Intertwined-Tom Holland

Forty Six

Narra Andy:
Siendo honesta no había podido pegar un ojo en toda la noche, me sentía mal por haberle hablado así a Tom. Sí, él quizá me ocultó el hecho de tener que ir a otro país, pero es su trabajo, yo sabía a que me enfrentaba al escoger como novio a una celebridad. Pero creo que algo en mí enfureció, quizá no con Tom tal cual, sino que con la vida; que sin duda nos había dado una montaña rusa de emociones. Porque claro que no tenía sentido que tengamos relaciones una noche y que a la otra estemos sin hablarnos, pero supongo que así es esto...

Me senté a desayunar junto con los Holland, me daba algo de vergüenza el que Tom aún no estuviera allí, pero tampoco podía quedarme encerrada en la habitación hasta que él bajara.

Justo cuando Nikki estaba a punto de hablar un: "buenos días" la interrumpió.

-Hijo estás despierto... - agregó Dominic al ver como Tom se sentaba en la silla vacía junto a Harry, justo enfrente mío. Me miró de reojo pero no sostuvo contacto visual conmigo ni siquiera 5 segundos.

-Bueno es que hoy tengo que ir a ver unas cosas del trabajo. Además tengo que llevar a Andy a la universidad... - comentó Tom llamando mi atención después de escuchar mi nombre. Ahora yo lo miré. Pero él tenía la vista en su plato.

-No es necesario, no quiero que te desvíes por mi culpa... - comenté logrando que todos me miraran asombrados. Asumo que pensaban que por lo que él había dicho nos habíamos arreglado, pero no era así.

-No es ninguna molestia, eres mi novia después de todo... - comentó y en su rostro se formó una media sonrisa. Algo forzada, pero parecía ser en son de paz.

Todos siguieron desayunando y cambiando de tema lo más frecuentemente posible, se notaba a leguas que los incomodaba nuestra pelea, pero decidí seguirles la corriente y Tom también.

Una vez que terminamos de desayunar, fui hasta la habitación de huéspedes para recoger mis cosas, aparentemente Tom sí me llevaría a la escuela, yo lógicamente no podía hacer mucho al respecto, o me vería mal enfrente de su familia (y no quiero armarles otro numerito como el de ayer).
Ya lista fui a la sala donde él se encontraba sentado mirando algo en su celular. Tosí para llamar su atención.

-¿Lista? - me miró para después levantarse de su asiento.

-Sip- dije mientras tomaba mi bolso.

-Deja me despido y enseguida nos vamos- no sabía descifrar su tono de voz, no parecía molesto, pero tampoco estaba feliz, era muy neutral. Asentí para indicarle que lo esperaría.
Ambos habíamos dicho adiós a su familia y ya estábamos en el auto, rumbo a mi campus. El silencio reinaba por completo, ni siquiera el ruido de la radio en el fondo era suficiente para llenar esta tensión.

En cuanto estuvimos frente a mi edificio, desabroché mi cinturón y estaba a punto de abrir la puerta para salir, pero Tom tomó mi mano para detenerme.

-Yo lo hago... - parecía incómodo aún, pero no refuté nada. Bajó del auto y lo rodeó para ayudarme a salir. Tomó el bolso que yo llevaba cargando en mis piernas y espero a que yo cerrará la puerta del auto.

-Bueno, debo subir a dejar mis cosas... Nos vemos luego. - comenté mientras intentaba arrebatarle mi bolso de las manos, él se hizo para atrás.

-Yo lo subo. - dijo firme, honestamente me dio algo de miedo negarme, así que de nuevo solo asentí.

Subimos a mi dormitorio y una vez dentro Tom dejó mi maleta sobre la silla de mi pequeño escritorio. Nos miramos un rato, pero ninguno habló. Estaba a punto de preguntarle sí ya se iría pero nuevamente se me adelantó.

