Twenty Eight

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-Ok, linda Tom ya se fue a dar una ducha a su habitación, si quieres puedes hacerlo en el baño del cuarto  de invitados-dijo Nikki amable mientras subíamos las escaleras.
-Muchas gracias Sra. Holland... - dije correspondiendo a su atención.
-Ya te dije que puedes decirme Nikki, Sra. Holland es más largo ¿no crees?-detuvo su andar y se volteó para verme. Yo asentí apenada.-ok, quedamos que ahora me dirás así-sonrío guiñándome un ojo para luego soltar una risita graciosa.-Bueno ahora te prestaré algo para que te cambies... No sé sí mi ropa te quedé pero haremos lo posible por encontrarte algo cómodo.... - la seguí hasta su habitación, me dio pena pasar así que la espere en el marco de la puerta.
-No se preocupe se... - me miró retadora pero divertida-digo Nikki... Lo que me preste estará bien.
-Creo que por aquí tengo una pijama extra... Es bastante calentita-comenzó a rebuscar en los cajones de su cómoda.
-Le agradezco mucho en serio...
-Ay linda ya te dije que no es nada... - me miró ya con un pantalón en mano-me temo que no encontré ninguna blusa, pero este pants te servirá. Y quizá te pueda dar una de las sudaderas de los chicos... Porque no creo que sus pantalones de pijama te queden-yo negué y ambas reímos.
-Bueno, tomaré esto de mientras y me daré una ducha... -dije dándome la vuelta para dirigirme al cuarto de visitas.
-Hay toallas en el baño, así que sólo te dejaré sobre la cama una playera o sudadera cuando encuentre una-dijo sonriente, su sonrisa era cálida, lo que te esperarías de un gesto amoroso de cualquier madre. Te hacía sentir feliz y cómodo. Como si este fuera mi hogar.
Bajé al cuarto de invitados y noté que había una mochila sobre la cama, no le di mucha importancia y me metí al baño. Al salir ya se encontraba en la cama la sudadera que Nikki me había prometido, así que me puse el conjunto armado (que por cierto era muy calentito) y salí para agradecerle.
-Nikki gracias por la ropa-salí sonriente y mi sonrisa creció al ver a los chicos sentados en el comedor con ella, pero me dio un poco de pena al ver ahí a Harrison también. Nunca me había visto en pijama, así que por alguna extraña razón me sentí cohibida.
-Hola Thompson-sonrió alegre el chico mencionado.
-Hola Harrison... - dije algo sonrojada.-¿cómo estás?
-Yo perfecto, pero tú pareces un tomate, ¿acaso te sorprendió mi presencia? - dijo dándose humos levantando su pecho, ya saben como macho orgulloso. Yo reí ante su actuar.
-No es eso, es sólo que... - antes de que terminará de hablar Tom apareció en la habitación, lo cual hizo que toda mi atención se centrara en él.-hola... - dije ahora sí bastante tímida.
-Hola Andy... - respondió mientras pasaba una pequeña toalla por su cabello aún humedecido por el baño. ¡Caray!... Sus risos se marcaban aún más con su cabello así, por un momento me costó trabajo hilar lo que diría después.
-¿Ya estás completamente seco? - pregunta estúpida Andrea, literalmente se está secando el cabello. Provoqué una sonrisa de pena ajena en él.
-Casi... Pero veo que tú ya lo estás, bueno a excepción de unos cuantos mechones... - dijo acercándose a mí y tomando unos rebeldes risos de mi pelo, lo hizo sin previo aviso así que me exhalté un poco.
-Tom la estás asustando, retrocede-comentó divertido Harrison. Su amigo apenado se alejó de mí.
-No me molesta, es solo que me tomó por sorpresa-una risa algo fingida escapó de mí boca, pero nadie pareció notar mi nerviosismo, o si lo hicieron decidieron ignorarlo.
Para mí fortuna el incómodo momento pasó y cenamos como si nada, bueno no mucho, porque Tom y yo no parábamos de intercambiar miradas y creo que básicamente toda la familia lo notó, éramos tan obvios que parecía descarado.
-Bueno creo que nos vamos a descansar... - dijo el padre de Tom refiriéndose a él y a Nikki.
-Nosotros también, hoy fue un día algo agitado... - dijo ahora Tom.
-¿Andy se quedará a dormir?-intervino curioso Harrison, mientras me miraba a mí y a los hermanos de Tom.
-Sip... - contesté. - fue algo de último minuto.
-Ou... Nadie me lo dijo...entonces quitaré mis cosas del cuarto de invitados. - dijo Harrison apresurado.
-¿También te quedarás?-pregunté sorprendida.
-Sí... Es sólo que la casa de los Holland me queda más cerca del aeropuerto, y es que mañana debo viajar para una sesión de fotos que tengo...pasé a verlos y Harry me ofreció quedarme... -todos miramos a Harry.
-Ey a mí no me vean... ¡¿yo como rayos iba a saber que Tom andaría de romántico y traería a Andy?!-las mejillas de ambos se tornaron carmesí ante el comentario del gemelo.
-Tom no tiene la culpa chicos, él tampoco sabía que esto pasaría... - intervino Sam-o bueno quién sabe... Quizá esto fue una artimaña suya... - dijo frotando su barbilla y mirando con sospecha a Tom.
-Chicos yo no controlo el clima... - respondió éste último con hartazgo.
-No, pero sí controlas con quién sales... Y hoy saliste con Andy así que...
-¡Bueno ya chicos! No sean infantiles y díganle a la pobre chica dónde puede dormir-intervino Dominic.
-Pues creo que los chicos tienen una bolsa de dormir porque no Harrison la toma y duerme en la sala o en la habitación de alguno de ellos. -sugirió Nikki.
-Eso suena bien... - Contestó Tom.
-Excepto que las bolsas de dormir están en casa de la abuela por que acampamos con ellos hace unos meses... - dijo Paddy rompiendo las esperanzas de todos.
-¿Todas? - preguntó Nikki estresada.
-No todas, la mía está en casa de mi amigo Trevor... - respondió el menor.
-¿Qué hace Trevor con tu bolsa? - preguntó frustrado Harry.
-Necesitaba una para ir a un campamento y se la ofrecí... - contestó Paddy completamente quitado de la pena.
-Está bien chicos dormiré en el sofá y todo resuelto. - dije finalmente.
-No, eres mi invitada y no quiero que duermas en el sofá- agregó Tom.
-¿Y yo que soy, un vagabundo que entró a la fuerza? - preguntó Harrison sarcástico.
-No, pero no eres MI invitado, eres de Harry, o al menos hoy. Así que tú duerme en el sofá y Andy dormirá en el cuarto de invitados-Tom se cruzó de brazos satisfecho al terminar su oración.
-Yo no quepo en el sofá, Andy es más pequeña... - lo miré haciéndome la ofendida.-lo siento, es la verdad...
-Oigan enserio yo no tengo problema de dormir en el sofá, es más iré por unas cobijas y listo...
-No-Harrison resopló rendido- yo dormiré en el suelo en el cuarto de alguno de los chicos, porque no quiero que Tom me asesine...
-Me parece perfecto-sonrío Sam-¿ya podemos irnos a dormir o qué rayos? - nos miró a los 3 del problema.
-Yo no tengo problema-Tom sonrió satisfecho.
-Pues... Supongo que sí reclamo esto se alargará más así que bueno... - dije desganada.

