Mi esposa.
¿Cómo era eso posible? ¿Circe mi esposa?
—Estoy tan confundida.—Murmuré con mi mirada perdida en el suelo.—¿Por qué no puedo recordar nada? Es que es imposible para mí creer lo que está pasando.
—Samay, son tantas cosas, y entiendo como te sientes.—Circe se acercó a mí y tomó mis brazos con gentileza y la miré.—Iba a decirte todo esto en un momento más apropiado, pero mi padre se ha adelantado.
—¿Por qué simplemente no me dijiste la verdad cuándo nos vimos la primera vez?—Le pregunté.
—¿Sabes cuánto tiempo he estado esperando a volver a verte?—Me dijo viéndome a los ojos y esos ojos azules demostraban tanto dolor y tristeza que sentí una punzada en mi pecho.—No quería decírtelo al instante, yo sólo me desequilibré al verte, no podía creer que estabas al fin aquí.
—¿Cuánto tiempo, Circe?—Pregunté con firmeza totalmente temerosa ante su respuesta.
—300 años.—Respondió.
El aire me faltó.
Mi cuerpo se tambaleó, y ella me tomó con firmeza, mi garganta se sentía seca y mi mirada viajaba a mi alrededor viendo a todo el mundo aún paralizado.
300 años.
Eso era demasiado, demasiado para mí.
¿Qué había pasado? ¿Por qué no recordaba mi vida pasada? Es que no entiendo una mierda, de verdad quisiera volver al pasado y nunca haber pisado Lysengler.
—Tengo todo el tiempo del mundo para decirte toda la verdad.—Me dijo mientras me sostenía con firmeza de la cintura.—Pero una vez que sepas todo, te regresaré tus recuerdos y tú sabrás lo que harás.
—¿Mis recuerdos?—Pregunté confundida y ella asintió.—¿Tú tienes mis recuerdos?
—Los tengo.—Respondió y su voz sonó apagada.—Me costó muchísimo tenerlos, pero al fin los tengo y pienso devolvértelos, pero lo haré cuando sepas la verdad.
—Quiero que me lo digas.—La miré fijamente.—Pero quiero que empieces por lo nuestro.
—Por el principio.—Dijo ella cabizbaja.
—¿Somos el principio?
—Y el fin.—Me miró.—Te enseñaré todo.
—Hazlo.
Ella asintió y respiró hondo.
—Pero antes, ¿Puedo hacer algo?—Me preguntó insegura y con temor.—Deseo besarte y abrazarte una vez más.
Ella se veía triste, rota y dolorosa como nunca antes, pero esos ojos destellaban esperanzas y anhelo al verme, y eso me desequilibraba de una manera increíble.
—Te lo suplico, mi amor.—Su voz se quebró.
Mi amor.
Eso jamás lo escuché venir de ella, y sonó tan roto y desesperanzado al pronunciarlo.
—Ven.—Le dije.
Ella ni lo pensó dos veces, y se lanzó a mí con deseo, sus labios tocaron los míos de una manera suave y majestuosa, su mano izquierda fue hasta mi nuca y profundizó más el beso, mientras que su mano derecha se entrelazaba con la mía con anhelo.
Circe era sin duda el mejor beso de mi desastrosa vida, el ángel más caótico y perfecto que alguna vez he conocido, y yo sólo quería entender tantas cosas.

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ÁNGELES
Mistério / SuspenseÉramos efímeros en el nuevo mundo, una especie que creen leyenda en el bajo mundo, no somos unos ángeles celestiales ni nada como lo pintan ellos, los humanos. Éramos ángeles de luz y de oscuridad, ángeles de agua y de fuego, no estábamos en el nuev...