En una mano sostenía un trapo húmedo y en la otra tenía en equilibrio una olla humeante, que probablemente contenía un caldo de hierbas medicinales. Nos sonrió como si fuéramos viejas amigas.
Nos mantuvimos en silencio mientras bajaba la escalera. La maga le entregó su caldero a la mujer embarazada.—Juhyun, les he dado esto a todos los enfermos de arriba. Debería ayudar a aliviar su dolor. ¿Puedes dárselo al resto para que pueda informar al príncipe y la princesa sobre qué tipo de enfermedad es esta?
Juhyun asintió con la cabeza.—Por supuesto, gracias, lady Hyejin.
Agarró la olla y luego cruzó hacia el ala este, sus pasos creaban eco en el suelo de madera.—Así que te llamas Hyejin —le dije.
Su sonrisa desapareció y una mirada escrutadora la reemplazó.—Supuse que ibais solo un día detrás de mí. Os atrapó la tormenta, ¿verdad?
Casi le pregunté cómo había podido esquivarla cuando ella iba al menos dos horas por detrás de nosotros después de deshacerse de las arpías de gorrión, pero decidí que había cosas más importantes de las que preocuparse.
—¿Dónde está tu maestra? —pregunté por segunda vez. Ella ignoró la pregunta y continuó:
—Aunque tengo que admitir que solo esperaba a medias que pasarais por esta aldea.
—¿Y qué pretendes decir con eso? —pregunté con las manos en las caderas.
—Solo que tú, como todos los demás Reales, querrás curar esta aldea por la vía fácil, con un Beso.
Me enfurecí.
—¿La vía fácil? Un Beso de contramaldición no es fácil. Lleva años de estudio dominar los hechizos para cada enfermedad, y una vez administrado… —Me detuve antes de decir el resto: que dejaba a una princesa casi incapacitada. No quería que Byul usara eso como otra excusa para no besarme luego.
Hyejin se acercó a Byul mientras entrecerraba sus ojos.—Así que los rumores que había oído no eran ciertos. No eres una Romántica, ya que, obviamente, te has aliado con una Real. Supone una gran decepción para mí que hayas aceptado a una compañera.
—Vaya. —Byul parpadeó—. Rezo para que me perdones, mi señora. Al fin y al cabo, todo lo que he hecho en mi miserable vida ha sido para no resultar una decepción para ti.
Wheein resopló y rápidamente trató de ocultarlo con una tos.
—Qué graciosa —dijo Hyejin con el ceño fruncido, luego su mirada pasó a mí—. Esperaba que alguno de nosotros pudiera infiltrarse en su retorcido ejército y seguir manteniendo nuestras creencias, pero parece que estaba equivocada.
—Hyejin —dije, sorprendida—. ¿Eres una Romántica? —Ni siquiera sabía que existieran magos Románticos.
Ella puso los ojos en blanco.—Sí, princesa. ¿Qué harás? ¿Chivarte de mí?
—¿Por eso no tienes maestra? —le pregunté.
—A pesar de lo que tu arrogante Legión te haya hecho creer, hay magos Románticos, y sí que tengo una maestra, pero no, no está aquí. Por si no lo has notado, soy una superdotada. No necesito un tutor a cada momento de cada día.
Quizás los Románticos les daban a sus magos más manga ancha que los Reales. Aun así, resultaba extraño. Entonces escuché una tos que provenía de arriba y con una punzada de culpa me di cuenta que aquel no era el momento para interrogar a aquella chica sobre sus excentricidades.
—Háblame de la enfermedad. Queremos ayudar.
Hyejin dio un paso atrás y se sacudió las mangas. Me miró por un momento y suspiró
.
—Seguidme.
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La Princesa y La Hereje (Adaptación Moonsun)
FanfictionLa princesa Yongsun solo tiene un objetivo ganar la guerra contra las fuerzas oscuras. Su magia es la más poderosa de todos los Reales, pero necesita un compañero que la ayude a canalizarla. La princesa Byul, con su talento inigualable para la espad...