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¿Me sentía nerviosa?

¡Claro que me sentía nerviosa!

¡Mierda!

El rey tenía su semblante serio, su perfecto traje azul oscuro estaba impecable, sus manos entrelazadas y su mirada era ajena y molesta.

La mujer que había entrado hizo un ademán con sus manos haciendo aparecer unas sillas blancas y sentándonos de golpe, luego ella salió con ese caminar elegante y cerró la puerta dejándonos a solas con el rey.

—¿Saben el problema qué acaban de tener por ir al bajo mundo?—El rey caminó lentamente hasta nosotros y nos miró a cada uno con suma molestia.

—Antes no lo era.—Murmuró Deva y el rey la vió.

—¡Antes!—Exclamó molestó.—Estamos en el ahora, ¿Por qué creen qué cerramos el paso al bajo mundo? ¡Porque ya no era seguro!

—¿Y cómo íbamos a saberlo su majestad?—Contraatacó Haniel viéndolo sin ningún nerviosismo y Uriel lo miró estupefacto.—No se nos dijo nada sobre el peligro que había abajo.

El rey lo miró fijamente y luego suspiró.

Circe veía la escena con un semblante serio, pero bastante atenta a las expresiones del rey, Deva y Uriel si se notaban nerviosos al igual que yo, y los únicos que no tenían esos nervios eran Haniel y Circe.

Creo que están locos.

El rey desabrochó su saco y colocó sus manos en su cadera y miró al suelo.

—Hace algunos meses descubrimos algo cuando mis guardias visitaban el bajo mundo.—Comenzó hablar y nos miró.—Descubrimos que los demonios habitaban en su mundo como si fuera el de ellos, lo descubrimos porque cuando un ángel llegaba al bajo mundo, ellos lo presentían y entonces iban por ellos, por su sed de sangre, tal como les pasó a ustedes.—Pasó sus manos por su cabello en un gesto cansado.—Los demonios son poderosos, por eso al momento de ellos aparecer les hacen retener sus poderes sólo por unos minutos, eso les dan ventaja de hacer con ustedes los que quieran.

—¿Por qué no están en su mundo?—Pregunté viéndolo fijamente atenta a su respuesta.

—El mundo vacío fue destruido.—Dijo el rey y mi boca se abrió sorprendida.—No sabemos cómo sucedió, sólo sabemos que los demonios huyeron al bajo mundo, ellos están esparcidos por todas partes, poseen a los humanos cuando los humanos son vulnerables.—Me miró.—Sólo los demonios huyeron allí, más el ángel de la muerte o ángel del caos no está ahí.

—¿No saben dónde está?—Preguntó Uriel un tanto nervioso y el rey negó cabizbajo.

—Nadie lo sabe, su desaparición fue un misterio.—Dijo viéndonos.—Sé que no está aquí, porque yo siento cuando él entra a nuestro mundo, ya saben la historia, supongo que ya la vieron en clases.

Sí, ya la sabíamos mucho antes de entrar a Lysengler.

El rey Sión era el único ángel sobreviviente a los caos que sucede cuando el ángel de la muerte y sus demonios invaden nuestro mundo para destruirlo. El rey jamás muere, pero cuando destruyen el mundo, sus recuerdos desaparecen, los recuerdos de su vida pasada no existen en su memoria, y sólo lo único que recuerda en el momento del caos, es que el ángel de la muerte clava su espada en su pecho y le dice "Sólo lo hago por verte sangrar porque tú condena será jamás morir y ver a tú pueblo hundirse, Sión".

Luego el rey despierta como si nada cada 60 años después en su cama y un dolor en el pecho leve, como si todo lo qué pasó había sido una pesadilla. Por eso es el rey, por ser el único sobreviviente y capaz de entender y manejar los poderes de manera majestuosa.

ÁNGELESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora