Fragile- kyno
ARIA
Aiden me abrió, tenía una expresión algo aturdida, estuvimos unos minutos sin decir nada hasta que se apartó para dejarme pasar.
Lo hice, me adentré a su apartamento y cuando estaba ya en el centro del salón ,escuché como cerraba la puerta estaba dándole la espalda cuando habló.
-¿Te han cogido en la universidad de New York?
-¿Que?- pregunté inconscientemente.
-¿Estás pensando en no ir, por mí?
-¿Co-, como lo sabes?- tomé una respiración dando la vuelta, armándome de valentía para ver a esos ojos verdes.
Me miró intensamente, con una expresión llena de emociones, dolor, amor, confusión.
-Yo- Aiden - me acerqué a él.
-Creo que es mejor que nos separemos- me paré en seco, a unos pasos de él ¿había escuchado bien?
-¿qué? - pregunté cerrando los ojos, eso no era real.
Me miró con los ojos rojos apunto de echar lágrimas.
-Aiden, ¿qué?
Sentí un repentino mareo.-Aria, es mejor así, vamos a estar mínimo a 10 horas en avión, tu - suspiró- tienes que ir, estudiar y convertirte en lo que siempre quisiste ser.
-Y crees que dejándome es la mejor manera- continúe por él con la voz rota.-¿En serio estás haciendo esto?- las lágrimas ya bajaban sin parar por mis ojos.
Asintió, vi como una lágrima se deslizaba por su mejilla.
-No te voy a rogar que te quedes conmigo, lo llevo haciendo continuamente en mi vida, insistiéndole a la gente que se quedase, que no me abandonase y me he cansado, no me merezco estar rogando el amor de la gente - Sequé las lágrimas con brusquedad- Prefieres alejarme a intentarlo, piensas que la distancia es más fuerte que nuestro amor- veía borroso las lágrimas tapaban toda mi visión
-Aria - dijo pero no continuó.
-Te pedí una sola cosa desde el principio, que no me destruyeras Aiden, me prometiste que esto no terminaría con un corazón roto.
-Aria, eres mi hilo rojo. No importa lo que haya tardado en conocerte , ni importa el tiempo que pase sin verte, ni siquiera importa si vives en la otra punta del mundo: el hilo se estirará hasta el infinito pero nunca se romperá. Su dueño es el destino- dijo haciéndome retroceder a esa noche bajo las estrellas que me pidió ser su novia, la noche en que le dí mi corazón.
-Te amo Aiden, estoy enamorada de ti y no sabes cómo duele que ese sentimiento no sea correspondido - Me acerqué le cogí el brazo temblorosa para dejarle la pulsera en la palma de la mano- Dáselo a la que de verdad consideres tu hilo rojo, a la persona por la que un día estés dispuesto a luchar, a intentarlo sin importar los obstáculos- cerré la palma de su mano y me fui.
-Yo también te amo Aria
Negué - Dudo que me ames tanto- caminé hasta la puerta sintiendo como cada paso dejaba un vacío más grande en mi corazón- Solo espero que no te arrepientas de esta decisión- cerré la puerta.
Llegue a el apartamento de Blake de nuevo.
-Lo hizo, me destruyó.- sollocé sin parar sintiendo como me rodeaba con sus brazos.
AIDEN
Y la ví salir , dejando al amor de mi vida con la peor imagen de mí, conté sus pasos sintiendo como con cada uno de ellos mi corazón se rompía un pedacito más.
me sentí como la mierda, por haber dejado a mi niña, mi niñata, a la persona de la que me había enamorado, la había dejado ir como si nuestro amor en realidad no hubiese significado nada para mí, y joder si lo había hecho. Pero había echo lo correcto ¿no?.Me di la vuelta y empecé a golpear todas las cosas que veía hasta que terminé deslizándome por la pared hasta quedar sentado, recordando los momentos que había pasado con mi niñata, los bailes, los gritos, los besos, cuando me entrego su maldita primera vez , el miedo que tenía y lo afortunado que me sentí, recordé esos ojos azules.
No sé cuánto tiempo pasó, solo sabía que estaba en la cocina con la frente apoyada en la encimera cuando oí el timbre sonar, camine lentamente hacia la puerta y la abrí sin ni siquiera mirar quién había detrás. Lo siguiente que recibí fue un golpe.
-Eres un maldito estúpido- Jack me agarró del cuello de la camiseta- Te lo avisé Aiden, te dije que como la hicieras daño no respondía. -Llegó a mi casa, con las lágrimas empapando su cara y me abrazó mientras todo su cuerpo temblaba, maldita sea - Recibí otro golpe.
Estaba algo desorientado, pero le dejé golpearme, me lo merecía, porque ni yo sabia que cojones había hecho.
-Eres un cobarde Aiden, no te la mereces -negó con la cabeza, soltándome y se marchó por donde había venido, me quedé mirando a la puerta, ido, procesando lentamente la realidad.
Había destruido a mi niñata de ojos azules.
ig: lovving.youu
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𝑑𝑒𝑠𝑡𝑟𝑢𝑦𝑒𝑛𝑑𝑜𝑚𝑒. [TERMINADO]
RomanceAria con muros levantados por el miedo a que la destruyan. Aiden con la capacidad de destrucción más alto del condado. Porque a veces el "dejarse llevar" no es la mejor opción.