No Imaginaba 2. PERMANECER

My Child. Parte 1

Zhan se encontraba sobre el regazo de Yibo, ambos se besaban lentamente disfrutando cada matiz del beso, ambos completamente desnudos. Sus cuerpos mostraban una cantidad alarmante de heridas, pequeñas y grandes, sangrantes o hematomas, arañazos y mordidas repartidas a todo lo largo de sus torsos y espaldas. Tal era el estado de su piel que hubieran provocado un paro cardiaco a quien los viera en ese momento, como si los hubieran sometido a una larga y cruel tortura.

A los pocos segundos sus cuerpos comenzaron a sanarse cuando sus energías comenzaron a emanar limpiando todo rastro dejado por su salvaje y brutal encuentro. Era una suerte que pudieran sanarse a sí mismos en cuestión de segundos, de otra manera tardarían días para poder levantarse de la cama. ¿Cómo es que hacía la demás gente para seguir con su día a día después de tener relaciones con sus parejas?, ¿Todos podían hacer lo que ellos: sanarse a sí mismos con la ayuda de sus amantes? Nunca habían escuchado nada parecido. Eran preguntas que rondaban en la cabeza de ambos jóvenes.

Cuando sus bocas se separaron sus pieles volvían a estar en perfectas condiciones, tal vez aún quedaban manchas de sangre, pero ya sin rastro de heridas. Aunque ya no se besaban aún se encontraban abrazados. Zhan recargaba su mejilla contra el cuello de Yibo aspirando su aroma con los ojos cerrados disfrutando de aquella cercanía, todo estaba tranquilo. Podían quedarse en esa posición por horas y lo habían hecho con anterioridad en su pequeña cabaña en Luanzang donde habían vivido completamente solos durante dos años. Nadie los molestaba. El corazón de Xiao se contrajo al recordar las cenizas que ahora ocupaban el lugar de su hogar y apretó su abrazó. Yibo lo notó y comenzó a besar tiernamente el rostro de su Baobao. Él mismo también recordaba con melancolía aquellos momentos en su, ahora, desaparecido hogar.

-Tomemos un baño- susurró el joven en el oído de Zhan mientras continuaba repartiendo pequeños besos en su mejilla.

Xiao se apretó más al joven – Cinco minutos- pidió enterrando su rostro en la base del cuello de este.

Yibo suspiró – Llegaremos tarde – le recordó, aunque él mismo no quería ni se movía de su lugar. Tampoco dejaba de abrazar a Zhan – Recuerda que tenemos apenas una hora para entrar y salir de esa casa.

Zixuan le había escrito al joven que Qin Su saldría de la casa a las 7 pm y tardaría en regresar en, por lo menos, una hora. Su madre se quedaría ya que desde el secuestro de Mo su salud no estaba en las mejores condiciones. Era una buena oportunidad para hablar con ella.

Con quejas y pucheros Yibo logró meter a Zhan bajo la regadera mientras se daban un baño rápido concentrado en su objetivo y tratando de no caer de nuevo en la tentación de poseer a su mayor de nuevo.

-Me veo ridículo- se quejó Zhan por enésima vez al contemplarse en el espejo. Siempre le gustó vestir elegante con sus trajes negros y camisa blanca. Ahora su vestimenta era mas casual y juvenil, sin contar la maraña de mechones blancos sobre su cabeza.

-Te ves adorable- lo contradijo el joven, por enésima vez abrazando a Xiao por atrás. Y lo cierto es que Yibo tenía razón. Tal vez era la falta de costumbre, pero Zhan se veía en realidad muy apuesto y muy joven. Fácilmente podría pasar por la edad del menor. Y aunque tal vez la apariencia general podía llamar un poco la atención no era algo demasiado extravagante a como solían vestir los jóvenes en aquel momento.

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-Tía- llamó Zixuan a la mujer que tenía los ojos cerrados y una manta en las piernas. La sacudió levemente del hombro. Aún tenía rastros de lágrimas en sus pestañas.

- ¿Mo? - apenas pronunció tratando de abrir sus ojos enfocando a la persona que tenía en frente.

-Tía, soy yo, Zixuan- aclaró el joven frente a ella. Hay dos personas que quieren ayudar a encontrar a Mo y quieren hacerte un par de preguntas.