Ella.
Me paralicé al sentir sus labios presionar los míos con suavidad, ella nos lo movió por un momento y yo mucho que menos, pero había algo en esta Circe que me hacía debilitar con su cercanía y las ganas de profundizar más el beso se hizo presente en mí.
Pero ella no sabía como hacer eso.
Sus labios suaves se alejaron un poco pero sus manos seguían en mi cintura tomándola con firmeza.
—Mi cuerpo reaccionó a ti, pero no sé como seguir besándote, nunca lo he hecho.—Dijo con cierta pena pero para nada titubeante, su porte refinado estaba muy presente.—Lamento mi mala experiencia.
—Puedo enseñarte si me lo permites.—Me ofrecí.
Es obvio que me ofrecería para algo más también.
—Y es contigo con quién quiero aprender.—Murmuró haciendo su voz aún más profunda y acercándose peligrosamente a mí.
—¿Por qué?
—Me siento extraña con tú cercanía.—Susurró.—Haces que me vuelva loca de devorarte la ropa y crear el mayor caos de mi vida con tú cuerpo desnudo.
Mierda.
¡Me encanta!
Contrólate Samay.
No dije nada, sólo envolví mis brazos alrededor de su cuello acercándome más a ella, sus ojos celestes me miraron con una profundidad que me hizo erizar la piel por completo, también hice lo mismo, porque verla se me hace espléndido.
Y volví a unir nuestros labios.
Los presioné con suavidad, ella olía tan bien, su aliento fresco era exquisito y adictivo. Abrí mis labios lentamente y comencé a moverlos con suavidad, ella me seguía el ritmo muy bien, tan bien que su lengua se introdujo en mi cavidad con una necesidad de sentir la mía, y que rico se sentía, porque su lengua estaba jodidamente caliente.
Mis dedos acariciaban su nuca suavemente mientras profundizaba más el beso.
Me tenía que colocar de puntillas un poco, siento que esta Circe es más alta que la que fue mi esposa.
Un suspiro salió de ella con suavidad y me tomó con firmeza de la cintura pegándome más a su cuerpo, y aumentó el ritmo de nuestro beso.
Pero que mierda, que rico me besaba.
Su lengua volvió a tocar la mía con dulzura y una peligrosidad que me hacía temblar las piernas, y no mentiré, estaba increíblemente excitada.
Me besó una última vez más y se separó, descansando su frente junto a la mía con sus ojos cerrados, mientras nuestras respiraciones se normalizaban.
—Que rico besas.—Susurré.
—Tú me enseñaste.
—Por eso te lo digo.
—Engreída.
Solté una pequeña risa al escucharla llamarme así, algo que hizo que sonriera un poco, porque ella era increíblemente seria, y estaba tan curiosa por conocerla más a fondo.
Nos separamos del todo, y luego el panorama cambió, volviendo a estar en el castillo donde estaba antes junto a Hades, miré a mi alrededor pero por ningún lado lo vi, y menos a las 12 Circe's.
—¿Y Hades?—Pregunté alarmada, porque no verlo me preocupaba demasiado.
—Está en el castillo, dormido.—Dijo con tranquilidad.—Vamos.

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ÁNGELES
Mystery / ThrillerÉramos efímeros en el nuevo mundo, una especie que creen leyenda en el bajo mundo, no somos unos ángeles celestiales ni nada como lo pintan ellos, los humanos. Éramos ángeles de luz y de oscuridad, ángeles de agua y de fuego, no estábamos en el nuev...