-Sé bien que estamos peleados, pero no quería irme a trabajar sin hablarte... - comentó ahora sí mirándome a los ojos. Se reflejaba en ellos arrepentimiento, así que me decidí a escucharlo. -No justifico mi comportamiento de anoche, pero creo que ambos reaccionamos mal... - tenía razón, pero no se lo diría.

-Mira Tom, quiero desempacar y darme una ducha, así que creo que lo mejor sería que ambos nos "enfríemos"... - dije sonando algo seca, él por alguna razón se acercó a mí. Yo me quedé helada y como estatua. Tomó mi mano suavemente y con miedo de que yo fuera a reaccionar mal, pero no lo hice, simplemente la apreté.
Me miró a los ojos y yo le sonreí. No estaba feliz con él, pero no quería estar peleados todo el día. Nos mantuvimos así hasta que la sensación de incomodidad se transformó en necesidad. Sin darnos cuenta nos abalanzamos encima del otro, besándonos con desenfreno. Nuestras lenguas parecían estar en guerra en lugar de en armonía, era un beso agresivo a decir verdad. Como si todo el enojo de ayer se estuviera manifestando aquí. Caminamos sin separarnos hasta mi cama, y cuando topé con el borde, Tom me empujó levemente para recostarnos en ella. El beso no disminuía su intensidad, yo pasaba mis manos por su cabello y él mantenía las suyas por debajo de mi blusa, acariciando mi espalda.
Me levanté un poco para lograr sacar mi blusa más fácil, Tom me miró con los ojos llenos de deseo y como acto seguido el se quitó la camisa. Pasé mis manos por su abdomen lentamente, él cerró los ojos.

-Esto no está bien-dije entre besos.

-Lo sé, tenemos que hablarlo... Y esto no es solución al problema- respondió mientras daba besos húmedos en mi cuello. Ahogué un leve gemido y él gruñó en respuesta.

-Te irás y esto no cambia nada... - comenté entre jadeos.

-Lo sé, pero déjame disfrutarlo. - dijo para después buscar el cierre de mi pantalón y deshacerse de este. Posteriormente yo hice lo mismo, y la siguiente cosa que supe es que toda nuestra ropa estaba regada por el suelo de mi habitación.

Había pasado un buen rato, y Tom y yo seguíamos recostados sobre mi cama, yo con mi cabeza descansando en su torso desnudo y él acariciando mi brazo con la yema de sus dedos. Ninguno había dicho nada, lo único que se escuchaba eran los latidos de nuestros corazones, agitados y alborotados por lo que acababa de ocurrir.

-¿No tenías un llamado hoy?-dije temiendo que se quebrara la pequeña burbuja en la que estábamos. Me miró.

-Sí, pero no debo estar ahí hasta dentro de 1 hora... - dijo para después besarme la frente.- además prefiero admirar esta imagen que está frente a mí... - sonrió y provocó que me sonrojara.

-Tom... Yo... - intenté hablar, pero un enorme nudo se formó en mi garganta.

-Lo sé... Yo también te amo, y lamento mucho que tuvieras que enterarte de mi nuevo empleo de esta manera. - por mi mejilla se coló una lágrima. Él la limpió con el dorso de su mano.

-En realidad iba a decirte que no puedo creer que tuviéramos sexo en mi dormitorio cuando se supone que no debo dejar entrar a nadie... - dije risueña para aligerar el momento, él rió.

-Fuimos bastante discretos a decir verdad... No se comparó a lo del fin de semana... - agregó con un tono coqueto, yo golpeé su hombro.

Nos vestimos luego de unos minutos de simplemente disfrutar de la presencia del otro. Aún no me quedaba muy claro si esto había sido una especie de disculpa, pero me sentía satisfecha.

Acompañé a Tom a la entrada y me despedí de él, sabía que todavía no se iría de aquí, así que obligué a mi corazón a no sentirse tan desanimado... Nos despedimos con un tierno beso, corto, pero lleno de sentimiento. Miré como se alejaba en su auto e intenté despejar mi mente de la idea de que esta sería nuestra última vez "juntos"... Porque la siguiente sería para verlo volar en un avión con rumbo a Cleveland...