Thirty Five

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Nota: No soy muy buena hablando de temas un poco más subidos de tono, pero sí me gustaría advertir que este capítulo tiene un lenguaje un poco más inapropiado que los anteriores, ya que en esos sólo se hacían algunas insinuaciones, pero en este caso las palabras sí serán un poco explícitas. Si eso las incomoda son libres de no leerlo, no me gustaría que se sintieran extrañas leyendo.

No podía conciliar el sueño, en mi mente rondaba una y otra vez el rostro de Tom al decirle que no haríamos nada, se había ido a dormir sin decirme nada más que un: "descansa" .
Cuando logré quedarme dormida la luz del amanecer ya empezaba a asomarse por las ventanas. Maldije para mis adentros pues no había descansado casi nada. Pero todo eso no importó cuando al girarme para buscar a Tom este no estaba, no había abierto los ojos, pero la cama no era lo suficientemente grande como para que sí se movía un poco pareciera que no estaba. No quería despertar por completo, porque estaba segura de que sí abría mis ojos estos se llenarían de lágrimas. Yo comprendía que él se hubiera molestado, pero tampoco fue como que le hubiera hecho algo terrible, me parece que también tenía que entender que yo no estaba lista y no era bueno que me presionara de esa manera.
Después de debatir un rato decidí abrir mis ojos, me acomodé para sentarme y di un largo y sonoro bostezo, miré la hora en mi celular, eran alrededor de las 9:30 am, lo que significaba que quizá Tom ya estaba en alguna entrevista. Así que decidí ir al baño, me despejaría un poco para poder ponerme decente y bajar a desayunar algo al restaurante del hotel. Lavé mi rostro y al salir del baño me encontré con una bandeja que estaba puesta cuidadosamente sobre la cama. Tenía un tulipan amarillo y una nota, me acerqué para tomarlos.

"Lamento no ser el Spiderman que deseabas, pero a mí me encantaría que tú fueras mi Mary Jane..."

Era una nota que en cualquier otro contexto me hubiera parecido lo más cursi del planeta, pero por tratarse de Tom, el chico más dulce y genial que he conocido, lo aceptaré.
Retiré la tapa que cubría el desayuno y me encontré con un plato de pan francés con miel de maple y fresas, olía delicioso.

-No sabía si eso te gustaba, pero lo presentan tan bonito que aunque no lo comas se te antoja... - un Tom nervioso me tomó desprevenida. - necesitaba disculparme antes de irme a hacer cualquier cosa Andy... - se acercó a mí pero guardó su distancia, parecía temeroso a mi reacción. Fue entonces que yo di un paso al frente y me paré de puntillas para besar su mejilla, reí al ver su increíble sonrojo.
-¿Me estás imitando? - pregunté haciéndome la ofendida. Él rió apenado.
-¿Estamos bien Thompson? - preguntó esperanzado. Yo asentí ferviente y él estalló de alegría. Me tomó en sus brazos y me dio unas cuantas vueltas casi cargándome.
-De vez en cuando tu fuerza de Spiderman se manifiesta... Y eso me encanta-dije en un tono sugerente.
-No de nuevo... Recuerda que tengo trabajo que hacer, y sí me tientas así temo no llegar a mis deberes... - dijo alejándose de mí despacio. Yo suspiré rendida para después reírme.

Al terminar mi desayuno decidí leer un poco, había traído un libro que Jeremy me había recomendado hace unas semanas, el nombre estaba en francés así que por más que lo intentara, no podía pronunciarlo. Pero era entretenido, era sobre un romance que surgía en tiempos de guerra, nada muy innovador pero era bastante interesante.
Me pasé toda la mañana leyéndolo y después me senté a ver televisión, no había mucho por hacer, y aún estaba cansada por el día ajetreado de ayer, así que "flojear" un rato no me haría daño.
Tom no me había dicho nada sobre a qué hora regresaría, y como ayer acabó temprano probablemente hoy estaría hasta el tope de entrevistas y reuniones; ya que hoy era nuestro último día aquí. Lo cual me recordó que debía hacer espacio en mis maletas para lo que había comprado, que aunque no era mucho sí comprometería el peso de éstas.
Al terminar de acomodar todo comencé a pensar que más podría hacer, nada me llegaba a la mente, cerraba mis ojos para que la creatividad llegara a mí pero parecía como sí mi cabeza estuviera en un estado de relajación total. Lo único que quizá la llenaba por ahora tenía nombre y apellido, pero no estaba aquí, así que no podía hacer nada al respecto... O sí...
Mi mente comenzó a tener ciertos pensamientos impuros que sí bien me agradaban un poco, también me tensaban todo el cuerpo. Yo nunca había sentido por nadie lo que siento por Tom, jamás alguien me había puesto a considerar como sería tener relaciones, como sería fundir tu cuerpo con el de alguien más, llegar a tener un nivel de intimidad que los demás envidiarían. Era lógico que pensara de este modo, pues él era mi primer novio oficial, las mariposas en el estómago eran un efecto secundario que ya se esperaba, pero y ¿el deseo? Las ganas de querer llegar más lejos, todas esas cosas ¿también eran normales aún en tu primera relación?
No tenía una respuesta inmediata a esos cuestionamientos, pero lo que sí me quedaba claro era que Tom me hacía sentir todo y más, apesar de llevar juntos poco tiempo. Y yo sabía perfectamente cual era la única manera para saciar mi locura de manera casi instantánea, pero nunca lo había probado antes, jamás había requerido llegar a estos puntos. Obviamente me había sentido excitada por algunos chicos, como los que se ven en las películas, pero ¿qué pasaba ahora que estaba saliendo con uno de ellos? Era algo normal en una chica de mi edad el querer darse placer, ya hasta cierto punto puede que esto me ayudara a estar menos cohibida alrededor de Tom, porque aunque no me lleve muchos años de ventaja, de seguro es más experimentado que yo, porque él mismo me ha dicho que ha tenido novias antes, y no creo que sea virgen. Así que quizá se está manera yo podría ganar un poco más de confianza en mí misma. Y en caso de que no pueda, sé que Tom comprenderá que no estoy preparada para dar un paso tan grande. Porque me quiere y eso me lo ha dejado muy claro.

Intertwined-Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora