Thirty Three

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No sabía a dónde pretendía llevarme Tom, obviamente yo confío en él y sé que ya no me hará pasar un mal rato como cuando se le ocurrió la brillante idea de llevarme al gotcha.
Me había puesto mi traje de baño como él ordenó, me sentía algo apenada de que me viera con el, así que tomé un vestido cómodo y me lo puse justo encima.
Caminamos por el pasillo hasta entrar al elevador, subimos hasta lo que parecía ser el penthouse. Aparentemente en este piso había una piscina techada. Cuando llegamos ahí no pude evitar notar que el lugar estaba completamente vacío, y comprendo que quizá la mayoría de las personas que se hospedaba aquí prefieran ir a la piscina al aire libre, pero que no haya ni un alma en este piso de todos modos me parece curioso.
-Tom... - caminé al rededor de la piscina mirando el agua cristalina.
-¿Qué pasa linda? - dijo mientras dejaba unas toallas en unas sillas que se encontraban a la orilla de la piscina.
-¿Por qué no hay nadie aquí? - pregunté mirándolo expectante.
-Oh... Es que... Renté la piscina... - susurró entre dientes. Mis ojos se abrieron cual platos y mi mandíbula perforó el suelo.
-¿La... La rentaste? Pero eso, no era necesario... - confesé apenada. Ya de por sí se había ofrecido a cubrir mis gastos de viaje, y ahora hacía cosas como estas, cuando perfectamente podríamos haber nadado en la piscina que se encontraba abajo.
-Sí lo era... Ayer te abandoné todo el día, y te dije que te compensaría así que déjame consentirte por favor... - confesó mientras besaba mi frente dulcemente. Lo miré seria.
-Ya te dije que no había problema, no me abandonaste por elección propia, tenías trabajo Thomas... No quiero que gastes en mí... No me siento cómoda... - dije acariciando su cabello y enrollando sus rulos en mis dedos. Él me miró triste.
-Eres alguien muy especial y no me molesta hacer esto por ti... Esto me nace hacerlo, no eres como las demás personas que se la pasan pidiéndome favores, yo hago esto por gusto propio... - me besó pero esta vez en los labios, fue un beso fugaz pero para mí se sintió tan bien.
-Te quiero Tom, gracias por ser así conmigo... Pero la próxima, pregúntame antes de hacer cosas así... - advertí.
-Si te hubiera preguntado no hubiera sido sorpresa ¿verdad ? - alzó una ceja y yo asentí riendo, tenía un buen punto.- bueno, ya fue mucha charla, es hora de darnos un chapuzón... - dijo mientras quitaba su bata de baño y dejaba ver su torneado cuerpo y su bastante bien trabajado abdomen. Puede que me haya sorprendido un poco, y puede que él lo haya notado, pues soltó una gran carcajada y sin decir nada más se lanzó al agua. Me salpico un poco y le lancé una mirada asesina, él solo río y echo para atrás los mechones de pelo que le colgaban en el rostro. Odiaba admitirlo, pero se veía tan sexy que no podía molestarme con él.

-¿Acaso no entraras al agua? Preguntó mientras flotaba de un lado al otro mirando al techo de cristal que el lugar tenía.
-Podría, pero verte desde aquí es bastante divertido- dije juguetona.
-Vamos... El punto de venir aquí no era que me cuidaras como las mamás a sus hijos de 6 años...
-Está bien entraré pero a matarte porque me dijiste aburrida de manera implícita... - corrí hacía atrás para tomar impulso y me lancé a la piscina. Salí y quité mi cabello para poder ver a Tom, estaba a solo centímetros de mí, y me miraba fijamente.
-Eres hermosa Andy... - dijo casi sin parpadear. Mis mejillas coloradas hicieron acto de presencia y reí cuál niña pequeña.
-Tú no estás nada mal tampoco, eh... - dije acercándome más a él. Acorté la poca distancia entre nosotros y comencé a depositar pequeños besos por todo su rostro, él no se inmutó, sólo cerró sus ojos y dejó que lo besara. Después de un rato los abrió y besó mis labios, despacio, de manera dulce, podía sentir como me transmitía su calor en ese beso, poco a poco comenzamos a acercarnos a la orilla de la piscina quedando yo contra el borde. Una vez apoyada allí subí mis piernas a su cintura para rodearlo. Lo cual provocó que él me alzará un poco, dándole un mejor acceso a mi cuello, el cual no tardó en llenarse de besos. Comencé a estremecerme por su accionar y dejé caer mi cabeza hacía atrás para darle aún más permiso. De repente sentí un pequeño dolor que me hizo saltar. Tom había mordido mi cuello. Lo miré y él parecía apenado.

