Aunque todo lo físico había quedado congelado por el poder de Yibo, para Xiao el caos aún continuaba pues la habilidad del joven no afectaba el plano espiritual y con gran terror Zhan se percató exactamente cuántas vidas había cobrado, hasta el momento, el incendio. Algunos espíritus se quedaban cerca de lo que una vez fue el cuerpo que ocuparon, otros tantos se difuminaban continuando a la siguiente etapa. Por unos segundos ambos se quedaron paralizados sin saber por dónde empezar.
El ruido de unos automáticos los trajo de vuelta, de una camioneta descendió Wen Qing con su hermano Wen Ning y Jiang Cheng. Justo de tras los cuatro amigos de Yibo llegaron en sus motocicletas y un poco más lejos las sirenas de bomberos y cuerpos de rescate.
Ustedes cuatro, señaló Cheng a los amigos de Yibo, saquen a todas las personas que puedan que aún estén atrapadas y pónganlas en un lugar seguro- ordenó Cheng tomando control de la situación- A-Qin y A-Ning, empiecen a auxiliar a los heridos.
Yibo se unió a sus amigos y los hermanos Wen asintieron obedeciendo las ordenes de Cheng como en los viejos tiempos.
Cheng y Xiao compartieron una mirada de entendimiento separando sus caminos. Xiao se acercó a aquellos cuyos espíritus se mantenían cerca de su cuerpo y que tenían la suficiente voluntad para regresar a sus cuerpos. Uno a uno, Xiao fue regresando a todos los que lo resistieron. A-Qing se unió a él ayudando a estabilizar a aquellos que regresaban a un cuerpo herido y cuyas lesiones no sanaban por completo.
Xiao había aprendido a neutralizar el poder de Yibo con su propia energía, pues de algún modo se contrarrestaba una con la otra, aunque este proceso consumía gran parte de su poder espiritual pero ahora no había tiempo para detenerse por ese simple detalle.
Estaba concentrado regresando a una mujer de mediana edad cuyo cuerpo tenía graves quemaduras y no estaba seguro de poder lograrlo, pero el espíritu insistía en regresar a ese cuerpo maltrecho. Apenas había podido ingresar al cuerpo cuando con una mano débil tomó el brazo de Xiao -Señor Wei Ying, por favor, mi hijo- dijo la mujer con apenas vida en la voz.
Wie Ying era el nombre con el que lo conocían en el pueblo. Entonces Xiao reconoció a la mujer, la había visto en compañía de su esposo y un pequeño niño de 3 años. La familia comerciaba lo que cosechaban en su pequeña huerta y Xiao o Yibo solían consumir de sus productos.
Con un nudo en la garganta y sin pensarlo Xiao entró a la pequeña casa que se encontraba en llamas, desafortunadamente su energía chocó con la de Yibo rompiendo el hechizo y rápidamente las llamas continuaron consumiendo la vivienda.
-¡Zhan!- gritó A-Qing aterrada con lo que veía, las llamas crecían alrededor de Xiao.
Yibo que no despegaba un ojo de Xiao se percató de la situación y de inmediato trató de nuevo de congelar la casa, pero dado que Zhan se encontraba dentro de la misma le costaba mantenerla en ese estado y sin pensarlo también entró a la casa en llamas.
Xiao buscaba desesperadamente por todos lados al pequeño sin encontrarlo. Respirar se estaba volviendo un gran problema y temía ahogarse sin darse cuenta, aunque reviviría en unos minutos si algo le pasaba el riesgo de perder al pequeño lo asustaba.
Tosía incontrolablemente, sus pulmones luchaban por consumir oxígeno, pero dentro de la casa ya no había demasiado, a gatas siguió buscando al pequeño hasta que se percató de un pequeño bulto debajo de un sofá. Pudo distinguir el espíritu del niño aún dentro de su cuerpo y se arrastró hasta tomarlo en sus brazos. Parecía profundamente dormido y con lo ultimo de sus fuerzas se puso de pie para salir de la choza.
Sus brazos y piernas estaban fallando por la falta de oxígeno, con una manta cubrió el rostro de niño, pero antes de poder dar otro paso se sintió desfallecer. Las lagrimas provocadas por el humo le impidieron ver el rostro aterrado de Yibo quien lo tomó en brazos junto al pequeño y salió al aire libre.
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No Imaginaba 2. PERMANECER
FanfictionDe pronto su corazón se congeló cuando dobló la primera curva de la última vuelta, apenas en un parpadeo vio su vida llegar a su fin. Una vocecilla molesta comenzó a gritar desde el fondo de su cabeza "!Dead man wallking!" varias veces y todo pareci...