No Imaginaba 2. PERMANECER

Phobia. Parte 1

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Yibo tenía a A-Yuan sobre su regazo, trataba de distraerse sobre un mal presentimiento que lo había atormentado desde que Darren había desaparecido. Intentó llamar al pelinegro varías veces sin obtener respuesta y sin saber dónde se encontraba. La casa estaba particularmente sola, todo mundo había salido a sus actividades diarias. Su idea de hablar con Ahqing fue frustrada ya que Yanli se la había llevado a la oficina con el fin de distraer un poco a la chica de los recientes acontecimientos.

Un viento gélido atravesó la sala elevando las finas cortinas, se le antojó un mal augurio como aquella vez en el hotel dos años atrás. Incluso A-Yuan detuvo su juego y miró a Yibo con rostro serio - ¿Dónde está papi Zhan? - preguntó el niño haciendo que el peso en su estómago se acentuara.

-Él está bien- aseguró Yibo aunque aquello no respondía la pregunta del pequeño.

De nuevo tomó su celular e intentó llamar a Zhan si obtener respuesta. Entonces marcó otro número.

-Yanli, algo no anda bien- dijo en cuanto la chica tomó la llamada – No localizó a Zhan en ningún lado, necesito saber qué fue lo que Ahqing le dijo a Xiao.

-De acuerdo, habla con ella, yo trataré de localizar a Cheng.

Yanli entregó su celular a la chica mientras ella ocupaba el teléfono de la oficina. El tono de Yibo le había helado la sangre. La llamada entraba, pero nadie respondía del otro lado. Intentó con Xichen con el mismo resultado. Efectivamente algo no andaba bien.

-Tenemos que regresar a casa- dijo la chica apenas había terminado de hablar con Yibo. Yanli ya estaba lista para salir a toda prisa.

-¡Mierda!, ¡Mierda!- maldecía Yibo intentando comunicarse de nuevo con Zhan. El buzón saltó al momento como las otras veces – Xiao Zhan, más te vale que no estés haciendo lo que creo que estás haciendo – amenazó Yibo tratando de parecer más molesto que preocupado sin lograrlo – Sólo... sólo regresa, ¿de acuerdo? Si algo te pasara, yo...

Un nudo en su garganta le impidió continuar, entonces sintió su cuello ser estrujado dolorosamente, se lo tocó con la mirada perdida y manos temblorosas. Aquella presión en su garganta se hizo más fuerte impidiéndole respirar, su cuerpo cayó al piso con sus manos tratando de hacer desaparecer aquello que lo oprimía hasta que quedó inconsciente.

-¡Papá Bo!- lloró A-Yuan a un lado de Yibo tratando de despertarlo.

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Todo se le salió de las manos, las personas a las que intentaba proteger se encontraban ahora acorraladas como resultado de sus malos cálculos, pero Xiao Zhan aún mantenía una pizca de confianza, el escenario frente a él era justo el que Ahqing le había descrito en su visión, estaba seguro de que todo resultaría como esperaba.

Cuando las camionetas negras llegaron, el caos se desató, pues Zhuliu no tenía intenciones de guardar las apariencias, sus hombres comenzaron el ataque apenas bajaron de ellas. Cheng corrió tras Zhan para comenzar a repeler los ataques que las personas de Luanzang recibían cuidando de no usar sus habilidades.

Apenas pudieron reducir a un puñado de enemigos cuando Zhuliu, aún con el poder de Jackson los inmovilizó con su mente haciéndose fácilmente de su objetivo principal: Qiren.

-Me alegra volver a verte tan pronto y en buen estado- sonrió Zhuliu dirigiéndose a Zhan.

Zhan se encontraba inmóvil con la columna pegada a un árbol en medio del cementerio de Luanzang. El final estaba cerca, lo podía sentir. – Debo admitir que yo también esperaba este encuentro- respondió Zhan aún luchando contra aquella fuerza invisible que le impedía moverse – Desde que Ahqing me describió su visión, lo estaba anhelando, porque aquí es donde todo acaba – dijo sin ocultar una leve sonrisa.

