Después de una muy incómoda situación con Tom gracias a mis desplantes, me quedé dormida profundamente, quería descansar lo suficiente ya que al día siguiente (o según eso escuche) me darían de alta y podría irme a casa. Al despertar miré directo a mi lado, pero Tom ya no se encontraba allí, asumo que se había ido a rodar ya, además no tengo idea de que hora era bien podrían ser las 8:00 am o las 11:00 y yo no podría saberlo. Aún recostada de costado suspiré y hablé para mí misma:
-Supongo que mis tonterías lo asustaron... - expresé.
-No, más bien se fue por que tenía hambre y tú no despertabas...-una voz detrás mío provocó que me exhaltara. Giré con cuidado para ver de quién se trataba y para mí sorpresa Tom se encontraba frente mío, me miraba mientras bebía lo que parecía ser un café de alguna de las máquinas que se encontraban en los pasillos del hospital. La pena en mí comenzó a manifestarse, así que permanecí callada y observándolo. - no me asustaste ayer Thompson, solo me fui por lo que ya te dije... - sonrió cálido, yo sentí de nuevo como las mariposas revoloteaban en mi estómago(¡Dios! cómo odio ese sentimiento). Tragué saliva y decidí que debía romper mi incómodo silencio de una vez, de lo contrario Tom pensaría que estoy loca.
¿Sabes qué hora es? Acaso...¿dormí mucho?-pregunté sigilosa, casi podría decir que temía por alguna razón, escuchar su respuesta.
Tom movió su brazo para poder alzar su manga y así ver la hora en su reloj-son las 9 en punto-me informó tranquilo, yo por el otro lado no tenía ni una pizca de tranquilidad en mi cuerpo. ¿La razón? Bueno quizá por el hecho de que Tom había especificado que necesitaría un relevo a más tardar a las 9 porque debía irse a Praga a filmar, y yo no veía a nadie aquí reemplazándolo. Lo miré preocupada.
-Tom, no tenía ni idea, si me pasas mi celular que está en mi bolso le llamaré a Jeremy para ver si puede venir a cuidarme y ayudarme con el alta...-confesé revoloteando ansiosa en mi camilla. Tom rió ante mi aparente preocupación.
-Andy tranquila, mi madre ya está abajo haciendo los trámites, y yo ya avisé al director que tuve un compromiso que me haría demorarme un poco...-dijo intentando calmarme.- Ademas no pueden comenzar a filmar Spiderman sin Spiderman, ¿no crees?-me guiñó un ojo con simpatía, yo me sonrojé y asentí.
-Pero yo insisto, si tu madre ya está aquí tú deberías irte...-confesé mientras miraba mis manos que de repente se volvieron muy interesantes. No sé porqué estaba tan nerviosa, quizá era porque una pequeña parte de mí no quería que Tom se fuera, lo cual estaba mal, ya que yo sé que él debe trabajar.
-No tienes por que preocuparte, ella está apunto de subir, pero no quería irme sin despedirme...-dijo él mientras me sonreía, sentí su sinceridad y mi corazón comenzó a sentir de nuevo esa calidez.
-Qué amable de tu parte-expresé sin pensar, aunque quizá demasiado embobada, por que en cuanto noté que la madre de Tom me miraba desde la puerta con una expresión que decía: "la pequeña está enamorada", supe que mi sutilidad había sido nula.-hola Sra. Holland...-saludé fingiendo que los últimos segundos no habían pasado.
-Hola linda, ¿cómo sigue tu pierna?-preguntó mientras rodeaba a Tom con su brazo para después depositar un beso en su mejilla.
-Muy bien, gracias, bueno aún me duele, pero yo creo que podré sobrevivir-bromeé.
-Me alegra que tu actitud siga igual de positiva, y me alegra aún más decirte que te dieron tu alta, ¡hoy mismo saldrás del hospital!-expresó alegre para luego aplaudir un poco, provocándonos a Tom y a mí una pequeña risa.
-Bueno ya que todo está bien creo que puedo retirarme...-intervino Tom mientras abrazaba a su madre.-adiós Andy...-dijo para luego inclinarse hacía mí y depositar un beso en mi mejilla, yo me quedé en blanco ante su acción, y Nikki solamente miró hacía otra parte.
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Intertwined-Tom Holland
FanfictionAndrea Thompson, una chica que toda su vida ha soñado con convertirse en una figura grande dentro del mundo de la fotografía. Pero, ¿el ser alguien grande, te garantiza la fama? Su vida dará un giro de 360 grados cuando descubra que la fama es agra...