-Lo... Lo siento, ¿te lastimé? - sus ojos me miraban fijamente y el brillo de tristeza en ellos se notaba fácilmente. Pero en cuanto yo negué con mi cabeza su seño se relajó de nuevo.
Succionaba mi cuello, y yo no podía evitar soltar pequeños quejidos que a su vez manifestaban cierto placer por la sensación.
De alguna forma logré que ahora él quedara apoyado en donde yo estaba. Me miró con deseo en sus ojos, lo cual siendo honesta me intimidó un poco. Pero decidí concentrarme y dejar de apenarme; fue entonces que comencé a besarlo de nuevo, con urgencia, mi lengua y la suya se peleaban dentro de nuestras bocas, y cuando se separó para tomar un poco de aire fue que decidí hacer lo mismo que él me había hecho hace un rato. Primero besé su mejilla y lentamente me fui pasando al lóbulo de su oreja, lo cual provocó que él temblara.
-No... No hagas eso... Por favor... - dijo en una súplica con la voz entrecortada. Lo miré alzando una ceja.
-¿Orejas sensibles eh? Por qué a todos los chicos les pasa eso... - bufé risueña y él soltó una risita nerviosa, y se encogió de hombros en respuesta a mi duda.
-Solo no lo hagas, no sé qué será de mí si lo haces... No podré responder por mis acciones ¿sabes? - su nerviosismo me parecía adorable a decir verdad. Así que decidí dejar de torturarlo, o bueno algo así...
-Ok...me alejó de ahí... - una vez dicho eso retomamos nuestro beso y fue entonces que decidí aventurarme a besar su cuello, primero eran besos fugaces, después una que otra mordida suave, pero creo que al final algo me poseyó, porque al separarme un poco noté que después de haber hecho eso su cuello estaba lleno de pequeñas marcas rojas. Reí apenada al verlo. Él parecía no entender.
-¿Qué pasa? - preguntó confundido.- tú cara- me señaló-eres un tomate de nuevo.
-Es que... Tu... Tu cuello... - dije tartamudeando. - una carcajada salió de él.
-Eso no es nada... Qué bueno que no has visto el tuyo-dijo para sí, pero yo lo escuché de todas formas. Alarmada puse mis manos en mi cuello, rodeándolo para cubrir los... Pues... Ya saben... Los "chupe..." "Chupetones..."

Estuvimos jugando así por un rato, pero no pasamos a mayores debido a que no quería que nuestra primera vez fuera en un lugar público, aunque técnicamente él lo rentó, pero para mí sigue siendo como si todos nos vieran.

Al salir de ahí Tom me invitó a comer, pero no pudimos hacer mucho más ya que sus entrevistas de trabajo empezaban hoy en la tarde, y no podía faltar. Además me había comentado que Jake Gyllenhaal llegaba hoy para promocionar la película con él, ya que ayer solo estuvo con Jacob y me parece que con Zendaya. Yo no había podido conocerlos aún, pero Tom me había comentado que quizá hoy sería posible que cenáramos todos juntos, lo cual me pareció una gran idea... Aunque me puso un poco nerviosa, ¿tan pronto me presentaría con sus amigos? Y no sólo amigos, amigos famosos, estamos hablando de actores de talla internacional, y yo... Ok... Ahora sí me puse nerviosa...

Intertwined-Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora