Todo estaba cambiando. Francia planeaba su Revolución. Una noble, un chico del tercer estado y los vestigios de un antiguo régimen que se estaba transformando.
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—¿Inglaterra?— se preguntó más para sí misma. Aún no podía creer que iba a dejar Francia y hacer un muy largo viaje—¿Crees que logremos hacerlo?
Lyon asintió, aunque él también estaba un poco inseguro, no quería asustarla tampoco. Él solía viajar junto con su padre por lo cuál tenía experiencia, lo que en realidad le preocupaba era ella.
—Lo más difícil va a ser salir de aquí sin que te reconozcan— admitió, le fue inevitable soltar un suspiro pesado.
Estaba seguro que así como ya se había escuchado en todo lugar respecto a las inconformidades y planes contra el rey, se había escuchado respecto a su huida. Era hija de duques por lo cuál aquello no podía ser algo que se pasara por alto. Aunque tampoco iba a ser algo que sucediera de la noche a la mañana; las noticias no se esparcían con rapidez, no había una manera de informar a todo el pueblo francés, pero ya había pasado tiempo desde ese suceso. Era casi totalmente seguro que ya se sabía.
—Usaré capa y me cubriré la cara con mi cabello. Además, no saben con exactitud cómo soy físicamente, no se darán cuenta.
Eso era muy probable. A menos que la hubiesen retratado y pegado los anuncios, no sabrían como era.
Lyon respiró poco más tranquilo. Eso era cierto, pero también era cierto que eso era posible; con tantos soldados y tanto poder que tenían sus padres, tal vez si los habían repartido. Pero esa solo era otra duda de las mil que le surgían. Cuando una se respondía, le llegaban otras muchas. Nunca se había sentido tan inseguro en una decisión.
¿Cómo pasarían las noches? Aunque pudiese pagar un lugar ¿Cómo estaría seguro qué encontraría uno? ¿Y si tenían problemas al intentar navegar? ¿Si alguien les robaba en su camino? ¿Cuánto tiempo duraría el trayecto? ¿Qué sucedería una vez que llegaran?
—Todo va a estar bien— Clarisse puso su mano sobre la de él para reconfortarlo.
No había otra forma. Además, ya había aceptado hacerlo. Prefería intentarlo y fallar a rendirse.
—Me hubiera gustado que las cosas fueran distintas— Clarisse admitió y él alzó la mirada con curiosidad— Que yo fuera tu amiga desde hace mucho como tú con Aimeé, que viviera aquí en el pueblo y no tuviera nada que ver con la nobleza.
Lyon sonrió al imaginar el escenario.
—O que yo fuera de la nobleza, así podría haberte acompañado, hubiéramos crecido juntos. Y no tuvieses que haberte alejado de tus padres y pasado por todo lo que pasaste.
—Así hubiera tenido con quien estar en los bailes también.
Eso hubiese sido un alivio y de solo imaginarlo, le agradaba. Le agradaba imaginarse caminando por los pasillos del palacio junto con él o en las fiestas, seguramente le hubiesen parecido mucho menos incómodas.
