Desliz. Parte 2

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-Vaya, vaya- comentó Zhuliu mirando a Qin Su y después a Zhan-. Esto sí que es una suerte. Vinimos por uno y nos encontramos a dos.

Yibo se tensó ante las palabras de Zhuliu y se puso delante de Zhan interponiéndose entre ambos.

-¿Qué ese no es el sanador que nos pidió nuestro topo?-preguntó Zhuliu acercándose a Zhan y a Yibo.

"¿Topo?" se preguntó Zhan. Era por eso que no lograban detener a estos bastardos, tenían a un topo dándoles información de cada movimiento.

-No, no lo es- contestó Lingjiao- este es un nigromante, no un sanador- dijo señalando despectivamente a Zhan.

Zhulio miró de nuevo a Xiao. Sabía que Lingjiao no mentía, ese era su poder, podía sentir qué tipo de habilidad poseían las personas, pero ¿cuántas probabilidades había de encontrar a un hermoso joven con cabellera plateada que no fuera el que precisamente buscaba? Tenía que admitir que la belleza que irradiaba este joven era única, él mismo se sentía atraído por esas facciones delicadas y finas. Aquella figura emanaba un aura sensual.

-Pues si no es el que buscamos, felizmente podría entretenerme un rato con él- comentó Wen Chao relamiéndose los labios de forma desagradable.

-No podrás si quiera tocarlo- amenazó Yibo con los puños apretados.

-Si nos llevamos al nigromante, ¿podemos llevarnos también al temporal? - preguntó Lingjiao con un tono que pretendía ser persuasivo, pero con un resultado nada agradable.

Zhulio la miró de reojo sin siquiera contestarle, como si fuera un insecto a lado de su bota. Sólo la mantenía con él porque le era útil, aunque de vez en cuando pensaba que sería más sensato deshacerse de ella. Esa mujer le desagradaba.

-Jamás he probado un temporal- comentó Zhulio mirando a Yibo, como si estuviera eligiendo entre dos tipos de pasta-, sé que no suelen ser muy poderosos, pero tengo curiosidad - después volvió su vista a Xiao y suspiró- Ya tengo demasiados nigromantes y no son la gran cosa, aunque a este lo utilizaría con otros propósitos.

Una vibración en su bolsillo lo sacó de sus pensamientos.

Zhan miró a Yibo con la duda en su rostro. ¿Qué tan rápido asimilaba Zhuliu los poderes una vez que se activaban?, ¿podría llegar a separar el espíritu de ese cuerpo antes de que su mismo poder de nigromante actuara como un escudo contra él?, ¿se arriesgaría a darle a Zhuliu un poder tan letal como el suyo?

Yibo casi podía leer las intenciones de Zhan y señalando a todas las personas inocentes en la habitación sacudió su cabeza indicándole que el riesgo era muy alto, tenían que pensar en otra cosa.

-¿Cómo saldremos de esta?- preguntó Xiao en un murmullo a Yibo intuyendo la respuesta.

Yibo sonrió de lado levantando una ceja, Xiao sabía perfecto lo que significaba. Ambos iban armados y tenían el suficiente entrenamiento para poder pelear a mano limpia con una docena de hombres sin necesitar de sus poderes. Los dos años en Luanzang sin mucho que hacer los habían aprovechado para entrenar entre sí como distracción o como preludio a otras actividades que los llevaban a terminar sudando... y sin ropa. Se sabían que estaban en forma.

Zhuliu colgó la llamada.

-Nos llevaremos a ambos- sentenció Zhulio- la guardia Nie viene en camino.

Cuando un par de hombres se acercaban a ellos para someterlos, Yibo y Zhan atacaron con presteza tardando apenas unos segundos en reducir a sus oponentes, pero fue el tiempo justo para que Zhuliu se hiciera de Qin Su, la sostenía del cuello con una sola mano mientras encaraba a Yibo y Zhan quienes ya le apuntaban con sus armas.

No Imaginaba 2. PERMANECERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora