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ARIA

Confusa, me cambié lo que llevaba puesto y me puse lo primero que vi acompañado de un abrigo, no me apetecía ponerme otra cosa, no era muy tarde eran casi las ocho de la noche aunque debido al invierno se hacía de noche antes.

Estuve cinco minutos dando vueltas en mi habitación, porque la simple idea de verlo, ver esos ojos verdes después de la llamada de hace un rato, me ponía nerviosa.
Bajé a ver cómo iba mi padre y a despedirme en lo que Aiden venía.

-Mani Manitas me voy que he quedado- Rodó los ojos por mi apodo

-¿Con quién has quedado?

-Con el nuevo novio de mamá.

Mi padre se paralizó y entrecerró sus ojos, analizándome mi expresión, obvio era mentira. No me pude aguantar la risa y de tanto reír me empezó a doler la tripa.

-Estúpida - susurró mi padre.

Iba a responderle cuando me llegó un mensaje al móvil

"Baja"

-Es mentira papi, bueno me voy- dejé un beso en la mejilla y me fui.

Le vi, a lo lejos, apoyado en su coche con su mirada fija en mí, me tome la libertad de analizarlo mientras sentía como me ahogaba con cada paso que daba, no parecía enfadado, su expresión era neutra.

- Sube - me dijo abriéndome la puerta cuando llegue en frente suya manteniendo  una distancia considerada.

Evite su mirada y lo hice.

Aiden rodeó su coche y llegó a su asiento, me miró por varios segundos, supuse que esperando a que yo dijese algo, pero mi vista estaba clavada en la ventanilla. Le oí suspirar antes de poner en marcha el coche. El ambiente era asfixiante, tenso  necesitaba salir ya, bajé la ventanilla queriendo sentir el aire rozando mi cara, supe que íbamos a la colina, ya que reconocí el camino. Cuando llegamos salí inmediatamente y empecé a subir las escaleras que nos llevaban a ese sitio que tanta paz me hacía sentir, noté como Aiden imitaba mi acción detrás de mí.

Cuando llegue paré inspirando el aire tan fresco que pasaba por ahí, Aiden me adelantó y extendió una manta, después, se sentó y me miró, pidiéndome que hiciese lo mismo, dudé unos segundos pero finalmente lo hice, noté que nuestros rodillas se rozaban y aunque eso me gustaba, me obligué a separarme un poco.

-¿Llevas ignorándome todo el día por eso?

No le contesté, notaba como un nudo en mi garganta se hacía presente. Algo en mí me decía que el no había hecho nada con aquella chica, quise creer que el alejó a la chica después de su atrevimiento pero verlo me dolió mucho, no podía evitar compararme con ella y sabía que no era bueno, no quería ni me gustaba sentirme así, inferior a alguien.

Lo oí suspirar otra vez -¿Puedes hablar conmigo por favor nena?-Mi corazón empezó a acelerarse por el sobrenombre, me obligué a tragarme ese nudo.

-Termine antes las clases y me apeteció ir a verte, cuando llegué te estabas despidiendo de aquella morena, te dio un beso en la comisura de los labios- tomé aire- y después me fui- continúe

-Es solo una amiga.

Me giré hacia el, por primera vez en toda la conversación, incrédula. La tristeza se había transformado en enfado con tan solo cuatro palabras, porque aquella frase era demasiado típica.

-¿Una amiga que te da besos en la comisura de los labios?- contesté con voz dura.

- Te ves linda celosa - dijo sincero tomándome desprevenida.

𝑑𝑒𝑠𝑡𝑟𝑢𝑦𝑒𝑛𝑑𝑜𝑚𝑒. [TERMINADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora