Rubius y Vegetta habían llegado al pequeño hospital de Karmaland, donde se suponía harían la primera revisión, ahora mismo se encontraban esperando su turno, y sí, el doctor era Auron.
A Vegetta no le apetecía preguntar el motivo de la tardanza del híbrido, ya estaba lo suficientemente acostumbrado a que llegase tarde, no le sorprendía del todo, aún así se sintió un poco preocupado por él.
Auron salió de su oficina y les miró.
─ Podéis pasar. ─ le sorprendía que los dos guerreros estuvieran allí, no se veían lastimados, pero supuso que el que estuviesen en ese lugar era debido a que se pelearon otra vez y alguno de los dos obligó al otro a venir al psicólogo, o algo por el estilo.
Ambos se levantaron y fueron tras Auron hasta llegar a la sala de revisión, y allí el de mechón flamante pidió que tomaran asiento.
─ Ahora contadme; ¿Por qué estáis aquí?... ¿En qué os puedo ayudar?. ─ interrogó el doctor mientras sacaba algunos papeles en los cuales anotaría lo que los otros dos le dijeran y de esa manera obtener puntos de guía de los cuales se sostendría para aconsejar a la pareja.
─ ¡Auron, quiero abortar!. ─ dijo Rubius tomando la palabra él primero.
Vegetta le miró mal.
─ Que no, tontito. ─ ladeó un poco la cabeza, y miró a Auron, quien tenía una ceja arqueada, le parecía ya muy extraño el tema. ─ Auron, queremos hacer una ecografía...
Rubius agachó las orejitas, pero dispuesto a hablar ahora.
─ Sólo para saber si aún hay tiempo de abortar. ─ insistió el híbrido.
─ Que no Rubén, ya para. ─ el rubio bufó, no quería a ese parásito creciendo en su vientre.
─ Un segundo, un segundo. ─ Auron soltó una risa corta. ─ Explicaos mejor. ─ ok, sabía que esto terminaría mal, se acabaría riendo de Rubius. ─ Estáis... ─ rió. ─ Estáis esperando un niño... ¿Los dos?, pero un segundo... ¿Cómo pareja?.
Las mejillas del híbrido de ruborisaron un poco y frunció el ceño. Vegetta sólo arqueó una ceja.
─ Sí, así es. ─ contestó el azabache seriamente. Estaba preparado para esa clase de comentarios, pero seguro Rubius no lo estaba. ─ Y queremos la ecografía porque vamos a tener un bebé, Auron... ¿Qué es lo que no te queda claro?.
Auron sonrió.
─ No, no, nada, olvidalo. ─ rió por última vez y guardó sus cosas. Esto no era lo que había esperado que pasara. ─ ¿Rubius puedes subirte a la camilla?. ─ supuso que era él por ser el Omega aquí.
El híbrido hizo caso, se levantó y fue a sentarse en la camilla. Los otros dos también se levantaron.
Auron fue a por unas cosas, y Vegetta se paró a un lado de Rubius, allí tomó su mano, le ponía verdaderamente nervioso estar en este lugar, pero era tierno poder acompañar a Rubius en todo esto, y también le emocionante la idea de tener un hijo, un ser pequeñito que se prometería cuidar y proteger con su vida desde ahora.
El de mechón flamante regresó.
─ Vale, Rubius ¿Puedes subirte un poco el suéter?, sólo un poco, no quiero ver tus pezones. ─ porque estaba consiente que el rubio estaba lo suficientemente mal de la cabeza como para subirse el suéter hasta el punto de tapar su cara con él.
─ Vale. ─ entonces prosiguió a hacer eso, dejando nada más al descubierto su abdomen.
Entonces Auron puso un poco de gel en el vientre, estaba frío, y fue inevitable la reacción del híbrido ante eso, la cual fue metiendo la panza y haciendo reír bajito a los otros dos.
─ Coño, que está fría, feo. ─ Se quejó.
─ Lo sé, pero aguanta.
Luego de ello, y de un rato de búsqueda se pudo confirmar la existencia de una pequeña vida humana dentro del vientre de Rubius. Fue una sensación escalofriante para el rubio, pero comenzaba a intentar verlo de otra forma.
─ Felicidades, llevas cuatro semanas y media, más o menos. ─ dijo Auron sonriendo y mirando la pantalla.
Rubius agachó las orejitas. No soportaría el darle la razón a Vegetta, dando a entender que estaba emocionado por lo del bebé, por lo que nada más se mostró neutro, aunque por dentro estuviese muriendo de alegría.
Vegetta sí esbozó una sonrisa feliz.
─ ¿Cu-cuatro... semanas?... eso es un mes... ¿Tengo un embrión creciendo como parásito dentro de mí desde hace un mes?... ─ porque además de feliz, estaba atónito con esto, no hay que olvidar que seguía siendo una noticia algo fuerte para él.
─ No le digas parásito a mi bebé, tontito. ─ dijo Vegetta.
─... Nuestro... nuestro parásito tiquito. ─ evidentemente ya lo hacía por gusto de molestar.
ESTÁS LEYENDO
My Littler Chaos
أدب الهواة♡ |🄼🅈 🄻🄸🅃🅃🄻🄴🅁 🄲🄷🄰🄾🅂| ♡ " ᶜᵒⁿ ᵘⁿ ʰᵉᶜʰⁱᶻᵒ ᵖᵃʳᵃ ᵉⁿᵃᵐᵒʳᵃᵈᵒ ˡᵉ ˢᵃᶜó ᵈᵒˢ ʰⁱʲᵒˢ " ᴇʟ ᴄᴀᴏꜱ ᴅᴇ ꜱᴇʀ ᴘᴀᴅʀᴇ... Melina & ReldTori Historia Original de Twitter