21.

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¿Miserable? Miserable era la palabra correcta para describir la situación sentimental de Luzu ¿O le queda mejor el peor fracaso de su vida?, No cabía duda de que le estaba yendo mal, apesar de que Willy no le trataba mal, pero no era esto lo que quería, ya que en su mente sólo visualizaba y vivía la idea de irse a buscar a Auron, no descansar hasta tenerlo.

— Luzu, tengo que ir a ver a Cristina a casa, espero no te moleste quedarte solo un rato — anunció el Alfa tomando sus cosas para irse a realizar lo dicho — Que la he dejado sola, pobrecita...

— Ah, vale, no hay problema, no te preocupes, Willfredo — ok, listo, no perdería el tiempo allí y se iría en cuanto Willy desapareciera totalmente de la zona — Igual creo que iré a visitar a Lana también — no, no en específico a Lana, mejor dicho se aseguraría de que Auron seguía disponible, y si era posible lograr que le sacara a Willy de encima con una marca.

— Vale, cuídate mucho, eh? Que voy a estar al pendiente. — porque no era tonto, sabía usar un poco su instinto.

Luego de la pequeña conversación, el albino se dispuso a quedarse cerca con su traje de la hermandad, y fuera de la casa, entre los árboles. Cristina la podía ver luego, pero ahora necesitaba que su Omega no fuese al lugar prohibido, sitio que Luzu debía tener entendido que era peligroso. Willy nada más quería protegerlo, no lo quería perder.

Entonces Luzu salió de la casa, arreglado, se veía muy bonito, lo que hizo dudar un poco a Willy al no entender cómo se pudo haber empirofollado así en tan poco tiempo.
A paso lento le seguía entre las sombras, cuál león acechando a su presa. Se sentía amenazado, y no le gustaba.

Las verdaderas preguntas en todo el asunto eran... ¿Por qué? ¿Por qué Luzu querría a un papanatas que seguro estaba muy feliz y concentrado en su vida? ¿Que tenía Auron que él no? ¿Qué había hecho de malo? ¿Que acaso ese fleco feo le estaba tapando el ojo bueno para que se diera cuenta de la realidad y que Auron no le amaba como él lo hacía?.

Por el lado del Omega, se sentía muy seguro en cada paso que daba, decidido y muy confiado de que nadie le venía persiguiendo. Entró en la zona de peligro, sonrió. Las torretas no estaban encendidas, eso le contentó mucho.

— Oh, Auroncito!— canturreó sosteniendo su sonrisa.

Willy no podría pelear con su traje de la hermandad, así que decidió cambiarse lo más rápido que pudo allí mismo, no importaba, tenía su ropa civil abajo.
Veamos hasta donde llegas, Luzu.

Poco se habla de la presencia de Auron el la casa, este se encontraba en la parte de afuera, porque sí, sabía que Luzu regresaría, pero eso desde hace días, y su llegada ahora le causó un poco de impresión la verdad.

— Luzu — pronunció el hombre de mechón flameante.

Eso le confirmó al castaño que Auron estaba allí, haciendo que su sonrisa se hiciera más notoria, y provocando una mezcla de celos e ira dentro de Willy, quien aún les observaba de lejos.

— ¿Qué haces por aquí? Creí que estarías con mister albino — se burló el Alfa — ¿Te ha hecho algo?.

— No, no, sólo quería ver sí tú te encontrabas bien, y si necesitabas ayuda en algo.

— No, bueno, ya en nada, Fargan se ha pasado por acá hace ya un rato, tranquilo, me ha ayudado lo suficiente — menos con lo que necesitaba, y con eso me refiero a su celo — Es un egoísta, por cierto, no me quiso prestar a su Omega, o como sea.

— ¿Su Omega?... ¿Fargan tiene Omega? Ah! Que tonto soy, claro, hablas de Dulce. — la agendó a su lista de personas de quien debería deshacerse por sus celos innecesarios creyendo que a Auron le gustaba la chica ahora.

— No, Dulce no, hablo de Alexby— aclaró dejando a Luzu un tanto desconcertado por ello ¿Alexby? Pero a Alexby no quería matarlo, Auron no le hagas esto.

— Alexby... entiendo... — joder, esta la pasaría de Largo gracias a que Fargan lo impidió con una negativa, pero que cuidara sus espaldas.

Vale, todo estaba bien según ellos dos, pero ¿Qué era esa pesada aura en la cercanía? ¿Por qué un olor externo se hacía presente?.

— Oh, Auron, pobre Auron, te estás metiendo dónde no te conviene, amigo mío...— amenaza que Willy dirigía en silencio para sí mismo, aún no podía atacar, aún no.

My Littler Chaos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora