44.

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Pasó una semana más, haciéndose así último día del año. En sí la mayoría había planeado pasarla en el pueblo, pues los dioses habían dado esa noche libre de mobs que pudiesen atacarlos, esto por el mismo propósito de que les querían fuera de casa, ya saben, para que se encontrasen con personas nuevas en el pueblo, e interactuasen más fuera de su círculo social.

Ese día, Rubius prefirió quedarse en casa, pues no expondría al bebé a que le pegase el sereno de la noche, además de que el frío que había, no era ni un poco normal, otra razón sería que sus oídos eran muy sensibles a los fuegos artificiales, esto de toda la vida. Vegetta se quedaría con él, porque no pretendía dejarle sólo ni un segundo, siendo una festividad tan bonita e importante.

Por otro lado, Luzu, Auron, Mangel y Lolito ya estaban fuera, platicando sobre cualquier tontería, o comprando cosillas en los lindos puestos que habían montado los aldeanos ese día.

Era la tarde, a eso de las 7:30pm, Alex aún se arreglaba para salir, ya que Fargan se suponía le pasaría buscando, rezando porque el híbrido de búho llegase a la hora acordada, y que no le hiciera esperar mucho.
Sonó el timbre.

- ¡Enseguida atiendo! - dijo el chico desde su habitación, para dejar lo que hacía e ir rápido a atender la puerta; era Luzu.

- Hola, pasaba por aquí a ver qué hacías, es que me sentía algo solo en el pueblo... - Lana había salido de Karmaland a pasar las fiestas con su familia, y Raúl se había ido a ver a Mónica quien se había mudado con Dulce a una casita en el pueblo, a estas Luzu no quiso ir por saber lo incómodo que sería si llegaba a quedarse solo con alguna de ellas, honestamente prefería estar con alguien que ya conociese.

- Ah... Vale, no te preocupes, pasa. - se hizo a un lado, acto seguido el castaño entró.

- ¿Irás al pueblo o te quedarás aquí ésta noche?

- Tenía planeado ir al pueblo con Fargan y encontrarme con vosotros, pero el búho apestoso no llega aún.

- Vale, me alegra haber llegado entonces, me encantaría ir al pueblo junto a tí ahora, o... ¿quieres esperar a Fargancho?

- Nah, no creo que se enfade por eso, sólo esperame unos segundos, que tengo que acabar de arreglarme.

- Ostia, pero que seguro llevas todo el día en lo mismo, macho, una apuradita. - sonrío y fue a tomar asiento. - Oye... Alexby... Me gustaría comentarte una cosita chiquita chiquita.

- ¿Qué pasa? - fue a ponerse algo que había dejado en la cama de su habitación. Por lo general en esa casa no había mucho ruido, por ende podía escuchar claramente lo que tuviese que decir Luzu.

- Es que... Me da algo de vergüenza.... Mejor ya no...

- ¡No! ¡NI SE TE OCURRA DECIRME QUE ME TIENES QUE DECIR ALGO Y NUNCA EN LA VIDA CONTARME PORQUE ES QUE ME CABREO Y TE REVIENTO LA VIDA, CABRÓN! - salió de la habitación apuntandole con un cepillo de peinar, mientras que Luzu alzaba ligeramente sus manos y las a pegaba un poco a su pecho.

- Calma, calma... Ya te cuento, no te preocupes... - rió bajito.

- Así me gusta. - bajó el peine, y lo puso sobre una de las mesitas de allí. - Entonces... ¿Qué tienes que contarme?

- Bueno... Yo... Creo que quiero tener un bebé... Eso... Como tú. - se encogió un poco de hombros.

- ¿Un bebé? Que monadaaaaa! Ya te imagino! Aaayyy, mami Luzu! - tapó su boca con una de sus manos para expresar lo enternecido que estaba ahora.

- Sí... Creo que sería una monada, es que me has hablado bien del embarazo.

- Es una pesadilla, no me creas, mínimo debe ser un mini mini mí.

- Pero- - volvió a reír. - Bueno, ya se me quitan las ganas.

- ¡Noooo! Que si tiene un bebé mi hija tendrá con quién hablar, y jugar. - hizo un pequeño ademán con la mano. -Escucha ¿ya lo habeis intentado?

- Auron aún no lo sabe, pero se lo diré pronto. Es que quería que fueses el primero en enterarse de mi plan.

- Hombre, que tierno.

Sonó el timbre nuevamente.

My Littler Chaos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora