MEGHAN
Había pasado una semana de lo de Jack, me había llamado varias veces pero lo he estado ignorando. Me encontraba en la cocina, haciendo unos brownies cuando oí el timbre sonar, sin preocuparme demasiado por mi moño mal hecho y el chándal que llevaba puesto, abrí la puerta y lo que también se abrió fue mi boca al ver a la persona que tenía enfrente.
Antes de poder reaccionar, Jack se me adelantó.
-Lo siento, lo siento mucho, nunca he estado en una relación y realmente nunca me ha gustado una chica y tú, me estás descolocado toda la vida. El día de la cita no se qué me pasó de verdad.
Lo siento.Se veía realmente arrepentido y llevaba flores y chocolate encima, me derretí, pero lo suficiente.
- ¿Y qué Jack siempre que te asustes vas a reaccionar igual?
- No, no Meghan- se apresuró a contestar- De verdad lo siento.
No tenía derecho a enfadarme con él porque no éramos nada pero me jodió muchísimo lo que hizo.
-¿Cuánto de arrepentido estás?
-Mucho- me respondió
Nos quedamos unos segundos en silenció, mirándonos, él esperando mi respuesta y yo pensando que hacer.
-Pasa
Jack esbozó una sonrisa y antes de entrar me tendió los chocolates con las flores.
-¿Qué estabas haciendo?- dijo una vez dentro, explorando mi casa.
-Brownies - caminé hacia la cocina , sacando un jarrón dónde dejar las flores.
-¿Quieres ayudarme?- pregunté
- Me vas ayudar tu a mí, soy un pastelero de cinco estrellas
-Permíteme dudarlo- solté en una carcajada.
Me miró mal y se acercó rodeándome para coger un bol, al rodearme se sostuvo de mi cintura, apretándola levemente, mi cuerpo reaccionó a su contacto supe que lo hizo con intención, al ver su sonrisa burlona
Esto no va a acabar bien.
...-Déjame probar el tuyo.
Habíamos acabado los brownies y Jack no me dejaba probar el suyo.
-No, no te mereces probar esta delicia - me contestó.
-Por favor- hice un puchero.
Rodó lo ojos- Está bien- se acercó a mí quedando justo en frente ofreciéndome un brownie.
Lo probé y cuando termine de probarlo sonreí, le había quedado muy buena.
- Es el mejor que he probado.
- No es lo mejor que yo he probado - dijo con su vista en mis labios.
Enarque la ceja- ¿Y qué es?
-La verdad es que todavía no he tenido la oportunidad de probarlo pero se que lo será - su mirada estaba fija en mis labios.
- ¿Por qué no lo haces? - decidí retarlo.
Sin previo aviso, sus labios hicieron contactos con los míos, haciéndome abrirlos por la sorpresa y aprovechando para adentrar su cálida lengua. Fue un beso desesperado, ardiente, que gritaba "sexo" por todas partes. Sus manos bajaron a mis muslos mientras mordía mi labio inferior, lo que me hizo soltar un pequeño jadeo, mis manos se colocaron en su pelo desordenándolo y tirando de él levemente. Cuando él estaba a punto de enrollar mis piernas en su cadera, reaccioné y me alejé.
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𝑑𝑒𝑠𝑡𝑟𝑢𝑦𝑒𝑛𝑑𝑜𝑚𝑒. [TERMINADO]
RomanceAria con muros levantados por el miedo a que la destruyan. Aiden con la capacidad de destrucción más alto del condado. Porque a veces el "dejarse llevar" no es la mejor opción.