*Someone to stay* Vancouver Sleep Cinic
ARIA
Ya puedes abrir los ojos - escuché a Aiden decir. Los abrí lentamente sin saber que esperarme. Me lleve una mano a la boca.Oh
Mi
Dios
Me voy a morir ahora mismo.Estábamos en una especie de colina, el sol justo se estaba escondiendo dejando ver un contraste de colores anaranjados y rosados. Aiden había colocado una manta en el suelo y la comida alrededor.
Me gire hacia Aiden y vi que estaba nervioso, expectante a mi reacción y palabras
Acorte nuestra distancia, rodeando de su cuello con mis brazos, junte nuestros labios en un suave y dulce beso , que me hizo estremecer entera, el colocó sus manos en mis mejillas, profundizando el beso, nuestras lenguas conectaron levemente, jugando entre ellas, sonreí en medio del beso-
- Esto es precioso- dije separándome un poco
- Y tu besas jodidamente bien
Vale, no podéis ver mi cara pero parecía un tomate.
Le di un leve empujón en el hombro.
- No puedes decir esas cosas y quedarte tan ancho- cruce mis brazos
Él soltó una risas bajas, me dio un beso en la frente y cogió mi mano haciéndome bajarlas y acercándonos y sentándose en la manta, me coloqué en frente suya, con mi espalda recostada en su pecho. Aún no me acostumbraba a su contacto, no creo que llegue a hacerlo nunca. No sé cuanto tiempo estuvimos así . Pero cuando salí de mis pensamientos ya el atardecer se había ido, la noche hizo presencia y las estrellas se iluminaron, Aiden encendió unas luces cálidas que había colocado. Me gire hacia Aiden, observándolo .Me hacia sentir tan bien que daba miedo, porque sí , me gustaba.
Lo había clavado con la cita. Era una de las cosas que siempre he querido hacer pero nunca he tenido la oportunidad, por una cosa o por otra. Él no se dio cuenta de mi mirada ya que estaba muy metido en sus pensamientos.
- ¿Qué signo zodiacal eres?- pregunté curiosa.
Me miró , un tanto confuso - ¿Crees en esas cosas?
Me encogí de hombros ,tumbándome para poder observar mejor las estrellas, me daban mucha paz.
- Yo no creo que haber nacido en un mes especifico defina tu personalidad ni tu furuto- continúo.
- Pero si te puedes dar algunas características- contesté
Asintió.
- Soy Aries- contestó
- No me fastidies- dije con mucha emoción, volviéndome a sentar de golpe
- ¿Eso es bueno o malo?- dijo soltando risas por mi emoción
- DEpende, em mi opinión, sí, mucho - dije con mucha felicidad , Aiden solo siguió riéndose.- Haber adivina mi signo, aunque no creo que lo adivines porque has dicho que no crees en esas cosas- continué.
- Que no crea no significa que no sepa.
- Venga, prueba
- Sagitario
Me pare en seco, mirándole con la boca entreabierta.
- ¿¡Como lo has sabido!? - exclamé
- Ese miedo al compromiso es característico de ese solo signo.
Bajé mi mirada un poco incómoda, razón no le faltaba, volví a tumbarme para observar las estrellas. Cinco minutos después sentí como él también se tumbaba a mi lado.
-¿Conoces la leyenda de Altair y Vega?- preguntó
No- dije en un susurro
- Orihime (princesa tejedora), hija del Tenkou (rey del cielo o del universo), tejía prendas de sin igual belleza a las orillas del Amanogawa (Vía Láctea), lo cual era de gran orgullo para su padre. Un día al bajar al río conoció a Hikoboshi (pastor de bueyes), e inevitablemente se enamoraron. A pesar de intentar mantenerlo en secreto, este romance llegó a oídos del rey del cielo, quien preocupado por la felicidad de su hija decidió organizar el matrimonio.
Posterior al casamiento los amantes olvidaron sus labores y se dedicaron a su relación. Ya que Orihime no tejía para Tenkou y Hikoboshi, descuidó a los animales de los cuales se encargaba, esto provocó el enojo del rey del cielo, quien en consecuencia decidió separarlos a través de Amanogawa y les prohibió reencontrarse. Orihime desconsolada pidió a su padre poder ver a su esposo de nuevo. Tenkou conmovido les permitió verse el séptimo día del séptimo mes lunar, sin embargo, al no tener un puente para cruzar el río Orihime lloró desconsolada, llamando la atención de una bandada de urracas, que querían ayudar a la pareja a reencontrarse. Esto sucede cada año durante una noche, en la que los amantes se reencuentran antes de volver a sus obligaciones.
-¿De qué conoces está leyenda?
- Creo que deberíamos ir yéndonos, se está haciendo tarde - se levanto ignorando mi pregunta
Pestañeé confusa antes de imitarle, evite preguntarle aunque la curiosidad me estaba matando.
Bajar las escaleras definitivamente había sido más fácil que subirlas, el trayecto a caso fue en silencio con la música suave acompañándonos, no había un silencio incómodo o tenso, era tranquilo. Llegamos y Aiden me acompaño hasta la puerta de casa.
- Bueno, gracias por la cita Walther- dije nerviosa sin saber como despedirme.
¿Después de haberle besado dos veces me daba vergüenza justo ahora? SÍ
- Eso significa que he ganado- dijo con una sonrisita.
Sonreí- Eso significa que por mucho que me haya encantado, la próxima la planeo yo- contesté
- Me parece bien. Buenas noches, descansa- se giró
Me gire un poco decepcionada metiendo las llaves en el cerrojo hasta que note su mano agarrando mi cintura haciéndome girar
-Se me olvidaba algo importante -dijo haciendo énfasis en la última palabra
Y posteriormente sentí unos labios suaves y cálidos siendo presionados contra los míos con una seguridad que me hizo temblar entera por cuarta vez en el día.
Jo- der - que bien besa
- Ahora si buenas noches - dijo dándome un último pequeño beso antes de marcharse.
Me quedé. unos segundos sin poder reaccionar hasta que abrí la puerta de casa y me gire para cerrarla apoyando la frente en la puerta.
- ¿Con qué besando a un chico?- oí a una voz a mis espaldas.
______________________________________Muchísimas gracias por el apoyo , espero que os guste<3
Ig: lovving.youu
ESTÁS LEYENDO
𝑑𝑒𝑠𝑡𝑟𝑢𝑦𝑒𝑛𝑑𝑜𝑚𝑒. [TERMINADO]
RomanceAria con muros levantados por el miedo a que la destruyan. Aiden con la capacidad de destrucción más alto del condado. Porque a veces el "dejarse llevar" no es la mejor opción.