al ver que estaba enfadada. Era tan satisfactorio verla así, lo que daría por tomarle una foto ahora mismo y enmarcarla.

–Y tú eres mi remplazo. –fingió una sonrisa. –Y por lo que veo con muy poco amor propio.

–Discúlpame. –dije poniendo una mano sobre mi pecho. –pero a mí no fue a la que encontraron follando con un tipo en una habitación barata de hotel.

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