40.

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Pasaron varios minutos, y ellos seguían allí atrapados entre el silencio, pues se resignaban a abrir la boca para soltar alguna palabra luego de la pequeña pelea, siquiera para pedir un abrazo y recibir calor ajeno, por el frío terrible que cubría sus cuerpos de punta a punta.
Luzu comenzaba a sentirse solo, y no había dejado de llorar de preocupación, y del susto, quería sentir a su Alfa cerca de él, no era fácil de llevar el asunto de suponer que pudo morir bajo toda esa nieve. Cabe destacar que al convertirse en animales habían perdido sus prendas, más fueron reemplazadas por las que traían de provisión en sus inventario, cosa fundamental entre los guerreros.

— ¡¡CHICOOOOS!! — al escuchar el débil llamado externo que interrumpía su silencio infernal, espabilaron y comenzaron a tratar distinguir la voz.— ¡¿DÓNDE ESTÁIS?!

Rubius asintió lentamente al reconocer de quién se trataba.

— Es Mahel ¡¡¡MAHEEEL!!! ¡¡MANGEL, AYÚDANOS A SALIR, MAHEEEEEEEEEEEEL!!!

— ¿Cómo estás tan seguro? — interrumpió Willy dudoso, pues era poco probable que los encontrasen si estaban tan sumergidos en la nieve.

Rubius guardó silencio, ahora temía del albino, no se arriesgaría a que le volviesen a gritar.

Willy bufó suave, ya sabía de qué trataba ese silencio tan repentino, pero le echaría a un lado, ya que no le importaba en lo absoluto la timidez de Rubius hacia su persona.

— ¿¡PODÉIS OÍRME?! — gritó Mangel desde el exterior nuevamente.

— ¡¡¡LUZU LUZU MI NIÑO ¿DÓNDE ESTÁS?!!! — esta vez fue Auron quien gritó buscando a su Omega.

— ¿Auron? — musitaron los labios de Luzu al escuchar su voz de su amado.— ¡¡AURON!! ¡¿AURON, PUEDES ESCUCHARME?!

— ¡¡NO MUY BIEN, PERO SÉ QUE ESTÁS AQUÍ!! ¡¡VAMOS A SACAROS DE ALLÍ!!

— Eso está muy bien, vinieron a recatarnos.— dijo Willy apático.

Mientras, desde afuera Lolito cavaba un tunel en su forma animal, si lograba entrar seguro los que ya estaban adentro colaborarían a hacer un hoyo más grande por el cual pudiesen pasar.

— Me pregunto porqué no cabaron desde adentro hace un rato largo... Seguro ya hubiesen salido.— musitó Mangel.

— No lo creo, no sabrían con certeza lo que les esperaba afuera, en plan pudieron haber pensado que totalmente todo estaba sellado, y que el muro de nieve fuese más denso... — contestó Alexby en la defensa de los atrapados.

— Pudieron haberlo averiguado.— comentó Auron contradiciendo.

— Pero les dió la maldita gana de quedarse atrapados allí hasta morir asfixiados, joder.

— Vale, pero no me creo eso, y mucho menos Rubius o Vegetta que tienen a un bebé, y harían lo que fuera para salir... Pero no sé que sucedió.— volvió a contestar Auron, y Alexby le miró.

— Eres gilipollas, de verdad, te encanta llevarme la contraría todo el puto rato.

— Calla, estoy pensando.— el Omega frunció el ceño.

— Oye, allí está Luzu, no? — interrogó Lolito con una sonrisita, y saliendo del hoyo, en su forma humana ya. — Seguro fue él el de la idea de quedarse allí hasta morir asfixiados.

— No, Lolito, Luzu jamás haría algo así — musitó Auron ahora frunciendo el entrecejo. — Es demasiado pan para pedirles a unos mierdas quedarse allí sin hacer nada.

— ¿Demasiado pan dijiste? — Fargan rió, y negó— Si fuese pan como dices, no estaríamos en la situación que estamos, no seríamos está mierda del Omegaverse, y yo seguiría estando con mi familia felíz.

Eso fue un golpe bajo para Alex.

— Pues nada te impide regresar con tú linda y perfecta familia feliz, Fargan.— contestó Alexby toscamente, y en un tonito un tanto cabreado. — Joder.

— Claro que sí, que tengo responsabilidad ahora contigo.— uy, eso no le gustó al híbrido de búho.

— ¿Pero y entonces porqué le echas la mierda a Luzu, si la culpa es de Alexby en tu caso, trozo de gilipollas? — interrogó Auron, pues ya veía que esto se haría una gran oguera de palabrotas, insultos y posibles ataques de agresión física, eso que dijo era para echarle leña al fuego.

—... Eso no es verdad — contestó Alex en su defensa — Y tú, no digas que es por responsabilidad, porque tenías ya compromiso con Dulce, y perfectamente sabías que si explicabas el asunto podía que en su enorme corazón del que tanto te gusta alardear, podía que tuviese compasión por alguien cómo tú, ¿No crees?

— Cállate la puñetera boca, Alexby, nisiquiera sabes de lo que hablas.— habló el búho frunciendo el ceño con recelo.

— ¿Por qué? ¿Por qué cuestionas que no sé de qué hablo? Perfectamente sé que quisiste venir conmigo porque Dulce te era infiel con la esposa de Auron desde hace mucho, porque tanto como yo le tienes miedo a quedarte solo, y por eso excusas quedarte conmigo por "responsabilidad" — hizo un ademán con los dedos, haciendo las comillas correspondientes.

— Eso no es cierto, enano gilipollas, estoy contigo porque-

— ¿Eres... Responsable? ¿O te sientes culpable por lo que me hiciste? — esa era una carta a su favor, aquella "violación" que complementaba la culpa que cargaba Fargan desde el primer momento de conciencia, y que Alexby usaba a su favor para tenerle a sus pies, manteniendo presente lo tonto que era su Alfa como para darse cuenta de qué todo aquello fue una jugada maestra por parte del Omega.

My Littler Chaos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora