La respiración de Yibo se aceleró junto con los latidos de su corazón, no porque tuviera miedo, sino porque Zhan parecía sentir dolor con solo verlo y rezó para que la madre de Mo tuviera razón, aunque en ese momento parecía que sólo le hacía daño a Xiao Zhan.
El pelinegro se incorporó luchando contra los efectos de los fuertes sedantes en su sistema, tenía dificultad para enfocar su mirada, aunque sabía perfectamente de la presencia de Yibo en la habitación.
-BaoBao- murmuró Yibo quedito indeciso en acercarse o quedarse quieto. Aunque recordó las palabras de la madre de Mo: "déjalo hacer lo que desee" se quedó quieto mirando los movimientos de Zhan quien se revolvía sobre la cama con la ayuda de sus manos y brazos, gruñendo y salivando como si en verdad sólo fuera una bestia. Su cabello despeinado y sus movimientos ligeros le daban un toque felino. En el fondo de su mente, Yibo lo encontró un tanto... ¿sexy?
Apenas hubo formulado ese pensamiento los ojos rojos de Zhan se fijaron en él como si le pudiera leer el pensamiento, en menos de un segundo se lanzó de la cama cayendo sobre Yibo con fuerza derribándolo sobre el piso sacándole el aire de los pulmones por el golpe y dejándolo un tanto mareado por el fuerte impacto de su cabeza contra el suelo de madera.
Dentro de su aturdimiento Yibo sólo pudo escuchar un fuerte y profundo rugido justo al lado de su oreja, después fue consciente del fuerte agarre de las manos de Zhan sobre sus brazos impidiéndole moverse, unos segundos más tarde y para su sorpresa pudo sentir a Zhan restregarse sobre él de forma brusca.
La tela sobre sus pieles hacía una fricción casi dolorosa por la fuerza desmedida con la que Zhan se frotaba sobre su cuerpo, se restregaba sobre él como si fuera un felino en celo.
Sintiéndose limitado por la tela que cubría sus cuerpos, Zhan rasgo con la ayuda de manos y dientes las prendas superiores mientras seguía gruñendo descontrolado. Sin aviso previo sintió los dientes de Xiao Zhan clavándosele sobre el hombro izquierdo tan fuerte que pudo sentir su piel perforarse. Siseó por el dolor y trató de alejarlo, en respuesta recibió un fuerte gruñido y la intensidad de la mordida aumento al igual que el agarre en sus brazos.
Con dificultad se obligó a soportar el dolor de su hombro anhelando que Zhan no quisiera arrancarle un trozo de carne. Respirando con dificultad intentó controlar el increíble impulso de liberarse de los dientes del pelinegro, pero aquello apenas comenzaba.
Después de unos segundos Zhan liberó su mandíbula, miró la sangre emanar del cuerpo debajo de él, relamió el liquido que había quedado embarrado en sus labios y se acercó para sentir el olor característico de la sustancia escarlata, tenía un toque de sándalo y hierro, el aroma le atraía sobremanera, como si el olor le permitiera respirar libremente y calmara aquel torrente de ansiedad en su ser. Tenía una urgente necesidad de hundirse en ese cuerpo, formar una sola esencia, meterse dentro de esa piel y nadar entre la tibia sangre de aquella criatura que respiraba trabajosamente.
Yibo cerró los ojos entregándose totalmente a los deseos de Zhan, pues si su BaoBao al final terminaba en verdad matándolo, él lo aceptaría gustoso si eso era lo que quería hacer de verdad.
Unos segundos después pudo sentir la lengua de Zhan sobre la herida lamiendo y succionando la sangre volviendo a restregarse bruscamente sobre él manchando la blanca piel de su rostro dejándolo con un ardor creciente. Cada succión, cada lamida y cada rose le hacía daño.
Zhan quería más, necesitaba más. El contacto directo con la piel del castaño le brindaba cierto alivio, pero el contacto con la sangre sobre su piel, el sabor en su boca, la sensación era más que placentera. Pronto se encontró de nuevo de nuevo gruñendo y salivando, pero por un nuevo motivo, ahora se sentía excitado por lo que experimentaba. -¡Más!- gruñó desde el fondo de su garganta.
Tras haber drenado la herida de lado izquierdo se movió al derecho, lamiendo la piel y tras la mirada aterrada de Yibo, volvió a separar sus dientes hundiéndolos con fuerza.
-¡Arg!- gruñó el castaño tratando de contener la fuerza de su grito apretando sus puños cuando los dientes perforaron de nuevo su piel y la sangre comenzó a salir de su cuerpo, la cual fue succionada con avidez por el pelinegro quien lo sostenía con bastante fuerza.
El proceso se repitió de nuevo, pero para Zhan seguía siendo insuficiente. Con el rostro cubierto de sangre al igual que sus manos buscó otro lugar dónde obtener más aquel líquido espeso que le hacía vibrar.
Con su nariz recorrió un tramo de piel del pectoral derecho bien definido del castaño, el cual se movía de arriba abajo bruscamente al ritmo de la respiración de Yibo y sin más volvió a encajar sus dientes.
Cada vez la necesidad de sangre aumentaba en vez de disminuir. La ansiedad fue sustituida por una excitación creciente que no lograba ser controlada, un impulso nuevo se apoderaba de Zhan. Estaba cansado, estaba harto de no poder dominar lo que sentía, cada respiración, cada latido era dolorosa para él. Gruñía y rugía porque no podía soportar la intensidad del revoltijo de emociones dentro de sí y justo cuando creía haber encontrado algo que podría darle consuelo, aquello ahora le quemaba por dentro. Lo peor es que no podía identificar qué era exactamente lo que sentía ni como aliviarlo.
-¡Argh!- gruñó Zhan desesperado porque nada era suficiente, lagrimas emanaban de sus ojos por la frustración y sin otra opción volvió a clavar los dientes en la piel de Yibo quien lo miró con el corazón roto, porque tras los ojos rojizos y dilatados, tras el rostro grotescamente cubierto de sangre pudo ver y sentir la desazón en Zhan... en su BaoBao. Sabía que sufría y al parecer su presencia no estaba siendo de mucha ayuda.
Ahora cada herida hecha por los dientes de Zhan quedaba cubierta por saliva y lagrimas de este. Cada vez el dolor de una nueva mordida arrancaba un gruñido del castaño quien sólo se sentía inútil e insuficiente. "Esto no está funcionando" concluyó Yibo cuando un rugido sordo emanó de la garganta de Zhan, ¿Cuánto tiempo más iba a durar aquella tortura para ambos?
Sintiéndolo al borde del colapso, cuando Zhan se movió cerca de su garganta para volver a clavar sus dientes Yibo lo tomó del rostro apenas soportando el ardor de las heridas en sus brazos. Zhan trató de liberarse del agarre, pero ahora ambos se encontraban débiles y exhaustos. Si este iba a ser el final para ambos, Yibo tenía un sólo deseo. Reuniendo la fuerza suficiente y siseando por el dolor por todo su cuerpo capturó los labios de Zhan.
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No Imaginaba 2. PERMANECER
FanfictionDe pronto su corazón se congeló cuando dobló la primera curva de la última vuelta, apenas en un parpadeo vio su vida llegar a su fin. Una vocecilla molesta comenzó a gritar desde el fondo de su cabeza "!Dead man wallking!" varias veces y todo pareci...