Zhuliu no esperó otro segundo, comprendiendo bien las palabras del pelinegro extendió su mano derecha sobre el torso de Qiren comenzando a drenar rápidamente el núcleo de éste. Aquello se convirtió en una carrera de velocidad. Zhan sabía exactamente lo que tenía que hacer – Eso no te servirá contra mí- amenazó cuando vio el rápido deterioro en el rostro de Qiren, apenas sintió el poder que lo mantenía inmóvil debilitarse levantó su mano extrayendo el espíritu de Zhuliu, aunque no fue tan rápido como esperaba, ya sea por su propia debilidad al momento o la fuerza internar de su enemigo, pero los escasos segundos que tardo en hacer efectivo su poder sobre Zhuliu, fue suficiente para dejar caer el cuerpo sin vida de Qiren.

-¡Tío!- gritó Xichen apenas pudiéndose arrastrar hasta donde se encontraba Qiren mientras el cuerpo de Zhuliu caía sin vida.

Zhan también cayó de rodillas escupiendo sangre y respirando agitadamente. -Trae... trae a Wen Qing- pidió Zhan a Cheng que se encontraba a su lado recuperando también el movimiento de su cuerpo – ra... rápido – pidió Zhan pues no le gustaba sentir el espíritu de Qiren tan débilmente. Sabía que tenía poco tiempo para regresarlo debido al estado de su núcleo.

Como pudo, logró ponerse a penas sobre sus pies acudiendo a lado del sanador mayor olvidando por un momento todo lo demás. Tenía que salvarlo a como diera lugar, a pesar de que sabía que no le agradaba al mayor, lo consideraba como parte de su familia, sin contar el aprecio que Yibo le profesaba.

Wen Qing llegó corriendo sin Cheng que le siguiera el paso. Llevaba consigo una maleta con lo que pudiera necesitar.

-¡Cielos!, ¿está muerto?- preguntó la pelinegra arrodillándose junto al hombre.

-Haremos lo mismo que con Fengmian – indicó Zhan aún sin poder recuperar el aliento, el haber forzado el espíritu de Zhuliu fuera de su cuerpo le había drenado una gran cantidad de energía – Necesito que abras los canales de su núcleo. – indicó Zhan a Wen Qing quien comenzó a insertar finas agujas en puntos específicos – Xichen tienes que pasar energía directamente a su espíritu, espero que este lo dirija al núcleo y lo pueda absorber, pero en cuanto te señale, tienes que detenerte.

Xichen asintió rápidamente, Zhan señaló el punto exacto en donde se encontraba el débil espíritu de Qiren para que se pudiera pasar la energía. Todos estaban concentrados en lo que hacían, tratando de salvar la vida del mayor que nadie se percató de aquel que se ponía sobre sus pies sintiendo un nuevo poder correr desde su núcleo hasta sus extremidades.

Zhuliu sonrió en cuanto pudo ponerse de pie apenas notando a las personas inclinadas sobre el cuerpo sin vida del sanador. Con toda la calma del mundo, sintiéndose inmensamente invencible caminó hasta encontrar una espada que brillaba con los últimos rallos del sol. La tomó entre sus manos haciéndolo girar con habilidad y fue acercándose a aquellos que ignoraban su presencia.

-¡Ahora!- indicó Zhan a Xichen quien comenzó a drenar un poco de su energía a un punto en la nada el cual comenzó a brillar levemente, señal de que el débil espíritu recibía la energía que le era otorgada y como había previsto Zhan, está fue compartida al núcleo dentro del cuerpo del mayor. -¡Suficiente!- indicó Zhan.

-¡Xiao!- justo al mismo tiempo, el gritó de Cheng lo distrajo justo antes de regresar el espíritu al cuerpo de Qiren debido a la nota de pánico en la voz de su amigo.

Zhan se giró rápidamente, pero apenas fue suficiente para alcanzar a ver el reflejo de algo metálico dirigiéndose hacia él.

-¡XIAOOO! ¡NO!- el grito desgarrador de Cheng perforó el alma de todos los presentes junto con la horrible visión de la cabeza de Zhan cercenada de su cuerpo.

Cheng no lo pensó, sólo reaccionó al momento liberando gran cantidad de energía concentrándola en su brazo y dirigiéndola a Zhuliu quién no pudo reaccionar a tiempo. Su cuerpo fue lanzado lejos, sintió claramente cómo era impactado con una poderosa corriente eléctrica que terminó por chamuscar su interior dejando su cuerpo sin vida, de nuevo, sobre algunas tumbas.

Cheng cayó inconsciente con la imagen de su mejor amigo sin vida, sin cabeza rodeado por un enorme aro de sangre.