ÁNGELES

~9~

—¿Cómo es él?— Preguntó un chico de nuestra clase mientras tenía su mano alzada llamando la atención del profesor.

Estábamos en la clase de historia, Deva estaba detrás de mí con su cabeza apoyada en el escritorio mientras dormía, y tuve que silenciar sus ronquidos para que no le llamaran la atención, y Haniel estaba a mi lado, aunque él sí estaba prestando atención a la clase al igual que yo.

El profesor se levantó de su asiento y ajustó sus lentes, y luego pulsó un botón en su control cambiando la diapositiva y mostrando una imagen de un ángel con sus alas grises, estaba sin camisa y descalzo, su rostro era blanco y sus ojos eran negros, no era un ángel real, sólo un dibujo.

—Lo describen físicamente así.— Señaló el profesor la imagen.—No sabemos realmente como es, hay ángeles que han tenido visiones con su imagen y lo describen de esa manera, visiones donde él llega y destruye nuestro mundo.

—¿Por qué siempre perdemos contra él?— Preguntó una chica.

—Él es muy poderoso.— Dijo el profesor suspirando.— No hay otro ángel tan poderoso como él para que lo destruyan, pero creemos que esta vez podremos hacerlo, hemos estado trabajando mucho los poderes de ustedes, los de sus padres, lo de nosotros, para que cuando llegue el momento podamos destruirlo.

El profesor hablaba con mucha esperanza, pero sinceramente yo no iba a caer en falsas esperanzas, no cuando se trataba del ángel de la muerte o ángel del caos.

—Profesor.— Llamé su atención levantando mi mano y él me hizo señas de que prosiguiera.—¿Por qué él siempre quiere destruir nuestro mundo y cuándo lo hace nuestro mundo resurge sesenta años después?

El profesor se apoyó contra su escritorio y luego bajó la cabeza ladeando un poco.

—Sinceramente no lo sé, Samay.— Respondió alzando su cabeza y viéndome con cierta tristeza.—Es algo que nadie sabe, un misterio sin resolver.

De verdad necesitaba respuestas a mis preguntas, y odiaba no poder tenerlas, porque necesitaba saberlo, quería entender toda esa situación, y era una mierda no tener nada.

—Por eso despierto muy temprano para practicar mis poderes y las peleas, porque cuando llegue ese día, necesito estar muy experimentado.—Murmuró Haniel cerca de mí y yo le sonreí.

El profesor siguió hablando de otras cosas de nuestro mundo, incluso habló un poco del bajo mundo y lo genial que era la tecnología de los humanos.

Luego de una hora, la clase culminó, y tuve que despertar a Deva para que saliéramos del salón.

—¿Vamos a las prácticas de vuelo?— Preguntó Deva ajustando su chaqueta.

—A eso vamos.— Dijo Haniel asintiendo.

Estaba emocionada, quería ver a ese pelirrojo.

Caminamos hasta los vestidores de chicas y Haniel hizo lo mismo con el de chicos, aunque yo acompañé a Deva porque ella era quién iba a volar y no yo. Así que esperé a que se cambiara por una ropa más deportiva, aunque ella terminó obligándome a cambiar la mía, porque dijo que le gustaba que estuviéramos combinadas.

Deva era tan infantil.

Salimos y Haniel nos estaba esperando en la salida, y luego ellos extendieron sus alas una vez que salimos del colegio, y Haniel me tomó de la cintura para luego volar hasta una pequeña montaña.

El atardecer se veía increíble desde la altura, y el sentimiento de tristeza y decepción me invadió lentamente al saber que aún no podía volar, y ojalá algún día pueda hacerlo, porque lo añoraba.