ÁNGELES

~3~

Caminé hasta Deva y Haniel, y me lancé en la grama respirando hondo, sentía un pequeño dolor en mi mejilla por el golpe que había recibido, así que cerré mis ojos sintiendo la mirada de los dos en mí.

—Estuviste fascinante.— Dijo Haniel y yo abrí mi ojo derecho para verlo y elevé mi pulgar agradeciéndole.

—¿Cómo es su tacto? ¿A qué huele? ¿Sus manos son suaves?— Deva hablaba tan rápido que tuve que abrir mis ojos y verla confundida, ella se había sentado a mi lado esperando mis respuesta a sus preguntas.

—Cálmate.— Dije sentándome y abrazando mis piernas a mi pecho mientras veía como una compañera luchaba contra un ángel de la oscuridad.

—Estoy impaciente, además le rompiste su perfecto labio tan rojo.— Murmuró con sus ojos brillosos y Haniel me miró rodando los ojos con una sonrisa divertida.

—¿Notaste su sangre?— Pregunté viéndola con atención.—Fue raro.

—¿Raro? Su sangre es normal.— Dijo Deva viéndome confundida.

—¿Es normal qué cambie de color?— Pregunté viéndola y luego miré a Haniel.

—La sangre de los ángeles de oscuridad es negra.— Dijo Haniel a mi lado y yo sólo me quedé en silencio.

—Okey, ¿Me dirás cómo se siente tocarla?—Preguntó Deva más cerca de mí y yo suspiré resignada.

—Normal, no lo sé, es muy educada.— Dije sin importancia viendo como el chico que había peleado con Haniel se acercaba hasta el entrenador de nosotros.— Pero tiene una fuerza increíble.

—Me encanta.— Dijo en un suspiro y Haniel negó viéndonos con diversión.

Deva miraba a Circe con tanto anhelo y me daba tanta diversión verla así, y Haniel lo sabía porque me miraba con complicidad.

—¿Cómo se llama?— Preguntó Deva volteando su rostro para verme.

—Circe.— Respondí.

—Algún día será mi novia.— Suspiró.

—Créeme, no tiene pinta de que le gusten las chicas.— Dijo Haniel con mucha seguridad viendo a Circe un momento.

Circe estaba sentada en la grama con su mano en su labio y veía como las dos chicas luchaban. No podía negarlo, era increíblemente bonita, hasta parecía irreal su belleza, sus gestos eran muy educados, y cada vez que el entrenador hablaba dando algunos tips de combate, ella lo miraba con mucha atención y asentía.

Aunque me parecía un poco raro, porque los ángeles de oscuridad suelen tener una apariencia oscura, sus cabellos son negros, suelen ser muy blancos, y no he conocido a ninguno que tenga los ojos azules pero de un azul celeste tan brillante como los de ella, y su cabello era blanco pero de un ceniza al mismo tiempo. Pero lo que más me llamaba su atención era su sangre, y por lo que noté, ninguno de los que estaban presentes se habían dado cuenta del color de su sangre al principio.

Quizás investigue más sobre su sangre, ya que me había creado una gran curiosidad.

...

Sentí unos movimientos bruscos en mi hombro, y me desperté un poco asustada, y vi a Deva a mi lado viéndome con una gran sonrisa.

—Bebé, levántate.— Murmuró con cierta emoción y la vi confundida.

—¿Qué hora es?— Pregunté incorporándome en la cama.

—Es medianoche, y ahora debes levantarte y alistar ese lindo culo blanco, porque Haniel nos está esperando.— Dijo levantándose de mi cama y caminando hasta el espejo viéndose.