Acomodamos las cosas y Harrison improvisó un colchón con varios hedredones juntos. Se quedó en el cuarto de Paddy y yo en el de invitados.
Me fui al cuarto algo incómoda por habérselo quitado a Harrison, pero mi culpa se desvaneció cuando Tom tocó a mi puerta.
-¿Se puede? ¿O ya estás muy cansada?-me miró mientras se recargaba en el marco de esta.
-Pasa... - dije sentándome a la orilla de la cama.
-Andy quería hablar contigo sobre lo de hace unas horas...
-¿De qué hablas? - yo claramente sabía a que se refería pero necesitaba comprobar que lo que me había dicho no había sido un sueño.
-Ya sabes... Cuando dije que tú... Que tú me... Me gustabas... - no conseguía mirarme. Parecía niño pequeño.
-Ah eso... - me hice la loca.
-Sí... Quiero decirte que no quiero que estés incómoda o que te sientas obligada a responderme sólo porque fui muy directo.-explicó.
-Tom-me acerqué a él-tú también me gustas, ya te lo había dicho... Así que no me molestó tu manera de decirlo. - su gesto cambió, pareció como si su cara se iluminara.
-Está bien-rió como tonto y sus mejillas se enrojecieron.
-Descansa ya Holland, fue un día agitado... - dije posando mi mano en su hombro.
-Ok Thompson, nos vemos mañana...-se inclinó hacía mi y depositó un tierno beso en mi mejilla que me desequilibro por completo.
-Buenas noches Tom... - mi risita tonta se hizo presente.
Tom se fue y yo me sentía en las nubes, como cuando de adolescente veías al chico que te gustaba y todo se alborotaba en tu interior.
La noche transcurrió, pero yo no lograba conciliar el sueño, me sentía activa, y si agregamos que había una gran tormenta afuera, no pude pegar un ojo en un buen rato. Desde pequeña el ruido de la lluvia no me deja descansar, no entiendo porque, pero siempre me pasa. Decidí que en lugar de dar vueltas me prepararía un té o algo así, como cuando en las películas se levantan a media noche por un vaso de leche caliente. Me levanté lentamente de la cama y salí en silencio del cuarto para ir a la cocina. Al llegar encendí la luz de la cocina, sólo una de las lámparas para no despertar a nadie. Pero me sorprendí al descubrir que no estaba sola ahí.
-Tom... ¿Qué haces aquí también? - lo miré y él me sonrió con un gesto adormilado.
-No podía dormir...¿Te importa si te hago compañía? -me miró expectante.
-Claro que no... Estás en tu casa-dije divertida para luego sentarme junto suyo.

Intertwined-Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora