Twenty Nine

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-Pues creo que deberíamos intentar dormir ahora ¿no lo crees?-me preguntó Tom después de algunos minutos, ambos habíamos terminado nuestro respectivo vaso de leche.
-Supongo-contesté después de un largo bostezo que comprobaba mi gran cansancio.
-Muy bien...-dijo Tom mientras dejaba nuestros vasos en el lavadero. Yo estaba por dirigirme al cuarto de visitas cuando un relámpago iluminó toda la cocina que se encontraba en penumbra, yo pegué un brinco sobre mi lugar y él rió por lo bajo-¿Qué pasa?-preguntó mirándome, era claro que se estaba aguantando las ganas de burlarse de mí.
-No, no es nada... Es sólo que... Me da... Me dan un poco... Un poco de miedo las tormentas es todo...-dije poniendo un mechón de cabello detrás de mi mejilla. Me sentía como niña pequeña. Estaba consciente de que mi miedo era ridículo, pero me sentí lo suficientemente confíada como para confesárselo a él.
-¿En serio? Pero sabes que nada malo pasará Andy...-dijo mirándome un poco más comprensivo.
-Eso lo sé... Es más bien que no puedo dormir con ellas, el escándalo que provocan me altera...-expliqué.
-Entonces no te asustan, sólo que prefieres dormir en silencio.
-Quizá... Ay, sólo olvídalo, perdona que te molestara, solo me iré a dormir y nos veremos en la mañana Tom, buenas noches. - me despedí pero él me detuvo.
-Espera Andy... ¿Te parece sí, sí te hago compañía hasta que te duermas?-preguntó amable.
-¿Harías eso?-pregunté, pero después negué, no podía dejar que hiciera eso, y menos él. Tenía tan pocas horas de descanso, y estoy segura de que cuando venía a su casa, quería descansar lo más posible.
-No me veas con esa cara Andy... No tienes porque sentirte culpable-dijo acercándose a mí. Puso su mano en mi hombro y yo lo miré. - yo me ofrecí, así que claro que no me parece molestia.
-Gracias... Sólo sería un rato...
Llegamos a la habitación de huéspedes y me recosté, Tom no se movía permanecía parado enfrente de la puerta. Se veía algo incómodo.
-Si quieres puedes sentarte a mi lado... - dije en voz baja. Estaba avergonzada por alguna razón.
-¿Uh? - me miró como si hubiera salido de un trance.-sí sí, me sentaré por aquí...-se puso a los pies de la cama y dejó sus brazos en su regazo. Yo reí.
-Tom no es como que te vaya a hacer algo eh... Ah no ser que tú quieras...-me miró con los ojos abiertos a más no poder.
-¡Andy no digas eso! - gritó, bueno no lo gritó por que básicamente todos en la casa dormían, fue más bien un susurro efusivo.
-No te pongas así era sólo una broma Holland... - dije lanzándole uno de los cojines que se encontraban de adorno en la cama. Él sorprentemente lo atrapó. Yo lo miré anonadada.
-¿Qué? ¿Acaso olvidas qué soy Spiderman? Debo tener buenos reflejos... - sopló en su puño alardeando.
-¿Y qué acaso Spiderman no sabe controlarse sí está sólo en una habitación con una chica?-lo miré cruzada de brazos. Alcé mi ceja para retarlo.
-Sí... Pero no cuando la chica le gusta tanto... - confesó mientras rascaba su nuca con notable timidez. Yo me quedé callada. Ahora me sentía mal por haber hecho esa clase de comentario.
-Creo que será mejor que intente dormir... - dije mientras carraspeaba, el ambiente se había tensado un poquito.
-Está bien... Yo me sentaré en el sofá que está aquí-señaló el mueble que se encontraba justo a lado de la cama.
-No es necesario, si quieres puedes recostarte aquí... - palmé el lado derecho de la cama. Tom se paró y asintió. Se recostó a mí lado pero sin cubrirse con el cobertor. Estábamos de frente pero ninguno decía nada. Sólo nos mirábamos, el único sonido que alcanzaba a percibirse eran nuestras respiraciones. Tranquilas y pausadas. Yo parpadeaba lentamente como si intentará ver mejor lo que tenía enfrente, Tom en cambio sólo suspiraba.
-Perdón por hacerte sentir incómodo-dije de la nada. Él negó con su cabeza.
-No es necesario que digas nada, yo me pongo nervioso con el simple hecho de tenerte cerca-confesó. Yo sonreí. Noté como se acercaba a mí lentamente, su mano subió hasta mi mejilla y la frotó suavemente con su dorso. Temblé ante ese aparentemente insignificante tacto. Tom hacía que algo vibrara dentro de mí, y creo que ya lo había notado.-¿Andy?
-¿Hmm?-contesté con mis ojos cerrados.
-Quiero hacer algo, pero prométeme que sí te sientes incómoda me lo dirás... - dijo en voz baja.
-Eso depende...
-¿De?
-De qué es lo que harás... - contesté apegándome aún más a él. La distancia entre nosotros era mínima. Y sin más que decir puso sus labios sobre los míos, era un beso lento y delicado, puse mis manos en sus mejillas y ahora sí la distancia era nula. Estábamos prácticamente uno sobre el otro. Pero sólo llegó a eso. El beso paró y aunque pareciera que fue breve mi corazón latía como loco. Tom abrió sus ojos y me miró, feliz, su blanca sonrisa se dejó ver. Frotó su nariz con la mía para después abrazarme y decirme que me durmiera. Yo rodeé su torso con mis brazos y recargué mi cabeza en su pecho. Ni siquiera me importaba la tormenta que había afuera. La había olvidado por completo, lo único que podía quitarme el sueño ahora era este chico.

La noche transcurrió y yo dormí como bebé, bueno sería una mentira si no dijera que fue algo nuevo dormirme abrazada de alguien... Y también si no admitiera que hubo un punto en el cual nos separamos porque ambos queríamos movernos. Pero de igual manera fue algo romántico. Ustedes créanme.
Nos despertamos al ver la luz del sol colarse por entre las cortinas. Yo casi podría jurar que escuché a los pajaritos cantar como en película de Disney (cosa que era imposible por que con este clima los pobres ni siquiera salen de sus nidos). Me giré para buscar a Tom pero al hacerlo noté que la cama estaba vacía. Me sorprendí un poco al principio, pero después razoné que quizás estaba en el baño. Me enderecé para buscar mi teléfono en el tocador junto a la cama. Lo prendí para ver la hora, eran las 9:00 am. Había dormido bastante después de anoche, espero que Tom haya descansado de la misma manera. Al dejar de nuevo mi teléfono en el tocador noté que había un pedazo de papel ahí mismo. Lo tomé porque me llamó la atención ya que no recuerdo que estuviera ahí anoche. Era una nota:

"Por obvias razones (mis hermanos y familia) tuve que salirme temprano de tu habitación, no quise despertarte así que no hice ruido, sólo quería aclarar que no huí, besos Thompson."
                              
       -Tu amigable vecino, Tom

Reí bastante al leer su nota, pero me pareció tan tierno que le perdoné el haberse ido sin decirme. Aunque obviamente yo entiendo que lo hiciera. No me puedo imaginar todas las preguntas que nos hubieran llovido si alguien lo hubiera visto salir de aquí. En fin, a continuar con mi vida como la novia secreta de Spiderman.

Intertwined-Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora